Descubre las claves para realizar una entrevista de trabajo exitosa
En los tiempos que corren, con la crisis económica y el alto índice de paro laboral, conseguir una entrevista de trabajo no es fácil, y cuando llega el momento tenemos muchos competidores optando al mismo puesto, por lo que los entrevistadores de recursos humanos ponen en práctica ciertas técnicas, éticas o no, para poder vislumbrar cuál de los candidatos es el mejor para el puesto. La clave está en salir airoso de la encerrona en que nos ponga el entrevistador.
Vamos a escenificar cinco posibles situaciones que nos podemos encontrar en una entrevista de trabajo, para ayudarte a saber responder con elegancia e inteligencia, sin quedarte bloqueado o en blanco.
Te falta experiencia: la tengas o no, probablemente "tu experiencia" no le parezca suficiente para el puesto. Tu contestación en este caso es potenciar la que sí puedas tener y relacionarla lo más posible con el puesto a cubrir, pero incidiendo en que lo que te pueda faltar de experiencia lo compensan tus ganas de aprender y tu capacidad de hacerlo rápidamente. Ante esta frase, piensa que te puede faltar experiencia, pero te sobra motivación y ganas de aprender.
Tu formación no es la adecuada al puesto: explica que la formación que tú tienes, además de unos conocimientos generales sobre la materia en cuestión, que sería bueno mencionar al entrevistador para que le quede claro que sí sabes de qué hablas, te ha proporcionado además una serie de valores, aptitudes y actitudes no menos importantes en un puesto de trabajo: capacidad de sacrificio, trabajo en equipo, capacidad analítica, flexibilidad, polivalencia, habilidades sociales...o lo que toque decir en ese momento.
Eres muy joven: como en todos estos casos, la clave es salir airoso de la objeción, darle la vuelta sin aparentar prepotencia por nuestra parte. Recalca a tu entrevistador los valores que esa juventud puede aportar en un negocio como este, así como la no obsolescencia de tu formación, con todo fresco en tu cerebro, y el dominio de los últimos avances o técnicas.
Eres muy mayor: si en el anterior caso la objeción suele ser la excusa para que veas justo un sueldo menor o un contrato en prácticas, en este caso suele serlo para lo primero. Tu misión ante esta situación es relatar todas las ventajas que te aporta la experiencia acumulada a lo largo de los años. Reflexividad, conocimiento del negocio, visión global, conocimiento de muchas áreas, especialización en algunos sectores... aprende a venderte.
La gente hoy en día no se compromete: y tú pensarás que por algo será. Pero mejor explica al entrevistador que tu opinión es que crees que la relación entre un empleado y la empresa tiene que ser de confianza mutua y que la estabilidad laboral es para obtener un beneficio ambas partes. Tu intención en caso de que te contraten es la de intentar hacerlo mejor cada día, para que la empresa cumpla sus objetivos y porque esperas que ello redunde en un crecimiento profesional y personal tuyo.
Pueden darse muchas más objeciones en una entrevista, pero todas con el objetivo de conocer mejor al entrevistado y saber cómo se desenvuelve ante negativas y otras cuestiones difíciles. Esto es parecido a una negociación para cerrar una venta. El que compra pone objeciones y críticas ante el nuevo producto, aunque esté deseoso de comprarlo, para asegurarse de que va a llevarse la mejor opción. Y el que vende tiene que demostrar que vale lo que vale por sus muchas cualidades y que el comprador va a llevarse lo mejor del mercado (laboral).
Vamos a escenificar cinco posibles situaciones que nos podemos encontrar en una entrevista de trabajo, para ayudarte a saber responder con elegancia e inteligencia, sin quedarte bloqueado o en blanco.
Te falta experiencia: la tengas o no, probablemente "tu experiencia" no le parezca suficiente para el puesto. Tu contestación en este caso es potenciar la que sí puedas tener y relacionarla lo más posible con el puesto a cubrir, pero incidiendo en que lo que te pueda faltar de experiencia lo compensan tus ganas de aprender y tu capacidad de hacerlo rápidamente. Ante esta frase, piensa que te puede faltar experiencia, pero te sobra motivación y ganas de aprender.
Tu formación no es la adecuada al puesto: explica que la formación que tú tienes, además de unos conocimientos generales sobre la materia en cuestión, que sería bueno mencionar al entrevistador para que le quede claro que sí sabes de qué hablas, te ha proporcionado además una serie de valores, aptitudes y actitudes no menos importantes en un puesto de trabajo: capacidad de sacrificio, trabajo en equipo, capacidad analítica, flexibilidad, polivalencia, habilidades sociales...o lo que toque decir en ese momento.
La edad siempre es un factor negativo en las empresas
Eres muy joven: como en todos estos casos, la clave es salir airoso de la objeción, darle la vuelta sin aparentar prepotencia por nuestra parte. Recalca a tu entrevistador los valores que esa juventud puede aportar en un negocio como este, así como la no obsolescencia de tu formación, con todo fresco en tu cerebro, y el dominio de los últimos avances o técnicas.
Eres muy mayor: si en el anterior caso la objeción suele ser la excusa para que veas justo un sueldo menor o un contrato en prácticas, en este caso suele serlo para lo primero. Tu misión ante esta situación es relatar todas las ventajas que te aporta la experiencia acumulada a lo largo de los años. Reflexividad, conocimiento del negocio, visión global, conocimiento de muchas áreas, especialización en algunos sectores... aprende a venderte.
La gente hoy en día no se compromete: y tú pensarás que por algo será. Pero mejor explica al entrevistador que tu opinión es que crees que la relación entre un empleado y la empresa tiene que ser de confianza mutua y que la estabilidad laboral es para obtener un beneficio ambas partes. Tu intención en caso de que te contraten es la de intentar hacerlo mejor cada día, para que la empresa cumpla sus objetivos y porque esperas que ello redunde en un crecimiento profesional y personal tuyo.
Pueden darse muchas más objeciones en una entrevista, pero todas con el objetivo de conocer mejor al entrevistado y saber cómo se desenvuelve ante negativas y otras cuestiones difíciles. Esto es parecido a una negociación para cerrar una venta. El que compra pone objeciones y críticas ante el nuevo producto, aunque esté deseoso de comprarlo, para asegurarse de que va a llevarse la mejor opción. Y el que vende tiene que demostrar que vale lo que vale por sus muchas cualidades y que el comprador va a llevarse lo mejor del mercado (laboral).
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