Trastorno de angustia y ataques de pánico
El trastorno de angustia es una alteración psiquiátrica caracterizada por ataques de pánico inesperados y repetidos. Los ataques de pánico son limitados en el tiempo, altamente compulsivos y están acompañados de un amplio rango de consecuencias fisiológicas y psicológicas negativas. Los estudios clínicos han confirmado que el trastorno de angustia es doblemente frecuente en las mujeres y que su edad de inicio es diferente en cada sexo; en hombres se presenta entre los 15 y los 24 años mientras que en las mujeres se inicia algo más tarde, entre los 35 y los 44 años.
El trastorno de angustia en mujeres tiende a ser más severo que en los hombres y se asocia con la agorafobia, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno de somatización. También encontramos diferencias sexuales en su sintomatología, ya que en las mujeres el pánico presenta predominantemente síntomas respiratorios, mientras que en los hombres son síntomas gastrointestinales acompañados de sudoración intensa.
Muy recientemente, desde el campo de la neuroimagen, se ha podido comprobar diferencias entre las distintas estructuras cerebrales de los hombres y de las mujeres con trastorno de angustia. Los hombres presentaron una mayor reducción en la amígdala derecha y en la corteza insular bilateral, mientras que las muje¬res mostraron una disminución más marcada en el giro temporal derecho, en la corteza prefrontal dorsolateral y ventrolateral, en la corteza parietal y en el tálamo. Estos hallazgos confirmarían la implicación de la corteza prefrontal y de la amígdala en la patofisiología de este trastorno y ofrecerían una posible explicación de las diferencias sexuales en sus síntomas.
Las fluctuaciones hormonales de las mujeres se han asociado tradicionalmente con un aumento en la incidencia del trastorno de angustia en mujeres. Sin embargo, aunque no se conocen las interrelaciones concretas entre el ciclo menstrual y el trastorno de angustia, sí se ha verificado que los cambios en las hormonas premenstruales contribuyen a los episodios de pánico.
Otro posible mecanismo explicativo de las diferencias de sexo en la patofisiología del pánico podrían ser las diferencias descritas en la sensibilidad del receptor ?-adrenérgico entre hombres y mujeres. La norepinefrina se relaciona con la etio-logía y sintomatología de los ataques de pánico, presentando los pacientes una respuesta anormal tras la estimulación de los receptores ?-adrenérgicos. Concretamente las mujeres con trastorno de angustia presentaron una reducción en la sensibilidad del receptor que no fue observada en los hombres.
Trastorno de angustia en mujeres
El trastorno de angustia en mujeres tiende a ser más severo que en los hombres y se asocia con la agorafobia, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno de somatización. También encontramos diferencias sexuales en su sintomatología, ya que en las mujeres el pánico presenta predominantemente síntomas respiratorios, mientras que en los hombres son síntomas gastrointestinales acompañados de sudoración intensa.
Muy recientemente, desde el campo de la neuroimagen, se ha podido comprobar diferencias entre las distintas estructuras cerebrales de los hombres y de las mujeres con trastorno de angustia. Los hombres presentaron una mayor reducción en la amígdala derecha y en la corteza insular bilateral, mientras que las muje¬res mostraron una disminución más marcada en el giro temporal derecho, en la corteza prefrontal dorsolateral y ventrolateral, en la corteza parietal y en el tálamo. Estos hallazgos confirmarían la implicación de la corteza prefrontal y de la amígdala en la patofisiología de este trastorno y ofrecerían una posible explicación de las diferencias sexuales en sus síntomas.
Las fluctuaciones hormonales de las mujeres se han asociado tradicionalmente con un aumento en la incidencia del trastorno de angustia en mujeres. Sin embargo, aunque no se conocen las interrelaciones concretas entre el ciclo menstrual y el trastorno de angustia, sí se ha verificado que los cambios en las hormonas premenstruales contribuyen a los episodios de pánico.
Otro posible mecanismo explicativo de las diferencias de sexo en la patofisiología del pánico podrían ser las diferencias descritas en la sensibilidad del receptor ?-adrenérgico entre hombres y mujeres. La norepinefrina se relaciona con la etio-logía y sintomatología de los ataques de pánico, presentando los pacientes una respuesta anormal tras la estimulación de los receptores ?-adrenérgicos. Concretamente las mujeres con trastorno de angustia presentaron una reducción en la sensibilidad del receptor que no fue observada en los hombres.
Puedes leer más artículos similares a Trastorno de angustia y ataques de pánico, en la categoría de Terapias en Diario Femenino.
Publicado:
Actualizado: