La realidad del feminismo
Parece que la gente anda confundida respecto al significado de la palabra feminismo, porque últimamente estamos escuchando declaraciones de mujeres famosas que reniegan del feminismo como si fuera un estigma. Lo que está claro es que ser feminista no parece políticamente correcto y muchas quieren desmarcarse de este movimiento social cuya imagen sigue estando marcada por el machismo de la sociedad.
Qué es realmente el feminismo
Es esa mentalidad machista consolidada por siglos de patriarcado la que rodea al feminismo de mitos negativos, sexistas, denigrantes y discriminatorios con el objetivo de que hasta las propias mujeres consideren al feminismo como una corriente marginal propio de amargadas y resentidas. En ese sentido, el machismo ha tenido éxito, pues la imagen actual del feminismo está tan deteriorada que pocas mujeres defienden su condición de feministas.
Pero diccionario en mano, el feminismo es "un movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres". No es pues, como suele pensarse, lo contario de machismo. El machismo relega a la mujer a una posición subordinada, mientras que el feminismo lo que busca es la igualdad. Pese a ser una cuestión tan sencilla, la sociedad sigue sin tenerlo claro y son muchos los que se dedican a perpetuar los estereotipos ofensivos.
Y lo más lamentable es que esa imagen degradada del feminismo se refuerza cada día con declaraciones de mujeres públicas y admiradas como Carla Bruni, por ejemplo. La cantante y modelo amante de la vida bohemia chic nos dejó con la boca abierta cuando afirmó que el feminismo no era necesario en la sociedad actual. Por supuesto que ella no era feminista, ya que le encantaba la vida familiar con su marido y sus hijos. Como si ser feminista supusiera el rechazo a la pareja o a formar una familia.
Por qué necesitamos el feminismo
En la misma línea, la actriz española Maribel Verdú rechazaba de plano ser feminista puesto que lo veía incompatible con su preferencia a que los caballeros le abrieran la puerta. Y es que todavía hay gente que ve a las feministas como mujeres asexuadas, histéricas e intolerantes, que odian a los hombres y cuyo rasgo principal es que no conocen la depilación.
Y a esto se le llama hacer bien el trabajo, desde luego. Desde luego que la propaganda machista se merece un 10 en su esfuerzo por denostar el feminismo, porque ha conseguido que la mayor parte de la sociedad crea que el feminismo no es necesario. Reconociendo, en ocasiones, la aportación de todas esas pioneras que consiguieron los primeros derechos para las mujeres, hoy en día parece que las mujeres no necesitamos seguir luchando por la igualdad.
Porque parece que ya no hay comportamientos machistas sutiles y porque en las parejas ya no están delimitados los roles de cada uno en función de su sexo. Porque parece que ya no existe la desigualdad laboral; si una mujer gana menos que un hombre, será que el hombre es más competente; si una mujer tiene más trabas para llegar a puestos ejecutivos, será que no se esfuerza lo suficiente en su carrera. Así que no vayamos a pensar que aún quedan signos de discriminación o de desigualdad entre mujeres y hombres. Entonces ¿sigues pensando que no necesitamos el feminismo?
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