La diabetes en las mujeres
Son muchas las personas que padecen diabetes, especialmente entre la población femenina. Se trata de una enfermedad crónica que afecta considerablemente a la calidad de vida y que surge cuando el páncreas no produce la suficiente insulina, produciendo así un aumento de la glucosa en la sangre. La diabetes de tipo 1 es una enfermedad que surge de improviso y no se puede prevenir, pero la diabetes más frecuente es la de tipo 2, que afecta sobre todo a mujeres y que puede prevenirse en la mayoría de los casos.
El riesgo de padecer diabetes
La diabetes más frecuente suele aparecer pasados los 40 años y parece que tienen un claro componente genético, aunque su principal causa es un modo de vida inadecuado. En la mayoría de los casos, la diabetes está asociada a la obesidad o a un aumento de peso considerable debido a una mala alimentación. Las mujeres son especialmente sensibles a sufrir esta enfermedad durante su embarazo y también tras la menopausia, debido a los cambios hormonales.
Existen unos factores de riesgo de padecer diabetes muy concretos, algo que facilita las políticas de prevención de esta enfermedad. Las personas que cuentan entre sus familiares con enfermos de diabetes, los mayores de 45 años, las personas con sobrepeso, con obesidad y las mujeres que han presentado en sus embarazos diabetes gestacional son especialmente propensas a padecer diabetes.
La diabetes conlleva una serie de riesgos para la salud, sobre todo la de las mujeres. Los casos de problemas cardiovasculares son muy frecuentes y se ha demostrado que el infarto es más letal en mujeres que en hombres. También pueden aparecer enfermedades del riñón y afecciones oculares, así como problemas neurológicos.
La diabetes se puede prevenir
Sin embargo, la diabetes se puede prevenir y es precisamente hacia donde deben dirigirse las acciones contra esta enfermedad. Es importante que la población conozca que, si bien, el factor genético es importante, el mantenimiento de unos hábitos de vida saludables, puede evitar la aparición de esta enfermedad. Llevar una alimentación sana y unos horarios regulares de comidas ayuda a combatir la obesidad, que es el desencadenante principal de la diabetes, así como de numerosos problemas de salud.
Además de una alimentación equilibrada que se fundamente en el consumo frecuente de frutas y verduras y evite las grasas, la práctica de ejercicio físico moderado es uno de los pilares en la prevención de la diabetes. Caminar al menos 30 minutos diarios es un ejercicio que está al alcance de cualquiera y se ha demostrado que reduce el riesgo de padecer diabetes.
En cualquier caso, si estás dentro de alguno de los grupos de riesgo o si te notas más cansada, con mucha sed, visión borrosa y las heridas tardan más en curarse, conviene que acudas al médico para que te haga una prueba de diabetes. Independientemente del resultado, no vendría mal que empezaras cuanto antes a modificar tus hábitos de vida y apostaras por una alimentación sana y por el ejercicio físico, así podrás prevenir la aparición de la diabetes en un futuro.
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