Pérdidas de orina en mujeres jóvenes

La pérdida de orina es un problema muy frecuente entre la población femenina de más de 45 años. Como sucede con muchos de los problemas ginecológicos o con muchas características físicas de la mujer, la incontinencia urinaria se ve en la mayoría de los casos rodeada de un silencio tal que la mujer afectada no acude al médico hasta que el problema es ya muy evidente. Pero teniendo en cuenta que las pérdidas de orina constituyen un problema de salud que puede afectar a tu vida personal, llegando incluso a llevarte a un estado depresivo, conviene pedir ayuda médica ante los primeros síntomas, independientemente de la edad que tengas.

Incontinencia urinaria

Y es que las pérdidas involuntarias de orina también afectan a las mujeres más jóvenes, ya que las causas de esta afección pueden ser variadas. En realidad, se trata de un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico que dificulta la retención de la orina en la vejiga y produce la expulsión involuntaria ante cualquier movimiento abdominal, ya sea reír, estornudar, toser, o agacharse.

El debilitamiento del suelo pélvico puede deberse a múltiples factores, como la edad, las cirugías, la obesidad, el estrés o el estreñimiento, pero también pude debilitarse por la práctica de algunos deportes de impacto como el boxeo, el baloncesto, la hípica o las artes marciales. Aunque el principal motivo de las pérdidas de orina en las mujeres jóvenes es el embarazo y el parto, debido a la dilatación muscular de la zona.

Prevenir las pérdidas de orina

La prevención juega un papel clave a la hora de evitar estas desagradables pérdidas de orina. Para los casos más graves se necesitará medicación y, a veces también cirugía. Pero nosotras mismas también podemos prevenir tener problemas de incontinencia en un futuro, o mejorar considerablemente el funcionamiento de nuestra vejiga si ya estamos sufriendo este problema.

El primer paso es entrenar a la vejiga y establecer unos horarios para ir al baño. Al principio nos costará más aguantar, pero con el tiempo lograremos espaciar las veces que necesitamos orinar. Este entrenamiento de la vejiga tiene que ir acompañado de unos ejercicios orientados a reforzar los músculos del suelo pélvico, conocidos como ejercicios Kegel.

Los ejercicios Kegel consisten en contraer los músculos pélvicos durante 10 segundos para relajarlos después otros 10 segundos y repetir esta acción 10 veces seguidas. Los especialistas recomiendan realizar estos ejercicios 3 veces al día, porque si se realizan muchas veces podríamos empeorar el problema de la incontinencia.

También es importante no contraer durante los ejercicios los músculos del abdomen y de glúteos y para conocer exactamente qué músculos del suelo pélvico son los que debemos ejercitar hay un sencillo truco, que consiste en detener la orina unos segundos cuando estamos en el baño.

Estos ejercicios Kegel destinados a fortalecer los músculos del suelo pélvico son una de las medidas fundamentales para evitar las pérdidas de orina y es algo que todas la mujeres deberíamos practicar tengamos o no este problema. En cualquier caso, ante las primeras pérdidas, por leves que sean, es necesario acudir al médico para que determine cuál es el mejor tratamiento para evitar que la incontinencia urinaria se convierta en un problema mayor.

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