Tanatofobia: ¿tienes miedo a morir?

¿Hay algo más natural que el miedo a la muerte? La tanatofobia es una de esas fobias que no nos sorprenden porque en mayor o menor medida todos tenemos cierto miedo a la idea de morir. Sin embargo, el hecho de que ese temor a la muerte se convierta en una fobia, quiere decir que estamos ante un trastorno que necesita tratarse. Te contamos todo sobre la tanatofobia o miedo a morir en nuestro diccionario de fobias.

Qué es la tanatofobia

La tanatofobia es el miedo a morir y, por extensión, a todo lo relacionado con la muerte. No es el mismo trastorno que la necrofobia, pero sí comparten estímulos como por ejemplo los cementerios, los funerales o las lápidas. En definitiva, todo aquello que te recuerde que algún día vas a morir te puede provocar una reacción de ansiedad desmedida.

Esta fobia la comprendemos mejor que muchos otros trastornos fóbicos sorprendentes. En principio, ¿quién quiere morir? Nadie sabe lo que ocurre tras la muerte, así que ese miedo a lo desconocido es de lo más natural. Pero deja de ser natural cuando el miedo se convierte en fobia y te limita tu vida hasta extremos inimaginables.

Síntomas de la tanatofobia

Es la idea de morir la que desencadena una serie de síntomas físicos entre los que se encuentran los mareos, la taquicardia, la dificultad para respirar o el ataque de pánico, como cuando te desborda la ansiedad. A esto se le añade angustia, insomnio y, por supuesto, ese nerviosismo y malestar que hacen intentar evitar cualquier cosa que te recuerde a la muerte.

Tal vez sean los síntomas psíquicos los más preocupantes en el caso de la tanatofobia, ya que los pensamientos distorsionados sobre la muerte se convierten en obsesivos. Se trata de esa idea fija que no te puedes quitar de la cabeza y que te hace ver como peligrosa cualquier situación en la que te encuentres. El desbordamiento emocional en el caso de esta fobia es muy intenso y puede llevar a la depresión.

Causas de la tanatofobia

Como en el caso de otras fobias, la experiencia traumática es el origen más habitual de este trastorno. Pero nadie muere dos veces, ¿verdad? Así que haber vivido en la infancia una muerte traumática en la familia es un motivo de peso para desarrollar la tanatofobia.

Pero hay más causas para la tanatofobia. En algunos casos puede tratarse de un miedo aprendido, si alguien de tu familia sufría esta fobia. Y no haber superado un duelo también puede ser el motivo de que surja ese miedo desmedido a la muerte.

El factor cultural favorece la tanatofobia, al menos en algunas partes del mundo en las que la muerte se ve como algo negativo, como el final y no como una transición o una oportunidad para renacer. No nos olvidamos del papel que juega la hipocondría en algunas personas a la hora de desarrollar la tanatofobia.

Tratamiento de la tanatofobia

Aunque pienses que el miedo a morir es algo lógico, cuando sufres tanatofobia los pensamientos angustiosos no te van a dejar vivir, así que hay que buscar ayuda psicológica. La terapia cognitivo conductual te ayudará a transformar los pensamientos distorsionados que te llevan a temer la muerte de esa manera tan limitante.

Y poco a poco podrás dejar de obsesionarte ante la idea de morir. Debido al grado de ansiedad que produce la tanatofobia, no está de más practicar algunas técnicas de relajación y respiración para reducir los síntomas, así como adoptar un pensamiento positivo que te permita vivir en el aquí y el ahora.

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