Cómo evitar infecciones y alergias en los ojos durante el verano
El agua de mar y de las piscinas puede provocar este tipo de alergias
En verano es importante no olvidar proteger y cuidar los ojos de los adultos y de los niños ya que la exposición a los rayos UVB y UVA del sol puede perjudicar nuestra salud ocular. USP Instituto Oftalmológico de Barcelona (USP IOB) alerta de los peligros y de las precauciones, así como recomendaciones y consejos que debemos tener en cuenta para cuidar nuestros ojos de los efectos de la alta luminosidad ambiental, la exposición al sol, el cloro de las piscinas o la sal del mar.
Los problemas más frecuentes que nos encontramos en verano "son sobretodo infecciones como la conjuntivitis o la sequedad ocular; alergias que hay que controlar para que no deriven en otras patologías más graves. También es importante protegerse de los rayos ultravioleta con unas gafas de sol adecuadas tanto los adultos como los niños y para evitar accidentes a consecuencia de la práctica deportiva", afirma el Dr. Antonio Arguedas, director médico de USP IOB.
El verano es una época propicia para la transmisión de enfermedades oculares, ya sean bacterianas o víricas, las más comunes de las cuales son la conjuntivitis y la queratoconjuntivitis.
El agua del mar y de las piscinas es irritante para los ojos y puede ser también un vehículo de transmisión de infecciones oculares. El uso de lentes de contacto en piscinas y playa aumenta el riesgo de contraer infecciones muy graves y de incrementar la sequedad ocular.
También son frecuentes los casos de irritaciones conjuntivales debido a una excesiva cloración del agua, por lo que se recomienda el uso de gafas de natación, que incluso pueden estar graduadas. Si aparecen síntomas como picor o escozor, nunca se deben frotar los ojos ya que causará un aumento de la inflamación y de las molestias, lo mejor es acudir al oftalmólogo.
Durante el verano los casos de conjuntivitis alérgica aumentan considerablemente. El sol, el polvo, los cambios de temperatura y la polinización que caracterizan a la primavera y parte del verano, constituyen los principales factores para contraer conjuntivitis.
Además de la alergia, hay otras enfermedades oculares que pueden coexistir con esta como el ojo seco, en la que la película lagrimal permite que los alérgenos y los compuestos tóxicos estén en contacto con la superficie ocular más tiempo y den comienzo a la reacción inflamatoria alérgica.
Según el Dr. Aguedas "es importante, cuando se empiezan a tener los primeros síntomas, acudir a la consulta del oftalmólogo ya que así podemos diagnosticar patologías asociadas como la blefaritis crónica o la meibomitis (inflamaciones del párpado)".
Algunos consejos para reducir las alergias son utilizar gafas de sol ya que reducen el contacto de los alérgenos con los ojos; poner en el aparato del aire acondicionado un filtro especial para alérgicos; reducir las actividades al aire libre hasta media mañana, ya que antes hay mayor cantidad de polen; utilizar gafas de natación, porque el cloro empeora las conjuntivitis alérgicas, o limpiarse las manos frecuentemente y evitar el contacto con los ojos.
La excesiva exposición a las radiaciones solares, sobre todo los rayos ultravioletas, puede provocar lesiones oculares típicas de esta época del año como queratitis (daños en la superficie de la cornea), conjuntivitis o cataratas prematuras. Además, estas radiaciones pueden acumularse en las estructuras oculares y aparecer los síntomas algún tiempo después.
Otro factor a tener en cuenta es el deterioro continuo de la capa de ozono, cuya función principal es la protección frente a las radiaciones ultravioletas lesivas para el ojo. Por eso, es importante usar gafas de sol homologadas ya que estas consiguen proteger de las radiaciones ultravioletas, disminuir la probabilidad de deslumbramiento, y amortiguar la luminosidad solar.
Una de las consultas típicas de las urgencias oftalmológicas en verano son los traumatismos derivados de la práctica del deporte, sobretodo de deportes como tenis, padel o squash que al utilizar pelotas pequeñas incrementan el riesgo de recibir el impacto de la bola en el ojo.
Se han dado casos de accidentes graves en que el impacto de la pelota provoca el estallido del glóbulo ocular o lesiones de corte en la superficie del mismo que pueden acabar provocando lesiones funcionales y anatómicas, a veces irreversibles.
Es recomendable el uso de gafas de protección ocular adaptadas a cada deporte para la prevención de accidentes. Por ejemplo, en el ciclismo las gafas evitan el impacto de cuerpos pequeños en los ojos, o en la natación evitan la irritación ocular debida a la cloración del agua.
Los niños son particularmente vulnerables a los perjudiciales rayos ultravioletas (UVA y UVB) y hay que prestarles una especial atención para prevenir irritaciones y alergias.
Como explica el Dr. Arguedas "igual que en los adultos, a los niños también se les debe proteger los ojos con gafas de sol homologadas y con un filtro protector contra los rayos ultravioleta o sino con un sombrero o gorra con visera".
Los problemas más frecuentes que nos encontramos en verano "son sobretodo infecciones como la conjuntivitis o la sequedad ocular; alergias que hay que controlar para que no deriven en otras patologías más graves. También es importante protegerse de los rayos ultravioleta con unas gafas de sol adecuadas tanto los adultos como los niños y para evitar accidentes a consecuencia de la práctica deportiva", afirma el Dr. Antonio Arguedas, director médico de USP IOB.
Infecciones habituales en verano
El verano es una época propicia para la transmisión de enfermedades oculares, ya sean bacterianas o víricas, las más comunes de las cuales son la conjuntivitis y la queratoconjuntivitis.
El agua del mar y de las piscinas es irritante para los ojos y puede ser también un vehículo de transmisión de infecciones oculares. El uso de lentes de contacto en piscinas y playa aumenta el riesgo de contraer infecciones muy graves y de incrementar la sequedad ocular.
También son frecuentes los casos de irritaciones conjuntivales debido a una excesiva cloración del agua, por lo que se recomienda el uso de gafas de natación, que incluso pueden estar graduadas. Si aparecen síntomas como picor o escozor, nunca se deben frotar los ojos ya que causará un aumento de la inflamación y de las molestias, lo mejor es acudir al oftalmólogo.
Alergias oculares
Durante el verano los casos de conjuntivitis alérgica aumentan considerablemente. El sol, el polvo, los cambios de temperatura y la polinización que caracterizan a la primavera y parte del verano, constituyen los principales factores para contraer conjuntivitis.
Además de la alergia, hay otras enfermedades oculares que pueden coexistir con esta como el ojo seco, en la que la película lagrimal permite que los alérgenos y los compuestos tóxicos estén en contacto con la superficie ocular más tiempo y den comienzo a la reacción inflamatoria alérgica.
Según el Dr. Aguedas "es importante, cuando se empiezan a tener los primeros síntomas, acudir a la consulta del oftalmólogo ya que así podemos diagnosticar patologías asociadas como la blefaritis crónica o la meibomitis (inflamaciones del párpado)".
Algunos consejos para reducir las alergias son utilizar gafas de sol ya que reducen el contacto de los alérgenos con los ojos; poner en el aparato del aire acondicionado un filtro especial para alérgicos; reducir las actividades al aire libre hasta media mañana, ya que antes hay mayor cantidad de polen; utilizar gafas de natación, porque el cloro empeora las conjuntivitis alérgicas, o limpiarse las manos frecuentemente y evitar el contacto con los ojos.
Protegerse de los rayos ultravioletas con gafas de sol
La excesiva exposición a las radiaciones solares, sobre todo los rayos ultravioletas, puede provocar lesiones oculares típicas de esta época del año como queratitis (daños en la superficie de la cornea), conjuntivitis o cataratas prematuras. Además, estas radiaciones pueden acumularse en las estructuras oculares y aparecer los síntomas algún tiempo después.
Otro factor a tener en cuenta es el deterioro continuo de la capa de ozono, cuya función principal es la protección frente a las radiaciones ultravioletas lesivas para el ojo. Por eso, es importante usar gafas de sol homologadas ya que estas consiguen proteger de las radiaciones ultravioletas, disminuir la probabilidad de deslumbramiento, y amortiguar la luminosidad solar.
Traumatismos oculares en el deporte: gafas de sol adaptadas a cada deporte
Una de las consultas típicas de las urgencias oftalmológicas en verano son los traumatismos derivados de la práctica del deporte, sobretodo de deportes como tenis, padel o squash que al utilizar pelotas pequeñas incrementan el riesgo de recibir el impacto de la bola en el ojo.
Se han dado casos de accidentes graves en que el impacto de la pelota provoca el estallido del glóbulo ocular o lesiones de corte en la superficie del mismo que pueden acabar provocando lesiones funcionales y anatómicas, a veces irreversibles.
Es recomendable el uso de gafas de protección ocular adaptadas a cada deporte para la prevención de accidentes. Por ejemplo, en el ciclismo las gafas evitan el impacto de cuerpos pequeños en los ojos, o en la natación evitan la irritación ocular debida a la cloración del agua.
La salud ocular de los más pequeños: los niños deben llevar gafas de sol
Los niños son particularmente vulnerables a los perjudiciales rayos ultravioletas (UVA y UVB) y hay que prestarles una especial atención para prevenir irritaciones y alergias.
Como explica el Dr. Arguedas "igual que en los adultos, a los niños también se les debe proteger los ojos con gafas de sol homologadas y con un filtro protector contra los rayos ultravioleta o sino con un sombrero o gorra con visera".
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