Donantes de sangre: todos podemos salvar vidas

Ser donante es una de las acciones más valiosas que podemos hacer por otra persona. Adoptamos una actitud muy solidaria con determinadas causas, como la preservación del medio ambiente o la protección de los derechos humanos en recónditos lugares del mundo. Sin embargo no le prestamos demasiada atención a la donación de sangre. Un simple gesto para ti que puede salvar la vida de muchas personas. ¿Quieres ser donante de sangre?

Razones para ser donante de sangre

Son muchas las personas enfermas que requieren una transfusión de sangre para sobrevivir, víctimas de accidentes, determinadas cirugías, enfermos de cáncer... La transfusión de sangre se convierte en muchas ocasiones en el único recurso que le puede salvar la vida a un enfermo. El procedimiento es sencillo, pero se necesita sangre y tú puedes ser donante de sangre sin ningún riesgo para tu salud.

Hay algunos datos que pueden ayudar a que te decidas a donar tu sangre de forma regular. Con una donación de sangre se pueden salvar 3 vidas y las transfusiones de sangre salvan 75 vidas diarias. Parecen datos contundentes sobre la salud de las personas y todas podemos hacer algo para que se sigan salvando vidas diariamente. Ten en cuenta que la sangre ni puede fabricarse ni puede sustituirse por otro tratamiento, por eso es tan importante que la gente se haga donante y que los bancos de sangre de cada hospital estén siempre cubiertos.

Quién puede ser donante de sangre

Si te estás preguntando si eres apta para donar tu sangre, seguramente la respuesta es que sí. En principio, cualquier persona de entre 18 y 65 años que pese más de 50 kilos puede ser donante. En cualquier caso, puedes acudir a una asociación de donantes de sangre para que te informen de todo el procedimiento, algo que puedes hacer también en cualquier centro de salud.

Donar sangre no implica ningún riesgo para tu salud, porque la cantidad de sangre que te extraen se recupera fácilmente. Además, para garantizar la seguridad del enfermo y de la tuya propia realizan un exhaustivo análisis para comprobar tu grupo sanguíneo y para detectar posibles enfermedades como la sífilis, el sida, la hepatitis B o la hepatitis C. Por supuesto, en el caso de que encontrasen alguna anomalía en tu sangre, te informarían inmediatamente.

Además del análisis, para ser donante de sangre te realizan primero un cuestionario con el fin de conocer tu historial médico y asegurarse de que no has estado en los últimos meses en situaciones de riesgo para tu salud, como por ejemplo haber viajado a algunas zonas con presencia de paludismo o haber practicado relaciones sexuales sin protección con riesgo de haber contraído alguna enfermedad de transmisión sexual.

Como ves, donar sangre también supone una ventaja para tu salud. Para una mayor seguridad en las donaciones se establece una periodicidad de un máximo de 3 extracciones anuales en el caso de las mujeres y 4 veces en el de los hombres. No parece un gran esfuerzo teniendo en cuenta que un solo gesto puede salvar varias vidas.

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