Cómo cazar una mentira: aprende a interpretar gestos y señales

El lenguaje corporal puede traicionarte en más de una ocasión y jugarte una mala pasada. Así sucede cuando alguien pretende ocultar una mentira, sin embargo, su cuerpo delata aquello que esconden sus palabras. Según un artículo publicado por la web Muy Interesante, un experimento contradice uno de los supuestos de la PNL que asegura que la verdad y la mentira se puede detectar a través de la mirada. Sin embargo, más allá de esta cuestión, sí es verdad que los ojos, son en muchos casos, el espejo del alma, como se dice coloquialmente.

Cómo detectar mentiras

He aquí algunas recomendaciones para que te conviertas en una perfecta detectora de mentiras:

1. En primer lugar, déjate guiar por tu intuición. En ocasiones, lo más simple es lo más cierto, es decir, tu sentido común también puede orientarte a la hora de saber si algo es real o más bien, una historia de ciencia ficción basada en la imaginación del interlocutor. Conforme más conoces a una persona puedes saber si es alguien con tendencia a invertarse cosas o no.

2. Por otra parte, cuando alguien es sincero se muestra relajado y muy natural en su discurso. No tiene prisa en cambiar de tema o no se incomoda ante tus preguntas. Del mismo modo, en general, alguien que dice la verdad, mira a los ojos de forma abierta.

3. Los estudiosos del lenguaje corporal aseguran que existe un signo habitual de mentira. Que alguien se toque la nariz mientras está hablando puede ser señal de que se ha puesto un tanto nervioso al contar una mentira. Hay que tener en cuenta que el mayor temor del mentiroso es ser delatado porque en ese caso, siente vergüenza.

4. La mejor forma de poder detectar una mentira es tener buena memoria, es decir, seguro que en algún momento puedes encontrar alguna contradicción en alguien que no te ha dicho la verdad. Solo tienes que tener paciencia, dar tiempo al tiempo y esperar.

5. Querer interpretar el lenguaje corporal de una persona y tomarlo como válido puede llevarte a grandes errores, ya que es imposible saber al cien por cien qué pasa por la mente de una persona a partir de su postura corporal. Por ejemplo, siempre se suele decir que alguien que se pone de brazos cruzados está a la defensiva, sin embargo, también puede ponerse así porque tiene frío o incluso, por aburrimiento. Cualquier gesto tiene múltiples lecturas.

6. Para finalizar, muchas veces es posible detectar una mentira a través de la experiencia práctica. Por ejemplo, muchos candidatos que optan a un empleo mienten en su nivel de inglés. En ese caso, es tan sencillo como someter al candidato a una prueba de nivel para saber si dice la verdad o no.

Con la verdad se llega a todos los sitios, en cambio, la mentira produce grandes riesgos no sólo en el plano laboral, sino también en el personal.

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