Berlín, una ciudad polifacética marcada por la historia
Berlín, la capital de Alemania, celebrará el próximo 9 de noviembre el 21 aniversario de la caída del mítico muro que separó durante casi tres décadas un mismo pueblo, dividiéndolo según dos sistemas políticos contrapuestos. Las vivencias de la época del Muro de Berlín, unido a la superación de dos guerras mundiales, convierten a esta ciudad germana en una de las más interesantes y atractivas a nivel europeo.
El turista que elija Berlín como punto de destino tendrá la posibilidad de empaparse de su cultura, su arquitectura, su arte, su vida nocturna, su gastronomía..., todo marcado por el duro carácter de su bagaje histórico.
Quizá uno de los monumentos más emblemáticos de Berlín es la Puerta de Brandenburgo, ubicado en el centro de la ciudad y que fue construido imitando los edificios clásicos de Atenas. En su origen era la puerta de la ciudad hacia el este, y tras la construcción del Muro quedó inaccesible, ya que se encontraba entre el límite del Berlín Este y el Muro. En la actualidad, este lugar supone un punto de encuentro y paso para cientos de turistas y berlineses.
En la Puerta de Brandenburgo se inicia el bulevar Unter den Linden, uno de los principales de la ciudad, y que finaliza en el puente de Schlössbrücke. En esta avenida se encuentran las principales embajadas, edificios emblemáticos como el Arsenal o Zeughaus, la Ópera, la Universidad, la Biblioteca Universitaria, la catedral de Santa Eduvigis, entre otros.
Sin ir muy lejos de la Puerta de Brandenburgo encontramos la Pariser Platz, donde se encuentran algunos de los edificios más importantes de la ciudad, como la embajada de Estados Unidos, la Academia de Bellas Artes, el Museo Kennedy o el Palacio de Wrangler, entre otros.
A escasos metros se encuadra el Reichstag o Parlamento alemán, un edificio construido en 1894 pero que se fue deteriorando con el paso de los años y de los acontecimientos. Después de la reunificación, y todavía en la actualidad, sigue estando activo y se considera el centro de la política alemana. Una de las atracciones turísticas del Reichstag es su cúpula de cristal, diseñada por Norman Foster en 1999 y que recuerda a la original que fue destruida tras la Segunda Guerra Mundial.
Seguimos caminando y nos encontramos con el Monumento al Holocausto, dedicado a las víctimas judías que murieron durante el genocidio nazi en la Segunda Guerra Mundial. Está compuesto por 2.711 bloques de hormigón de diferentes tamaños y ocupa una extensión de 19.000 metros cuadrados. Debajo de esta impresionante construcción, se encuentran unas salas donde se narra la fatídica historia de miles de personas, su biografía y se proyectan los nombres y fechas de nacimiento de cada una.
Potsdamer Platz fue una de las plazas más transitadas de Europa durante los años 20 y 30, llena de cafés y tiendas. Sin embargo, fue arrasada durante las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial y cuando se construyó el Muro quedó totalmente vacía. Con la reunificación, se volvió a reconstruir dando un toque futurista con la implantación de edificios más altos y modernos. Algunos de los edificios que se encuentran en Potsdamer Platz son la Torre Debis o el Centro Sony.
El viajero no puede marcharse de Berlín sin visitar algún vestigio del Muro de Berlín, aunque la mayor parte fue derribado en los días siguientes a su caída. Junto a otros puntos de interés de la ciudad, todavía se conservan algunos restos como por ejemplo, el ubicado al norte del centro de la ciudad en la calle Mühlenstrasse, que mide 1.316 metros de longitud y está decorado con pinturas diversas.
Pero además de las visitas típicamente turísticas, Berlín alberga una gran cantidad de museos con obras de todos los estilos y épocas. Algunos de los más importantes son: Pergamonmuseum, Altes Museum, Alte Nationalgalerie, Hamburger Bahnhof, Friedrichswerder, Nueva Galeria Nacional, Ägyptisches Museum ó Ethnologisches Museum.
El turista que elija Berlín como punto de destino tendrá la posibilidad de empaparse de su cultura, su arquitectura, su arte, su vida nocturna, su gastronomía..., todo marcado por el duro carácter de su bagaje histórico.
¿Qué visitar en Berlín?
Quizá uno de los monumentos más emblemáticos de Berlín es la Puerta de Brandenburgo, ubicado en el centro de la ciudad y que fue construido imitando los edificios clásicos de Atenas. En su origen era la puerta de la ciudad hacia el este, y tras la construcción del Muro quedó inaccesible, ya que se encontraba entre el límite del Berlín Este y el Muro. En la actualidad, este lugar supone un punto de encuentro y paso para cientos de turistas y berlineses.
En la Puerta de Brandenburgo se inicia el bulevar Unter den Linden, uno de los principales de la ciudad, y que finaliza en el puente de Schlössbrücke. En esta avenida se encuentran las principales embajadas, edificios emblemáticos como el Arsenal o Zeughaus, la Ópera, la Universidad, la Biblioteca Universitaria, la catedral de Santa Eduvigis, entre otros.
Sin ir muy lejos de la Puerta de Brandenburgo encontramos la Pariser Platz, donde se encuentran algunos de los edificios más importantes de la ciudad, como la embajada de Estados Unidos, la Academia de Bellas Artes, el Museo Kennedy o el Palacio de Wrangler, entre otros.
A escasos metros se encuadra el Reichstag o Parlamento alemán, un edificio construido en 1894 pero que se fue deteriorando con el paso de los años y de los acontecimientos. Después de la reunificación, y todavía en la actualidad, sigue estando activo y se considera el centro de la política alemana. Una de las atracciones turísticas del Reichstag es su cúpula de cristal, diseñada por Norman Foster en 1999 y que recuerda a la original que fue destruida tras la Segunda Guerra Mundial.
Seguimos caminando y nos encontramos con el Monumento al Holocausto, dedicado a las víctimas judías que murieron durante el genocidio nazi en la Segunda Guerra Mundial. Está compuesto por 2.711 bloques de hormigón de diferentes tamaños y ocupa una extensión de 19.000 metros cuadrados. Debajo de esta impresionante construcción, se encuentran unas salas donde se narra la fatídica historia de miles de personas, su biografía y se proyectan los nombres y fechas de nacimiento de cada una.
Potsdamer Platz fue una de las plazas más transitadas de Europa durante los años 20 y 30, llena de cafés y tiendas. Sin embargo, fue arrasada durante las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial y cuando se construyó el Muro quedó totalmente vacía. Con la reunificación, se volvió a reconstruir dando un toque futurista con la implantación de edificios más altos y modernos. Algunos de los edificios que se encuentran en Potsdamer Platz son la Torre Debis o el Centro Sony.
El viajero no puede marcharse de Berlín sin visitar algún vestigio del Muro de Berlín, aunque la mayor parte fue derribado en los días siguientes a su caída. Junto a otros puntos de interés de la ciudad, todavía se conservan algunos restos como por ejemplo, el ubicado al norte del centro de la ciudad en la calle Mühlenstrasse, que mide 1.316 metros de longitud y está decorado con pinturas diversas.
Pero además de las visitas típicamente turísticas, Berlín alberga una gran cantidad de museos con obras de todos los estilos y épocas. Algunos de los más importantes son: Pergamonmuseum, Altes Museum, Alte Nationalgalerie, Hamburger Bahnhof, Friedrichswerder, Nueva Galeria Nacional, Ägyptisches Museum ó Ethnologisches Museum.
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