Ludopatía, en femenino: el perfil de la mujer ludópata y las consecuencias
Reconocida como enfermedad desde el año 1980, la ludopatía es una de las patologías más destructivas a nivel personal, familiar y social. Una vez que hayamos desterrado la creencia de que la adicción al juego es un vicio que afecta mayoritariamente a los hombres, podremos pasar a tratar el problema como lo que verdaderamente es: una enfermedad, un trastorno mental compulsivo, progresivo y crónico y que está afectando a un número creciente de mujeres.
Perfil de la mujer ludópata
La ludopatía o adicción a los juegos de azar presenta algunas diferencias entre hombres y mujeres. Si los hombres encuentran en esta adicción una forma de liberar tensiones con un hábito que implica cierto riesgo, las mujeres lo ven más como una evasión a los problemas cotidianos. Pero en ambos casos, el perfil es el de una persona cercana a un estado depresivo, con ansiedad, tristeza y envuelta en una situación familiar problemática.
El bingo y las máquinas "tragaperras" son los juegos preferidos por las mujeres. Mientras que las máquinas tienen un carácter más introspectivo y las mujeres acuden a ellas en una situación anímica en la que se sienten solas e incapaces de resolver los problemas, el bingo se considera un hábito más social, al que se acude en principio para reunirse con las amigas.
El ambiente lúdico en el que se inicia esta adicción al juego hace que el problema pueda tardar muchos años en detectarse. Y como en el caso de otras adicciones, como el alcoholismo, la persona afectada no es consciente de su enfermedad hasta que aparecen los problemas derivados de su adicción, es decir, deudas elevadas, problemas de pareja y desestructuración familiar.
Las consecuencias de la adicción al juego
El proceso que sufre una mujer desde que se inicia en el juego hasta que se hace patente su enfermedad es devastador. Las inocentes máquinas y los divertidos cartones de bingo le permiten pasar un rato relajada liberada de responsabilidades. Además, la oportunidad de ganar un dinero de forma fácil es un aspecto muy tentador en estos tiempos de crisis, de ahí el éxito creciente de las salas de juego, bingos y la expectación ante el polémico complejo de Eurovegas.
Según avanza la enfermedad, la mujer ludópata empieza a ocultar su hábito, que se está convirtiendo ya en un hábito antisocial. Esto la lleva a mentir acerca de su comportamiento lo que a medio plazo ocasiona un comportamiento nervioso, irritable y ansioso. La ocultación de su enfermedad durará lo que tarde en descubrirse el agujero económico que su adicción ha producido. Pero aún costará un tiempo más que sea consciente de su enfermedad.
El tratamiento para la ludopatía es similar al de otras adicciones, como la adicción al sexo, a las drogas o al alcohol. Consiste en terapias psicológicas que examinen las causas que han llevado a esa mujer a esconder sus problemas en el juego y en grupos de apoyo donde compartir experiencias.
En cualquier caso, el mejor tratamiento es la prevención, aunque no resulta fácil en el caso de los juegos de azar revestidos de una pátina de diversión, legalidad y oportunidad de ganar. Pero la verdad es que, en los juegos de azar, el jugador nunca gana.
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