Del sauce blanco a la aspirina casera
Recientemente la organización británica Cancer Research UK convirtió en noticia el resultado de una de sus investigaciones en la que se asegura que tomar cierta dosis de aspirina de manera regular a partir de los 40 años reduce el riesgo de padecer cáncer en la vejez pues ese medicamento bloquea las enzimas COX, encargadas de permitir el desarrollo de esa enfermedad.
Pero esto es solo otra de las bondades del ácido acetilsalicílico, una sustancia obtenida originalmente del sauce blanco, planta que fue empleada históricamente por las dinastías chinas, la Grecia antigua y la Europa medieval como antipirético y analgésico.
En 1882 el farmacéutico francés Leroux extrae, por primera vez, la salicina del sauce, pero fue la empresa Bayer la pionera en el mercado y gracias a eso obtuvo jugosos dividendos.
El sauce blanco es un árbol que puede alcanzar los 20 metros de altura. Crece muy bien en las orillas de arroyos o terrenos anegados donde sus ramas, delgadas y flexibles, tienen una increíble capacidad para enraizar y quedar como clavadas al suelo por diferentes puntos.
Las hojas son lanceoladas, lustrosas en el haz y cubiertas de una pelusilla plateada en el envés. En los ejemplares añosos, la corteza tiene profundas fisuras a lo largo, pero debido a su alto contenido de tanino, no se pudre.
El sauce blanco florece en primavera y sus frutos son como cápsulas que contienen gran cantidad de semillas recubiertas de pelusas.
Las hojas y flores se recogen en primavera, otoño e invierno. Se secan a la sombra y se guardan en bolsitas de tela. La corteza se extrae de ramas que tengan de dos o tres años y también se secan a la sombra. Justo de la corteza, las hojas y, en especial, de las flores, se obtiene la salicina -principio activo- que sometida a varias reacciones bioquímicas, da lugar al ácido acetilsalicílico, conocido universalmente como aspirina.
Pero si tiene un sauce cerca no pierda la oportunidad de valerse de sus virtudes tal como lo hicieron nuestros antepasados y hierva, durante 25 minutos, 30 gramos de corteza desmenuzada en un litro de agua. Puede beber 4 0 5 tacitas al día si tiene fiebre, dolores o reuma.
Si le duele el estómago o tiene acidez gástrica, tome tres cucharaditas por día de polvo de corteza molida, o prepare un cocimiento de 40 gramos de polvo de corteza en un litro de agua, y tome 4 o 5 tacitas al día.
La infusión de una cucharadita de ese polvo de salicina en una taza de agua hirviendo sirve como antiespasmódico, sedante y analgésico.
La tintura se prepara haciendo macerar, durante 10 ó 12 días, 20 gramos de corteza seca en una mezcla de 80 gramos de alcohol puro y 20 gramos de agua destilada. Transcurrido el tiempo indicado, se cuela y se conserva en un frasco de vidrio oscuro. Se toman 3 cucharaditas al día, diluidas en agua.
Otro uso de de la corteza de sauce es para lavar las heridas infestadas. Para ello haga un cocimiento con 60-70 gramos de corteza desmenuzada en un litro de agua, déjela hervir durante 10 minutos. Luego de reposar 15 minutos, cuele el líquido resultante y empléelo como compresas o para limpiar las heridas.
Pero esto es solo otra de las bondades del ácido acetilsalicílico, una sustancia obtenida originalmente del sauce blanco, planta que fue empleada históricamente por las dinastías chinas, la Grecia antigua y la Europa medieval como antipirético y analgésico.
Las bondades del ácido acetilsalicílico
En 1882 el farmacéutico francés Leroux extrae, por primera vez, la salicina del sauce, pero fue la empresa Bayer la pionera en el mercado y gracias a eso obtuvo jugosos dividendos.
El sauce blanco es un árbol que puede alcanzar los 20 metros de altura. Crece muy bien en las orillas de arroyos o terrenos anegados donde sus ramas, delgadas y flexibles, tienen una increíble capacidad para enraizar y quedar como clavadas al suelo por diferentes puntos.
Las hojas son lanceoladas, lustrosas en el haz y cubiertas de una pelusilla plateada en el envés. En los ejemplares añosos, la corteza tiene profundas fisuras a lo largo, pero debido a su alto contenido de tanino, no se pudre.
Infusión de sauce blanco, aspirina casera
El sauce blanco florece en primavera y sus frutos son como cápsulas que contienen gran cantidad de semillas recubiertas de pelusas.
Las hojas y flores se recogen en primavera, otoño e invierno. Se secan a la sombra y se guardan en bolsitas de tela. La corteza se extrae de ramas que tengan de dos o tres años y también se secan a la sombra. Justo de la corteza, las hojas y, en especial, de las flores, se obtiene la salicina -principio activo- que sometida a varias reacciones bioquímicas, da lugar al ácido acetilsalicílico, conocido universalmente como aspirina.
Pero si tiene un sauce cerca no pierda la oportunidad de valerse de sus virtudes tal como lo hicieron nuestros antepasados y hierva, durante 25 minutos, 30 gramos de corteza desmenuzada en un litro de agua. Puede beber 4 0 5 tacitas al día si tiene fiebre, dolores o reuma.
Si le duele el estómago o tiene acidez gástrica, tome tres cucharaditas por día de polvo de corteza molida, o prepare un cocimiento de 40 gramos de polvo de corteza en un litro de agua, y tome 4 o 5 tacitas al día.
La infusión de una cucharadita de ese polvo de salicina en una taza de agua hirviendo sirve como antiespasmódico, sedante y analgésico.
La tintura se prepara haciendo macerar, durante 10 ó 12 días, 20 gramos de corteza seca en una mezcla de 80 gramos de alcohol puro y 20 gramos de agua destilada. Transcurrido el tiempo indicado, se cuela y se conserva en un frasco de vidrio oscuro. Se toman 3 cucharaditas al día, diluidas en agua.
Otro uso de de la corteza de sauce es para lavar las heridas infestadas. Para ello haga un cocimiento con 60-70 gramos de corteza desmenuzada en un litro de agua, déjela hervir durante 10 minutos. Luego de reposar 15 minutos, cuele el líquido resultante y empléelo como compresas o para limpiar las heridas.
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