Cuándo acudir a terapia familiar (y cuáles son sus grandes beneficios)
Claves para saber si tu familia y tú necesitáis ir a terapia familiar
- ¿En qué consiste la terapia familiar en psicología?
- Principales roles y dinámicas que se producen en las familias (funcionales y no funcionales)
- 4 grandes beneficios de la terapia familiar
- ¿Cuándo es recomendable acudir a terapia familiar?
- Nuestra historia familiar influye en nuestro bienestar actual
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Es una realidad: la familia tiene un peso importante en nuestra historia de vida y en nuestra salud mental. Dentro de cada familia, y con cada uno de sus miembros, se pone en marcha un engranaje de una compleja red de emociones, recuerdos, patrones y roles que, juntos, construyen la historia de esa familia.
Y la terapia familiar nos permite ver esta red y entender cómo cada hilo afecta a la salud emocional y el bienestar de cada persona. Aunque a menudo se asocia la terapia con problemas individuales, la terapia familiar busca trabajar más allá del "síntoma individual" y ver a la familia como un todo, como un sistema. Pero, ¿cuándo acudir a terapia familiar?, ¿cuáles son sus grandes beneficios? ¡En Diario Femenino te lo contamos!
¿En qué consiste la terapia familiar en psicología?
La terapia familiar en psicología tiene un enfoque sistémico: esto quiere decir que, en lugar de mirar solo al individuo, observa cómo todos los miembros de la familia interactúan, cómo sus emociones y comportamientos se entrelazan. Este modelo de terapia considera que muchas dificultades que experimentamos a nivel personal no son del todo individuales, sino que se manifiestan en el contexto de las relaciones familiares.
Un conflicto, ansiedad o sentimiento de rechazo, por ejemplo, en un miembro, puede ser el reflejo de una dinámica familiar más amplia. El "síntoma individual", en este contexto, se entiende como una manifestación visible de un sistema que está desajustado.
Por ejemplo, un adolescente con comportamientos de rebeldía puede estar expresando tensiones subyacentes entre sus padres, o un niño que muestra ansiedad podría estar reaccionando a conflictos no resueltos de generaciones anteriores.
En cuanto a su objetivo, la terapia familiar no pretende "curar" a una persona, sino equilibrar la familia como un sistema vivo e interdependiente. Y esto se consigue, principalmente (y a grandes rasgos), a través de identificar roles y dinámicas familiares estructurales que condicionan la salud mental del sistema familiar (y/o de uno de sus miembros), y de proponer pautas para cambiarlos entre todos.
Principales roles y dinámicas que se producen en las familias (funcionales y no funcionales)
La familia no es solo un grupo de personas, sino una red de roles y dinámicas que, según cómo se definan, pueden funcionar como una base sólida o como una fuente de conflictos. Veamos algunos de los roles y dinámicas más comunes, tanto funcionales como disfuncionales, que se producen en las familias:
+ Roles funcionales: en una familia sana psicológicamente, los roles tienden a ser flexibles y adaptativos. Por ejemplo, los padres pueden ejercer su rol de liderazgo con cariño, poniendo límites pero respetando las individualidades de los hijos. Los hijos, por su parte, asumen su rol de exploradores, creciendo y desarrollándose en un entorno seguro donde saben que pueden cometer errores y recibir apoyo.
+ Roles disfuncionales: en las familias donde se generan tensiones no resueltas, es común que se establezcan roles rígidos y poco adaptativos. Algunos ejemplos son:
- El "pacificador": este miembro evita los conflictos a toda costa, incluso sacrificando sus propias necesidades, lo cual le lleva a acumular frustración.
- El "chivo expiatorio": suele ser el miembro a quien se le atribuyen los problemas o conflictos, cuando en realidad está expresando el malestar del grupo.
- El "líder autoritario": ejerce un control rígido sobre los demás, impidiendo que otros se expresen o desarrollen libremente.
Estas dinámicas afectan tanto a la convivencia como al bienestar emocional de todos los miembros, creando patrones difíciles de cambiar si no se trabajan.
4 grandes beneficios de la terapia familiar
La terapia familiar es una oportunidad para sanar y reestructurar las heridas que permanecen abiertas en el sistema familiar. Algunos beneficios que ofrece son:
1 Resolución de conflictos de raíz: la terapia permite que los miembros expresen sus frustraciones y resentimientos de forma constructiva, trabajando en la comunicación y entendiendo los desencadenantes.
2 Comprensión y empatía: a través de los ejercicios y dinámicas terapéuticas, se fomenta la capacidad de ponerse en el lugar del otro, entender sus emociones y aliviar los juicios.3 Sanar heridas emocionales: muchos conflictos en las familias están relacionados con experiencias pasadas que no se han resuelto adecuadamente. La terapia ayuda a expresar y procesar estas heridas, dando espacio a la reconciliación.
