Miedo a los ruidos fuertes: qué es la ligirofobia y cuál es su tratamiento

Síntomas, causas y tratamiento de la ligirofobia

Laura Sánchez, Filóloga
Revisado por Esperanza Sebastián Lozano, Pedagoga y Coach experta en gestión del estrés
En este artículo
  1. ¿Qué es exactamente la ligirofobia?
  2. Síntomas más comunes de la ligirofobia
  3. ¿Cuáles son las causas de la ligirofobia?
  4. ¿Cómo se trata una ligirofobia o miedo a los ruidos fuertes?

Las fobias suelen surgir como una respuesta exagerada ante estímulos inesperados que generan miedo. Un ejemplo de ello es cuando nos asustamos por un ruido fuerte e inesperado. La ligirofobia es el miedo intenso a los ruidos fuertes, como a las explosiones, por ejemplo, y es una de esas fobias que se pueden comprender más fácilmente.

Sin embargo, conviene aclarar que el susto o el malestar que te produce un ruido fuerte no es suficiente para que se convierta en fobia. Para que se trate de una ligirofobia, el miedo debe ser persistente, irracional y afectar significativamente a la vida diaria de la persona. Veamos a continuación sus síntomas, causas y tratamiento.

¿Qué es exactamente la ligirofobia?

La ligirofobia es el miedo intenso a los ruidos fuertes: a las explosiones, a los petardos, a los globos que explotan en una fiesta... Está muy relacionado con el carácter inesperado del acontecimiento, lo que hace que el cerebro lo perciba como una amenaza repentina y fuera de control.

En efecto, esa impresión o susto que podemos sentir cualquiera en una situación en la que nos sorprende un ruido fuerte o un estruendo no es una fobia. La ligirofobia comienza cuando esa impresión se convierte en un miedo irracional y desmedido que produce un grado muy alto de ansiedad y que puede llegar a interferir en la vida cotidiana.

Síntomas más comunes de la ligirofobia

La ligirofobia se caracteriza por los síntomas típicos de la ansiedad, que son precisamente los que dan forma a las fobias, sean del tipo que sean. Si cuando ves un globo notas un gran nerviosismo, te falta el aire, tienes palpitaciones y todo se tiñe de pánico y peligro, es que sufres ligirofobia. Lo mismo ocurre cuando te alejas de una fiesta porque van a comenzar los fuegos artificiales y no quieres escuchar el sonido de las explosiones, pues estos ruidos te generan una intensa sensación de peligro.

Además de los síntomas físicos habituales, el miedo a los ruidos fuertes desencadena una serie de reacciones psíquicas, como una excesiva sensación de vulnerabilidad ante un estruendo, pensamientos fatalistas, sensación de pérdida de control y toda una serie de ideas distorsionadas que convierten este estímulo en un momento de peligro inminente.

¿Cuáles son las causas de la ligirofobia?

Se puede entender la ligirofobia mejor que muchas otras fobias. Al fin y al cabo, el ruido de una explosión puede estar anunciando un momento festivo, sí, pero también un momento dramático. El problema está en asociar ese estruendo de manera sistemática con la tragedia o el peligro. Pero, ¿cómo se desarrolla la ligirofobia?

En muchos casos, este miedo a los ruidos fuertes tiene su origen en una experiencia traumática del pasado. Si estuviste cerca de una explosión que provocó muertes o accidentes, es posible que por condicionamiento relaciones ese ruido con un momento de una carga emocional intensa y negativa.

¿Cómo se trata una ligirofobia o miedo a los ruidos fuertes?

Es importante distinguir entre un miedo intenso que afecta de forma puntual y una fobia que es más persistente y restrictiva. Hay personas que padecen un miedo intenso en momentos puntuales que no creen necesario buscar tratamiento, ya que este miedo, aunque intenso, puede no ser lo suficientemente limitante como para afectar de manera constante en su vida diaria y las ocasiones puntuales en las que puede haber ruidos fuertes se pueden evitar con más o menos facilidad.

Pero que este miedo no sea limitante no quiere decir que no se deba tratar. Un especialista puede ayudar a la persona a manejar la ansiedad asociada en esos momentos. De hecho, tratar un miedo antes de que se convierta en un trastorno más grave suele ser más efectivo.

Un trastorno fóbico que no recibe tratamiento generalmente acaba por generar nuevas fobias que no tienen por qué estar relacionadas. Así que lo mejor es acudir a un especialista y con la terapia adecuada es posible superar esta fobia y prevenir otras nuevas. Además, cualquier persona que sufre una fobia debe aprender las técnicas de relajación para reducir la ansiedad y afrontar mejor las situaciones que le causan malestar.

Ahora que ya conoces qué es la ligirofobia, cuál es su tratamiento y cómo enfrentar el miedo a los ruidos fuertes, solo nos queda recordarte que la mejor recomendación es acudir a un psicólogo o terapeuta especializado, pues será quien mejor te pueda ayudar según cuál sea tu caso y tus necesidades.

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