Qué hacer para no tener pesadillas: ¿se pueden evitar?

Muchas veces nos despertamos por la mañana o en mitad de la noche con una malísima sensación, desde tristeza hasta agobio o sentimientos de irrealidad. ¿Qué ha pasado? Te preguntas en ese momento. Simplemente has tenido una pesadilla, un mal sueño que te hace vivir tus peores temores de las peores maneras posibles. 

Estos sueños tan terroríficos pueden manifestarse de miles de maneras, dependiendo de muchos factores como son tus más oscuros miedos o lo que ni siquiera te atreves a imaginar. Pero si durante el día ni siquiera piensas en ello, es cuando cae la noche cuando pueden manifestarse. 

¿Qué hacer para no tener pesadillas? ¿Realmente se pueden evitar o debemos tenerlas siempre? Javier Esteban, terapeuta de sueños y psicólogo, nos cuenta por qué se producen estos terribles sueños así como la influencia del estrés o de diferentes problemas psicológicos en ellos. ¡No pierdas detalle! 

Las razones por las que tenemos pesadillas 

Más de una vez te habrás preguntado por qué tienes pesadillas algunos días en los que te despiertas horrorizada, incluso por qué hay momentos de tu vida en los que se te repiten las mismas pesadillas una y otra vez. Lo cierto es que no se conocen las razones exactas, sin embargo hay ciertas cosas o actividades que pueden provocarlas más que otras, como puede ser estar sometidos a un alto estrés. 

Otras actividades que pueden producir los malos sueños van desde cenar mucho o ciertos alimentos hasta ver programas perturbadores en la televisión antes de acostarse, por no hablar de tener una discusión con tu pareja o las múltiples preocupaciones que tienes en la cabeza antes de meterte en la cama. En definitiva, la pesadilla tiene una función de adaptación a las circunstancias y todo dependerá de la vida que lleves o del momento en el que estés para que tu subconsciente te haga tener sueños agradables o los más terroríficos.

¿Se pueden evitar las pesadillas? 

A pesar de que las pesadillas nos lo hagan pasar realmente mal, no son tan perjudiciales como pensamos... ¡Todo lo contrario! Es más, gracias a estos sueños podemos saber en qué circunstancias estamos o cómo afrontamos la vida en estos momentos. Son pequeñas pistas o avisos que nos da nuestro subconsciente para conocernos mucho más a nosotros mismos. 

Para entenderlo mejor, Javier Esteban nos pone un claro ejemplo de una paciente que siempre tiene el mismo tipo de pesadillas: se presenta una tarea, como recoger la casa, hacer recados o hacer un examen y, después, este sueño acaba en tragedia. Suspende el examen, se le olvida el recado... ¿Qué es lo que pasa? Después de hacerle varios estudios o tratamientos, como una inducción del sueño, se pudo descubrir la verdadera razón de esta pesadilla tan recurrente. Por lo visto, el psicólogo advirtió que la persona tenía un problema que venía desde niña, pues en su casa siempre había recibido el mismo mandato: "tú no vales". Esto se quedó tan arraigado en su subconsciente que parecía casi imposible de desprenderse de él. 

Las cosas más ocultas, los trastornos que llevamos desde nuestra infancia, las situaciones más traumáticas que vivimos, no se nos manifiestan en el día. Durante la mañana y la tarde no tenemos ningún problema en sobrellevar todas estas cosas como podemos. Pero cuando llega la noche se relajan las defensas racionales y aparecen las pesadillas. 

Por lo tanto, podríamos decir que las pesadillas no se deberían evitar a toda costa. Es más, se deberían tomar como una muestra de lo que nuestro subconsciente nos quiere decir y que, por el día, parece imposible darse cuenta de ello. ¿Qué es lo que te perturba? Gracias a los sueños podemos descubrir todo aquello que incluso nos podemos negar a nosotros mismos, todo aquello que nos está atormentando sin apenas darnos cuenta. Podemos saber cuál es la razón de nuestro sufrimiento y, a partir de ahí, cambiar nuestra vida para no tener que padecer las mismas pesadillas que tan poco te gustan. 

Cómo influye el estrés y la ansiedad a las pesadillas

Una persona con ansiedad lo pasa mal durante todo el día. Este problema psicológico puede manifestarse de muchas maneras físicas, pero prácticamente en todos los casos se tienen pensamientos obsesivos, miedos que antes no existían, tensión, pesimismo... Y un larguísimo etcétera. Y toda esta situación también se traslada a la noche, pues duermes mucho peor, se pueden tener problemas de insomnio y, por supuesto, pesadillas. Incluso hay quienes aseguran que las personas con ansiedad tienen unos sueños tan agitados que pueden recordarlos mejor y de una manera más nítida. 

Como decíamos antes, muchas veces podemos estar más influenciados por el estrés o la ansiedad prácticamente sin darnos cuenta. Nuestro subconsciente nos avisa entonces a través de las pesadillas de que algo está pasando en nuestros pensamientos o en nuestro cerebro que no nos está dejando descansar todo lo bien que antes lo hacíamos. 

Como dice Javier Esteban, cada uno sueña lo que es. Los sueños nos acercan nada más y nada menos que al aquí y al ahora. Por ejemplo, Freud decía que los sueños son la calle más amplia o más grande que tenemos para acceder al inconsciente y para conocernos. Otros dicen que no solo eso, son también una vía directa para comprender cómo está nuestra vida presente. Es entonces cuando aprendemos la utilidad verdadera de los sueños: darse cuenta de las cosas. No importa tanto lo que significa sino lo que significa para ti el sueño en tu vida, y de qué manera puede afectar a tu vida real y a tu presente. 

En realidad, hay quienes aseguran que las que las pesadillas son todo un mecanismo de adaptación que sirve para liberar el estrés o la ansiedad que acumulamos durante el día. Todo lo que nos perturba durante el día tiene su manera de "salir" de expresarse a través de los malos sueños cada noche, cuando peor lo estamos pasando. 

Y tú, ¿sueles tener pesadillas? ¿Sabes qué es lo que puedes aprender de tus propios sueños? ¡Cuéntanoslo! 

Puedes leer más artículos similares a Qué hacer para no tener pesadillas: ¿se pueden evitar?, en la categoría de Significado de los sueños en Diario Femenino.