No quiero ir a trabajar: claves para recuperar la motivación laboral

Puede que no estés en el trabajo de tus sueños, pero hasta ahora no te habías preocupado por tu estado anímico. De pronto un día piensas: no quiero ir a trabajar. Y lo mismo ocurre al día siguiente, y al otro y al otro...¿Qué te está pasando? No lo dejes pasar porque la desmotivación en el trabajo puede afectar a otros ámbitos de tu vida. Así que hemos encontrado las claves para recuperar la motivación laboral.

No quiero ir a trabajar: por qué te ocurre

Pero antes de recuperar esa motivación perdida tienes que conocer la causa de la desmotivación. No quieres ir a trabajar pero, ¿sabes por qué? Las causas de esa falta de interés y ganas en tu trabajo pueden ser variadas y algunas pueden ser graves. ¿Cómo está tu salud mental? Porque la depresión es una de las causas más frecuentes para perder la motivación en el trabajo.

Descartando la depresión o un entorno hostil en el trabajo hasta el punto de estar sufriendo mobbing, que son situaciones que se deben tratar urgentemente, puedes centrarte en otras causas que puedes solucionar por ti misma. Puede que tu trabajo sea demasiado rutinario o monótono y te estés aburriendo, puede que sufras desgaste por falta de reconocimiento a tu esfuerzo, puede que estés pasando un momento personal de desmotivación o que no le encuentres sentido a la vida en general.

Aunque por desgracia, la mayoría de las veces la desmotivación laboral se encuentra en ese desequilibrio entre lo que tú aportas a tu trabajo y lo que tu trabajo te aporta a ti. En otras palabras, que la remuneración no es acorde a tu esfuerzo y así se pierden las ganas.

Cómo recuperar la motivación laboral

Saber que estás en un momento delicado y que te urge recuperar la motivación laboral es un paso pero, ¿cuál es el siguiente paso? Tenemos algunas ideas para que cambies el chip a la hora de ir a trabajar.

+ Cambia tu rutina al despertar

Sí, perdónanos, pero esto implica poner el despertador un rato antes. Este esfuerzo por madrugar un poco más se verá recompensado si dedicas esos minutos de más a hacer mindfulness, yoga o si te gusta salir a correr. Dentro de esa recompensa también se encuentra un delicioso desayuno bien completo. Puedes hacer lo que quieras en esos minutos arañados a tu sueño, pero siempre cosas que te hagan sentir bien. Así empezarás el día con otra perspectiva.

+ Reflexiona sobre tu trabajo

¿Es tu trabajo ideal?, ¿te gusta tu trabajo? Tal vez estás esforzándote en el lugar inadecuado. Piensa también qué opciones tienes y qué puedes hacer para acercarte más a lo que te gustaría dedicarte. Ponte a ello, diseña un plan, pero mientras tanto, tienes que mantenerte en este trabajo y con la mejor actitud posible, ¿verdad?

+ Cosas que te hacen feliz

Puedes pensar en el trabajo como el medio para conseguir las cosas que te hacen feliz. Comprar libros, ir al teatro, viajar, decorar tu casa, hacer regalos a tus seres queridos... Tu trabajo posibilita todas esas cosas, no solo cubre tus necesidades básicas.

+ ¿Hay algo que puedas cambiar de tu trabajo?

No se puede hacer en todos los casos, pero fíjate bien si puedes cambiar alguna rutina, hacerlo más divertido, más atractivo o, en cualquier caso, introducir algún cambio que lo haga diferente. Muchas veces para cambiar el fondo basta con cambiar la forma.

+ Y desconecta

Puede parecer contradictorio que te recomendemos olvidarte de tu trabajo por unos días para recuperar la motivación, pero es la mejor receta. Unos días de vacaciones sin pensar en el trabajo puede hacer maravillas a la hora de recuperar las ganas. Porque muchas veces no es que estés desmotivada, es que estás cansada. 

Con estos trucos conseguirás resultados en unos pocos días. Y lo más importante, no te preocupes demasiado por no querer ir a trabajar para que no se convierta en un pensamiento obsesivo. Al fin y al cabo, nadie espera que llegues cantando a la oficina.

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