Qué hacer ante el estrés laboral
Madrugar de lunes a viernes para sufrir una jornada intensa en el trabajo y pasar horas eternas y fatigantes puede provocar que volvamos a casa junto con nuestra familia y no nos encontremos en condiciones para estar tranquilas. Las horas dedicadas a la oficina y el tiempo requerido en llegar del trabajo a casa pueden causarnos un estrés incontrolable. Estas condiciones nos hacen sufrir de unos nervios y un cansancio que perduran durante toda la semana.
El estrés laboral nos resta horas de ocio y de tiempo para dedicar junto a nuestra familia. Acarrea también problemas de salud, pues la fatiga es constante y no sabemos cómo compaginar el horario laboral con el familiar, en el que muy posiblemente tengamos que dedicar tiempo para unos hijos y un marido que están deseando vernos.
Algunas familias pierden el control al no encontrar una solución a este problema. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Los cambios causados por horas excesivas trabajando también pueden dar paso a la maduración y a una mayor compaginación e interacción en la familia.
A menor tiempo disponible, mayor compaginación familiar. Todos los miembros de la familia pueden, de repente, verse motivados a participar en las tareas de la casa.
La comunicación es la clave. Si nos sentimos agobiadas con tanto trabajo y no nos expresamos, y permitimos que toda nuestra preocupación se quede sólo bajo nuestro conocimiento, la situación sólo va a empeorar. Si hablamos con nuestra familia sobre lo que necesitamos, en cambio, sabrán ayudarnos.
Tenemos que conocer nuestros derechos. Un horario a tiempo parcial y la necesidad de disfrutar de nuestras vacaciones van a permitir compaginar todas las horas que necesitamos para dedicarlas a nuestra familia. No olvidemos que la familia es lo importante, y no la empresa: muchos trabajadores estarían dispuestos a renunciar a una parte de su salario, para tener en cambio más tiempo libre. La adicción al trabajo, y una dedicación excesiva a la oficina, son innecesarias y sólo lograrán que nuestros hijos nos echen demasiado de menos y nos encuentren ausentes en la mesa durante la cena. El tiempo libre del que disponemos durante los fines de semana lo podemos utilizar para olvidar el trabajo y estar con la familia.
El estrés laboral nos puede reducir el apetito y aumentar el insomnio. Sufrimos de ansiedad, agotamiento, cansancio, pero todo esto tiene solución. Algunos ejercicios pueden tranquilizarnos, y practicar yoga puede aliviar nuestra tensión y aportarnos una actitud más positiva cuando lleguemos junto a nuestra familia después del trabajo.
Un masaje puede quitarnos el estrés, e intentar por todos los medios organizar nuestras horas puede ofrecernos unas horas libres para ayudar a nuestros hijos con ese dibujo que quieren hacer para el Día del Padre.
El estrés laboral nos resta horas de ocio y de tiempo para dedicar junto a nuestra familia. Acarrea también problemas de salud, pues la fatiga es constante y no sabemos cómo compaginar el horario laboral con el familiar, en el que muy posiblemente tengamos que dedicar tiempo para unos hijos y un marido que están deseando vernos.
Algunas familias pierden el control al no encontrar una solución a este problema. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Los cambios causados por horas excesivas trabajando también pueden dar paso a la maduración y a una mayor compaginación e interacción en la familia.
Cómo combatir el estrés
A menor tiempo disponible, mayor compaginación familiar. Todos los miembros de la familia pueden, de repente, verse motivados a participar en las tareas de la casa.
La comunicación es la clave. Si nos sentimos agobiadas con tanto trabajo y no nos expresamos, y permitimos que toda nuestra preocupación se quede sólo bajo nuestro conocimiento, la situación sólo va a empeorar. Si hablamos con nuestra familia sobre lo que necesitamos, en cambio, sabrán ayudarnos.
Tenemos que conocer nuestros derechos. Un horario a tiempo parcial y la necesidad de disfrutar de nuestras vacaciones van a permitir compaginar todas las horas que necesitamos para dedicarlas a nuestra familia. No olvidemos que la familia es lo importante, y no la empresa: muchos trabajadores estarían dispuestos a renunciar a una parte de su salario, para tener en cambio más tiempo libre. La adicción al trabajo, y una dedicación excesiva a la oficina, son innecesarias y sólo lograrán que nuestros hijos nos echen demasiado de menos y nos encuentren ausentes en la mesa durante la cena. El tiempo libre del que disponemos durante los fines de semana lo podemos utilizar para olvidar el trabajo y estar con la familia.
Ejercicios para poner en práctica
El estrés laboral nos puede reducir el apetito y aumentar el insomnio. Sufrimos de ansiedad, agotamiento, cansancio, pero todo esto tiene solución. Algunos ejercicios pueden tranquilizarnos, y practicar yoga puede aliviar nuestra tensión y aportarnos una actitud más positiva cuando lleguemos junto a nuestra familia después del trabajo.
Un masaje puede quitarnos el estrés, e intentar por todos los medios organizar nuestras horas puede ofrecernos unas horas libres para ayudar a nuestros hijos con ese dibujo que quieren hacer para el Día del Padre.
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