4 Fortalecimiento de los vínculos: al aprender a comunicar y resolver los problemas juntos, las familias se sienten más unidas, y esto puede mejorar la calidad de vida de todos los integrantes.
¿Cuándo es recomendable acudir a terapia familiar?
Si te estás informando sobre la terapia familiar, es probable que sea porque tienes la duda de: ¿cuándo acudir a ella? La respuesta es: cuando sientas que lo necesitas, y sobre todo, cuando los demás integrantes de la familia, también tienen la intención y el compromiso de acudir (ya que esto es un trabajo en equipo).
Es importante mencionar aquí que, la terapia familiar no solo es útil en momentos de crisis, sino también cuando sentimos que ciertas dinámicas pueden mejorar. Algunos momentos específicos en los que puede ser útil acudir son:
+ Conflictos repetitivos: cuando los mismos problemas o discusiones se repiten constantemente y no parecen tener solución, la terapia familiar ayuda a identificar los patrones subyacentes y a romper con ellos.
+ Dificultades en la comunicación: si los miembros de la familia sienten que no se escuchan, que hay malentendidos frecuentes o que no saben cómo expresar sus emociones, la terapia puede ayudar a mejorar estas habilidades.
+ Situaciones de cambio: cambios como la llegada de un nuevo miembro, una separación, una mudanza o la pérdida de un ser querido pueden afectar a toda la familia. La terapia es útil para ajustar roles y emociones en estos momentos de transición.
+ Problemas de salud mental de uno de los miembros: la terapia familiar es útil cuando uno de los miembros tiene problemas como depresión, ansiedad o adicciones, entre otros, ya que estos afectan la dinámica familiar y, en muchos casos, necesitan el apoyo de la familia para un mejor tratamiento.
+ Dificultades en el desarrollo de los hijos: cuando los hijos presentan problemas de comportamiento, fracaso escolar, ansiedad o cualquier otro síntoma que parezca reflejar un malestar mayor, la terapia familiar puede ofrecer un espacio para comprender cómo el entorno familiar influye en ellos.+ Heredar patrones dañinos: si notamos que se repiten patrones negativos o disfuncionales de generación en generación, como el autoritarismo, la dependencia emocional o la falta de comunicación, es un buen momento para hacer un alto y trabajarlos en terapia familiar.
+ Conflictos derivados de heridas de infancia: cuando un miembro de la familia presenta dificultades emocionales o de apego relacionadas con su infancia, la terapia permite que otros comprendan estas heridas y que juntos puedan trabajar en un entorno seguro.
Nuestra historia familiar influye en nuestro bienestar actual
La familia es la primera historia en la que crecemos y nos formamos. De pequeños, absorbemos sin cuestionar los patrones y valores que luego se reflejan en nuestras relaciones, en nuestra autoestima y en nuestra capacidad para gestionar las emociones. ¿Cuántas veces actuamos o respondemos de una forma que no nos gusta solo porque estamos repitiendo el modelo que vivimos?
¿Cuántas veces llevamos en silencio el peso de las expectativas no cumplidas, los resentimientos o el miedo a defraudar a nuestros seres queridos? La terapia familiar ofrece la oportunidad de mirar de cerca esa historia y ver cómo nos define, cómo nos limita y cómo también puede liberarnos. Al trabajar en conjunto y sanar, aprendemos a dar un paso más allá de los patrones heredados, creando una versión más sana y más auténtica de nuestras relaciones.
La familia es un espejo de nuestro mundo emocional y relacional, y al igual que cualquier otro vínculo, necesita ser nutrido, entendido y, en muchos casos, sanado. La terapia familiar es, en esencia, un viaje de autoconocimiento en equipo, donde cada miembro aprende a escuchar y expresar, a confrontar y apoyar, en un proceso de crecimiento que se extiende mucho más allá de la terapia. Y recuerda que acudir a terapia familiar no es un signo de fracaso, sino un acto de valentía y amor hacia uno mismo y hacia los demás.
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Bibliografía
- Anderson, F.G., Sweezy, M. (2019). Sistemas de familia interna, Manual de habilidades (IFS): Terapia basada en el procesamiento del trauma para ansiedad, depresión, TEPT y abuso de sustancias. Editorial Eleftheria. https://books.google.es/books/about/Sistemas_de_familia_interna.html?id=YdFdEAAAQBAJ&redir_esc=y
- Sholevar, G.P. (2003). Family Theory and Therapy. En Sholevar, G.P. & Schwoeri, L.D. Textbook of Family and Couples Therapy: Clinical Applications. Washington, DC: American Psychiatric Publishing Inc. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=lQh0y2E_zzcC&oi=fnd&pg=PP1&dq=Sholevar,+G.P+American+Psychiatric+Publishing+Inc&ots=-t0Vx-uUNN&sig=vF17s9xj3zhv_Qa4FnVlO25MBh4#v=onepage&q=Sholevar%2C%20G.P%20American%20Psychiatric%20Publishing%20Inc&f=false