Ciática: prevención, alivio y tratamiento
Un intenso latigazo que te paraliza y un dolor punzante que parece que no va a terminar. Se trata de la ciática y es una afección más común de lo que nos gustaría. Se produce cuando el nervio ciático está presionado y el dolor se extiende desde la zona lumbar hasta la pierna. La intensidad del dolor puede variar de leve, sintiendo un hormigueo en la zona afectada, hasta los casos más graves en los que la persona aquejada de ciática pierde temporalmente la movilidad.
Tratamiento de la ciática
El dolor de la ciática suele empezar de manera lenta en un costado y luego va extendiéndose e intensificándose, sobre todo por las noches, al sentarnos o incluso, al estornudar o reírnos. Las causas que lo provocan pueden ser muy variadas, la mayoría de las veces, el nervio ciático se daña por una hernia del disco intervertebral, pero también puede deberse a un traumatismo, una fractura de la pelvis o una mala postura continuada que presione esa zona.
La ciática puede remitir por sí sola, pero en la mayoría de los casos requiere un tratamiento que puede incluir fármacos, fisioterapia y, en los casos más graves, una intervención quirúrgica.
Entre los medicamentos recomendados están los analgésicos y los antinflamatorios para aliviar el dolor. Y también se suele aplicar calor y frío alternándolos.
En contra de lo que pudiera parecer, ya que la ciática dificulta la movilidad, hay que evitar el reposo en cama y esforzarse por recuperar poco a poco las actividades diarias.
En la mayoría de los casos de ciática, el tratamiento más efectivo es la fisioterapia, que suele incluir masajes liberadores del nervio ciático y descontracturantes, criomasajes, electroterapia y ejercicios para recuperar la movilidad y la fuerza.
Prevención y alivio de la ciática
Además del tratamiento médico, si sufres de ciática puedes probar a paliar sus síntomas con algunos remedios caseros, que en cualquier caso, no te perjudicarán. La vitamina C, por ejemplo, previene el deterioro de los discos lumbares y el zumo de saúco alivia los dolores de espalda.
Recomiendan también estirar el músculo piriforme, que está situado en el interior de cada nalga así como presionar las nalgas con los dedos. No falta la advertencia de que fumar disminuye el flujo sanguíneo a los huesos, por lo que está especialmente contraindicado en casos de ciática.
No podemos olvidar que los episodios de ciática suelen ser recurrentes, pero si observamos ciertas pautas saludables podremos conseguir evitar muchos de los casos. Es fundamental mantener una correcta higiene postural de la columna, algo que es extremadamente importante y sin embargo, le prestamos muy poca atención. Pasar mucho tiempo sentado es uno de los peores hábitos que pueden favorecer la aparición de ciática. Y conviene evitar, en la medida de lo posible, los traumatismos en la zona lumbar o pélvica.
Por otra parte, una buena medida para evitar la ciática, es practicar ejercicios que favorezcan el abdomen y la espalda, y por supuesto, mantener un peso adecuado.
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