Me he dormido: consejos para salvar el día
Seguro que te ha pasado alguna vez, especialmente algún lunes que otro. O no ha sonado el despertador o no lo has oído, pero el caso es que para cuando consigues abrir los ojos te das cuenta de que hace ya un buen rato que tenías que haber salido de casa. Tal y como están las cosas no te puedes permitir poner en peligro tu puesto de trabajo y para eso es fundamental no llegar tarde a trabajar. Pero obviamente tampoco quieres llegar de cualquier manera y que todos se den cuenta de que te has quedado dormida.
Cómo vestirte, qué desayunar...
Ante todo debes evitar que el pánico se apodere de ti. Puede que te sientas fatal porque no sueles ser una persona impuntual y no quieres que en tu trabajo piensen que eres una irresponsable. Sobre todo recuerda que a todos nos ha pasado alguna vez. Pero tienes que mantener la cabeza fría para conseguir adecentarte en el menor tiempo posible.
Olvídate de saltarte la ducha porque es fundamental para que te sientas bien. No hace falta que estés media hora bajo el agua, con tres minutos te bastará y, eso sí, hoy no hace falta que te apliques la crema corporal, ni el anticelulítico, ni el reafirmante... Sólo por hoy.
No te compliques con la ropa, coge de tu armario la camisa blanca y el pantalón negro y con esas prendas básicas aciertas seguro. Abre el bolso y ve metiendo en él tu crema facial hidratante, la base de maquillaje, la máscara de pestañas y la barra de labios. No hay tiempo para escoger la sombra de ojos esta vez. Y no te olvides del cepillo del pelo.
Tampoco hace falta que vayas a trabajar sin desayunar porque nadie quiere que llegues desfallecida, pero es cierto que hoy no hay tiempo para hacerte unas tostadas o prepararte el café. Tómate un vaso de zumo y coge unas cuantas barritas de cereales y alguna fruta.
Excusas para cuando te quedas dormida
Ya tienes todo lo que necesitas y ahora ya puedes salir corriendo. Cómete la barrita de cereales mientras coges las llaves y llamas al ascensor, el resto del desayuno lo puedes comer a media mañana. Aprovecha el ascensor para echarte la crema hidratante y vete localizando en tu bolso el resto del maquillaje.
No pasa nada porque te maquilles en el metro o en el autobús, fíjate a partir de hoy y verás cómo hay mucha gente que lo hace. Claro que no es lo más cómodo, pero a grandes males, grandes remedios. De esta manera no conseguirás llegar puntual al trabajo pero reducirás considerablemente el retraso. Así que utiliza el resto de las paradas del trayecto para buscar alguna excusa coherente.
Si tienes hijos estás de suerte porque son un recurso perfecto que nadie se atreve a replicar. Puedes utilizar también a tu mascota que estaba en problemas y no quería volver a casa o a tu lavadora que te ha provocado un pequeño desastre doméstico. La clave está en resultar convincente y natural y sobre todo, no te dejes vencer por el catastrofismo, porque no siempre acaba mal lo que mal empieza y hoy también puede ser un gran día. Aunque te hayas quedado dormida.
Puedes leer más artículos similares a Me he dormido: consejos para salvar el día, en la categoría de Autoayuda en Diario Femenino.
Publicado:
Actualizado: