Profecías autocumplidas: cuando las creencias se vuelven realidad

¿Qué son y cómo nos influyen las profecías autorrealizadas?

Laura Ruiz Mitjana, Psicóloga
En este artículo
  1. Qué son las profecías autocumplidas: ejemplos para entenderlas
  2. ¿Cómo funcionan las profecías autocumplidas?
  3. Diferentes profecías autocumplidas: positivas y negativas
  4. ¿Cómo se originan las profecías autocumplidas? 

Una profecía autocumplida o autorrealizada es una creencia o una predicción que hacemos de algo que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se acabe convirtiendo en realidad. La expresión fue acuñada en el siglo XX por el sociólogo Robert K. Merton, quien habló de ella en su libro 'Teoría social y estructura social'. En este libro encontramos la siguiente definición del autor para referirse a este concepto: "la profecía que se autorrealiza es, al principio, una definición 'falsa' de la situación, que despierta un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva 'verdadera'".

Así, seguro que más de una vez has pensado que algo iba a ir mal (o bien) antes de que ocurriera y, finalmente, ha ido mal. Pero, ¿por qué? ¿Qué ocurre cuando las creencias se vuelven realidad? En Diario Femenino te contamos todo sobre las profecías autocumplidas y cómo influyen a tu salud mental.

Qué son las profecías autocumplidas: ejemplos para entenderlas

Un ejemplo sencillo para entender mejor este concepto sería, una persona que cree que le irán muy mal los exámenes, aunque no tenga evidencias previas para mantener esta creencia. Es probable que, debido a la fuerza de esta creencia, sus conductas y actitudes se vayan poco a poco encaminando hacia ese fracaso. Por ejemplo: se desmotiva, piensa que no será capaz, deja de estudiar, abandona… ¿La consecuencia? Suspende realmente los exámenes.

Este es solo un ejemplo, pero existen muchísimos más, y nos afectan en todos los ámbitos de nuestra vida. El ejemplo que hemos ilustrado es de una situación negativa, de un fracaso, pero la profecía autocumplida puede ser también positiva.

Pensemos en la situación opuesta: un profesor que cree que un determinado alumno es muy bueno, que sacará matrícula de honor. Puede que, inconscientemente, emplee estrategias para potenciar esa situación; le ofrezca más apoyo o atención que al resto de alumnos, lo puntúe mejor influenciado por esa creencia, etc. ¿El resultado? Lo mismo: una calificación mayor que el resto de alumnos al final del curso.

Las profecías autocumplidas no tienen por qué "cumplirse" siempre; sin embargo, sí ocurre en muchas ocasiones. Se trata de un fenómeno que va más allá de "desear mucho algo", y que tiene que ver con una creencia arraigada que nos lleva, inevitablemente, a actuar en consecuencia, buscando la realización o validación de esa creencia.

¿Cómo funcionan las profecías autocumplidas?

A través de la profecía autocumplida emitimos y mantenemos un sesgo en la percepción de los acontecimientos, que nos hace "predecir" el resultado final de los mismos. De esta forma, anticipamos o predecimos determinados acontecimientos que aún no han sucedido bajo nuestras creencias, ideas y percepciones, lo que hace que nos dirijamos con nuestras actitudes y comportamiento a que finalmente se cumplan.

El ciclo que seguirían las profecías autocumplidas sería circular, y sería el siguiente:

1 Albergamos una o varias creencias sobre nosotros mismos o sobre una determinada situación (esa creencia se "arraiga" en nosotras).

2 Dichas creencias influyen en nuestra forma de actuar y pensar.

3 Las creencias que ya presuponíamos se cumplen y cobran cada vez más fuerza.

Así, todo se convierte en un proceso circular; tengo dicha creencia en torno a alguna situación que ocurrirá, vehículo dicha creencia a través de mis comportamientos, la situación se cumple y la creencia previa cobra más fuerza.

De esta forma, las profecías autocumplidas se refuerzan cuando se cumplen; es como pensar "sabía que ocurriría". No, claro que no lo sabías, pero has puesto toda tu maquinaria mental y comportamental para que esto sucediera y ahora intentas crees que simplemente "esto tenía que ser así".

Diferentes profecías autocumplidas: positivas y negativas

Como decíamos, las profecías autocumplidas pueden ser positivas o negativas. Por ejemplo, si creemos que vamos a fracasar en una determinada actividad, es muy probable que nuestros actos se vayan modificando para que esto sea lo que acabe sucediendo.

¿Por qué? Porque esta creencia arraigada que mantenemos (muchas veces fundamentada en un miedo), va a condicionar nuestros comportamientos y nuestra manera de interactuar en el mundo, además de nuestra forma de interpretar los hechos.

En el caso de las profecías autocumplidas, muchas veces fundamentadas en un deseo o un anhelo, ocurre lo mismo: pienso que "X" cosa sucederá, e inconscientemente pongo en marcha toda mi maquinaria mental, actitudinal y comportamental para apreciar y obtener finalmente ese resultado. De esta forma, normalmente la diferencia entre una profecía autocumplida positiva y otra negativa radica justamente ahí, en su origen: un deseo (positiva) vs. un miedo (negativa). Es decir, el lugar desde donde nace dicha creencia original.

+ Profecía autocumplida negativa: ¿un mecanismo de defensa?

¿Puede ser una profecía autocumplida negativa, un mecanismo de defensa? En cierta forma, sí. ¿Por qué? Porque nos anticipamos a lo negativo (que no sabemos si ocurrirá, pero nuestra mente nos dice que sí) para prepararnos a ello. Es decir, para evitar sufrir más de la cuenta cuando llegue el momento.

+ Profecía autocumplida positiva: la llamada autoeficacia 

En el caso de las profecías autocumplidas positivas, en realidad estamos hablando de un concepto que acuñó el psicólogo canadiense Albert Bandura, a través de su teoría social cognitiva: la autoeficacia.

La autoeficacia implica la modificación de nuestra conducta, pero anticipando el logro o el objetivo que nos hemos propuesto. A través de ella, promovemos nuestra confianza en las propias capacidades personales para así controlar mejor la situación y, finalmente, obtener los resultados deseados. En definitiva: la autoeficacia (o percepción de la eficacia), según Ormrod (2006), es la confianza en la propia capacidad para lograr los resultados pretendidos.

¿Cómo se originan las profecías autocumplidas? 

Es normal que ante situaciones de la vida que experimentemos, almacenemos en nuestra memoria dicha situación y todo lo que vivimos a través de ella (nuestros comportamientos, creencias, el resultado final…). ¿Qué ocurre? Que esas experiencias nos sirven para aprender y, en un futuro, no cometer los mismos errores.

A medida que vivimos, nos encontramos con situaciones ya experimentadas, o similares a otras anteriores, ante las cuales reaccionamos en base a nuestra experiencia anterior. Aunque no siempre sucede así, y es entonces cuando llegan las profecías autocumplidas.

¿Qué ocurre cuando experimentamos una de ellas? Que no nos dejamos llevar por la experiencia o el aprendizaje adquirido, sin muchas veces por otros factores: los miedos y deseos y la anticipación y la predicción "errónea".

Esas predicciones que hacemos con frecuencia no se basan en ninguna base objetiva que nos lleve a dicha conclusión. Es entonces cuando nos dejamos llevar por la profecía autocumplida. Y en esos momentos pensamos cosas como "al final ocurrirá esto, ya verás", o "todo está yendo muy bien, seguro que algo malo ocurre ahora".

Un tipo de profecía autocumplida: el efecto Pigmalión 

El efecto Pigmalión hace referencia a un tipo de profecía autocumplida un poco más concreta. Se define como la influencia que tienen las expectativas y creencias de una persona sobre el rendimiento y los resultados de otras (ya sea de forma positiva o negativa). Podemos enlazar este fenómeno con uno de los ejemplos mencionados: el caso del profesor que deposita su esperanza (y su creencia) en un alumno, que cree que rendirá estupendamente, y esto acaba sucediendo así.

El alumno destaca entre los demás. Pero, ¿por qué? ¿Porque realmente era bueno y ya está? ¿O porque el profesor, inconscientemente, ha influido en el rendimiento de ese alumno? Con más atención, más facilidades, etc. De eso trata el efecto Pigmalión, una de las profecías autocumplidas que más encontramos en el ámbito educativo.

Profecía autocumplida, ¿un pensamiento mágico?

Está claro que hay muchas cosas que dependen de nosotras, pero no todas. Como hemos visto a través de las profecías autocumplidas, un fenómeno que todas experimentamos alguna vez en nuestra vida, nuestras creencias pueden influir enormemente en nuestros resultados.

En cierta manera, se trata de un pensamiento "mágico", inconsciente, ya que, a través de ella, no es que la persona diga "voy a conseguir esto" y lo acaba consiguiendo porque se esfuerza en su objetivo de forma consciente, sino que todo ocurre a un nivel más inconsciente. Sería algo así como: "creo en X cosa y mi comportamiento va dirigido a ello, aunque no me dé cuenta; cuando eso se cumple, lo atribuyo a que realmente tenía que pasar, y no a que yo he intervenido en que realmente así ocurriera".

Y tú, ¿alguna vez has vivido una profecía autocumplida?

Puedes leer más artículos similares a Profecías autocumplidas: cuando las creencias se vuelven realidad, en la categoría de Autoayuda en Diario Femenino.

Publicado:
Actualizado: