Spring Break o 'vacaciones de primavera': fiesta, excesos y consecuencias

Fiesta, alcohol, sexo, playa y descontrol. Ese es el objetivo final de las famosas Spring Break o Vacaciones de primavera, unos días que los estudiantes de medio mundo reservan para viajar a lugares como Florida, Cancún o Salou y desmelenarse por todo lo alto.

Estadounidenses, canadienses, mexicanos, chinos o coreanos son asiduos de las Spring Break, que suelen celebrarse, según su propio nombre indica, a principios de primavera, coincidiendo con una semana de festividad universitaria.

Pero no son precisamente unos días de descanso para reponer fuerzas. Todo lo contrario. Las vacaciones de primavera son la excusa para que los jóvenes beban alcohol hasta la saciedad y vivan 24 horas al día de fiesta. El problema es que, lejos de pasar desapercibidos, los estudiantes acaban protagonizando peleas callejeras, comas etílicos y múltiples episodios desagradables.

Balconing y otras consecuencias

Una de las peligrosas modas asociadas a este tipo de viajes es el balconing, una práctica que se ha popularizado entre los jóvenes en los últimos años y que consiste en saltar entre los balcones de un hotel o desde un balcón hasta la piscina. Desgraciadamente, estos saltos se han cobrado ya la vida de varios jóvenes y han dejado serias secuelas a otros.

Lejos de asustarse, los protagonistas de estas vacaciones salvajes siguen acudiendo en masa a sus destinos más populares, llenando todo a su paso de ruido y suciedad e incomodando, año tras año, a vecinos y turistas.

Uno de los últimos estrenos de Hollywood trata precisamente este tema con Selena Gómez como una de sus cuatro protagonistas. Spring Breakers muestra las descontroladas e inolvidables vacaciones que viven cuatro guapas estadounidenses durante su semana de fiesta en primavera.

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