Estrategias útiles para trabajar tu voz (y que sea más atractiva y bonita)

Ejercicios que puedes hacer todos los días para mejorar tu voz

Laura Martín, Logopeda
En este artículo
  1. Claves prácticas para que tu voz sea más atractiva y atraiga la atención 

En la sociedad actual en la que vivimos las grandes empresas ya no quieren nuestro dinero. El bien inmaterial más preciado que todas esas empresas desean es nuestra atención, nuestro tiempo. Y hacen lo que sea para captarla y retenerla. Son múltiples las estrategias de marketing que lo consiguen, incluso dentro del marketing hay una sección llamada neuromarketing.

¿Y si te decimos que desde hace mucho tiempo la voz ha sido una de las herramientas más utilizadas por las marcas para conseguir sus objetivos? Seguramente si te citamos nombres de personas famosas podrás reconocer su voz sin apenas esfuerzo. Y es que esas personas, como Teresa Campos o Concha Velasco, han dedicado parte de su vida a la comunicación, y su voz las ha diferenciado.

¿Qué hace que sus voces "enganchen"?, ¿por qué les regalamos nuestro tiempo y nuestra atención?, ¿qué podemos hacer nosotras para conseguir el mismo efecto? En Diario Femenino te traemos una larga lista de estrategias clave para trabajar la voz y que sea más atractiva y bonita. ¡Toma nota de todas ellas!

Claves prácticas para que tu voz sea más atractiva y atraiga la atención 

La voz es una herramienta crucial para comunicar, inspirar y liderar. Cada matiz, tono y pausa puede influir poderosamente en cómo somos percibidas y en la respuesta de los demás a nuestro mensaje. A continuación exploraremos algunas formas de trabajar la voz para que no solo sea atractiva, sino también capaz de retener la atención del público:

+ Conseguir una voz clara

No se trata de utilizar el lenguaje con precisión, sino de tener una voz limpia, con brillo, sin ruido que moleste en le oído del oyente. Para conseguir una voz así es necesario que cada día mantengas una buena hidratación, un buen descanso y practiques ejercicios vocales que eliminen cualquier factor generador de ruido, como por ejemplo los mocos.

+ Tono adecuado

La voz de las mujeres es más aguda que la de los hombres, pero tampoco hace falta que sea tan aguda o estridente que llegue a molestar. El tono de la voz, además, va descendiendo con la edad por las hormonas, pero es esencial trabajar con ejercicios vocales para no perder flexibilidad y poder dar al discurso la musicalidad que necesite.

¿Te imaginas ir a un congreso y que toda una conferencia suene en el mismo tono? Eso duerme a cualquiera. Una de las mejores formas para captar la atención de los oyentes son las variaciones de tono y se puede practicar de forma muy sencilla a través de escalas, melodías y canciones.

+ Modulación

Las emociones están ligadas a la voz indiscutiblemente. Si estamos contentas hablamos más rápido, más agudo y con peor dicción. Si estamos tristes sucede lo contrario. Manejar estos aspectos en función del estado emocional que queremos transmitir con nuestro discurso es clave para retener la atención de nuestros posibles clientes o de nuestros oyentes. Modulando la voz seremos capaces de transmitir pasión, empatía y determinación en nuestra comunicación.

+ Volumen controlado

Ni mucho, ni poco. Ni alto, ni bajo. Debemos ser capaces de adaptar el volumen o intensidad de nuestra voz al espacio, al público y al mensaje que estamos comunicando. Ni en un hospital podemos hablar a gritos, ni en un concierto podemos comunicarnos con susurros. Te proponemos que practiques tu "speech" a diferentes intensidades y veas con cuál te sientes más cómoda. Una vez que lo sepas, varía la intensidad de la voz como ejercicio para lograr una adaptación rápida que después puedas poner en práctica.

+ Pausas estratégicas

Muchas veces en los silencios está la información más relevante. Un silencio usado de forma adecuada puede llevar al oyente a la reflexión que queremos que haga, a la toma de acción que necesita, a que vuelva a prestarnos atención si se ha "desconectado" de nosotras. Las pausas no son silencios vacíos, son momentos de énfasis estratégicos que debemos manejar para marcar y exaltar diferentes puntos de nuestro discurso.

+ Entonación expresiva

No se trata de hablar cantando, ni de que nuestra voz parezca postiza o infantilizada. Un discurso bien entonado puede matizar ciertos puntos del mismo sin necesidad de repetir conceptos una y otra vez para que "calen" en el oyente. No se trata de transmitir solo palabras, sino también la fuerza y relevancia de las mismas.

+ Buena dicción

Más allá del acento, si necesitas tu voz para tu negocio o trabajo es necesario que se te entienda bien. No hay nada peor que la desconexión por falta de entendimiento. Cada letra, cada sonido tiene que tener su espacio en el discurso. Un truco para mejorar tu dicción es la lectura aislada de las vocales del texto que vayas a recitar. Y también la lectura aislada de las consonantes para escuchar cómo las pronuncias y evitar sonidos añadidos que dificultan la escucha.

+ Velocidad adecuada

A veces queremos decir demasiado en muy poco tiempo, nos aceleramos y las palabras salen de nuestra boca atropelladas. Cuando esto sucede no solo se altera la velocidad del discurso, también la dicción se vuelve más imprecisa, se entona menos, el tono se eleva y el mensaje, al final, no llega al oyente como nos gustaría. Si por el contrario, nuestro discurso es demasiado lento, podrá parecer pedante, lejano al oyente y éste desconectará al sentir una distancia muy grande con la persona que está comunicando.

+ Confianza

Cuando todos los aspectos de la voz están trabajados y hay un propósito claro en lo que estamos comunicando, lo que nuestra voz transmite es confianza. Es verdad. Sin embargo, cuando no existe esta alineación, el oyente percibe una incongruencia entre la persona que comunica y el mensaje, no se cree lo que le están contando y desconecta. Por eso algunos líderes políticos tienen más votantes que otros. Por eso algunos locutores tienen más oyentes que otros. Comunica desde tu verdad, eso es de lo más atractivo que puedes transmitir a tu publico.

+ Conexión emocional

La verdad que te comentábamos en el punto anterior es la que genera directamente esta conexión emocional. Tienes el poder de transmitir las emociones que tu quieras a tu audiencia, aprovéchalo, entrénalo y ponlo en práctica a diario.

Como ves, la voz se convierte en una herramienta esencial en nuestro día a día. Al comprender y cultivar estas estrategias para hacer tu voz más atractiva y bonita podrás no solo atraer y retener la atención de tu publico (ya sean oyentes, alumnos, clientes, pacientes…), sino también inspirar un cambio duradero en ellos.

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