¿Por qué me preocupa todo tanto?
Consejos para superar las preocupaciones
- Los motivos por los que te preocupas por todo
- Qué hacer con tus preocupaciones
- Cómo dejar de preocuparte tanto
Si alguna vez te han dicho que le das demasiadas vueltas a todo, seguramente te habrás hecho esta pregunta: ¿por qué me preocupa todo tanto? La respuesta más probable es que se trate de un problema de ansiedad, esa leal compañera que cuando llega a tu vida no quiere abandonarte jamás. Y convierte tu vida en una preocupación constante por todo y por todos. Te preocupas demasiado y no lo puedes evitar, ¿o sí?
Los motivos por los que te preocupas por todo
Todo es motivo de preocupación y hace tiempo que intuyes que no deberías preocuparte por todo tanto porque es contraproducente, pero no lo puedes evitar. La salud, tus hijos, tu pareja, tus padres, tu amiga, tú misma. Y luego está tu trabajo, pagar las facturas, las dudas, las inseguridades... La vida te supera.
La vida te supera y no puedes evitar pensar que estás en una situación delicada. ¿Y para qué te sirve preocuparte por todo? En teoría la preocupación es positiva. Preocuparte por algo significa poner atención a algo, a un problema que debes resolver. Si no te preocupa, no puedes atender a ese problema y no puedes buscar una solución.
Sin embargo, notas que tu preocupación es excesiva. Que tus pensamientos catastróficos no se corresponden con la gravedad de la situación y que además ese exceso de preocupaciones está provocando el efecto contrario, es decir, el bloqueo mental. En tu cabeza solo hay espacio para preocupaciones y no queda hueco para buscar soluciones.
Qué hacer con tus preocupaciones
Nosotras no te vamos a decir que dejes de preocuparte o que no le des tantas vueltas. Eso es algo que sabes y que te gustaría hacer a ti más que a nadie. Y lo habrás escuchado en infinidad de ocasiones. ¿A que sí? La ansiedad es la que te ha llevado a esta situación en la que percibes peligro y amenaza en todo lo que te rodea.
Estás alerta, más de lo que deberías, pero no puedes parar. Y las preocupaciones cada vez se hacen más grandes. Y cada vez te encuentras más descentrada, te sientes más vulnerable, estás agotada de pensar, tensa física y mentalmente. ¿Te suena esta situación? Es evidente que así no puedes seguir, así que es hora de poner algunos límites a tu ansiedad.
Cómo dejar de preocuparte tanto
Ya te advertimos: es complicado y te llevará un tiempo. Y tratándose de un problema de ansiedad, lo más recomendable sería pedir ayuda psicológica. Pero puedes ir intentando algunos consejos para dejar de preocuparte por todo.
+ Redacta tus preocupaciones
Escribe tus preocupaciones en un papel. Este ejercicio tiene como objetivo desenredar la maraña de preocupaciones que ahora mismo tienes en la mente. Hay que saber qué es lo que te preocupa, una por una.
+ Analiza tus pensamientos
Tener tus preocupaciones en una lista, una por una, te permitirá centrarte en un problema cada vez en lugar de analizarlas desde una perspectiva global. Separa, analiza y hazle frente a cada preocupación.
+ ¿Preocupaciones útiles o inútiles?
¿Sabes que no tienes que creerte todo lo que piensas? Los pensamientos no se dividen en verdaderos o falsos, sino en útiles o inútiles. Y con las preocupaciones ocurre lo mismo. ¿Es útil preocuparte por esto? ¿Vas a encontrar antes una solución? y lo que es más importante, ¿tiene solución?
+ Deja espacio a la improvisación
El exceso de preocupaciones nace de una necesidad excesiva de control o perfeccionismo. Quieres tenerlo todo bajo control, todo organizado, que nada falle. Y lo cierto es que la vida es pura improvisación. Así que toca hacer otra lista.
+ Busca soluciones
Haz una lista de aquellas cosas en las que sí puedes tener algún tipo de control y céntrate en solucionar esas preocupaciones. Tendrás que hacer otra lista con asuntos que no puedes controlar y a esos hay que ponerles unos límites.
+ Limita tus preocupaciones
Pon un límite temporal a tus preocupaciones. Tú mandas en tu mente, aunque te parezca que no. Cuando mil pensamientos negativos se te agolpen en tu mente di: ahora no. Y reserva un tiempo a lo largo del día, el tiempo de las preocupaciones, para pensar en ellas o dejar que te invadan y te sobrepasen. Pero con un horario determinado, no cuando ellas quieran.
+ Céntrate en el presente
Un truco efectivo para no permitir que las preocupaciones te invadan o cuando sientes el desbordamiento emocional es practicar la atención plena. En el aquí y el ahora. ¿Qué estás haciendo en este momento? ¿Qué sonidos escuchas a tu alrededor? ¿Qué forma tiene esa taza de café? ¿Y los colores? Fíjate en cada detalle del momento presente y eso te ayudará a centrar tus pensamientos.
Dejar de preocuparte por todo no va a ocurrir de un día para otro, necesitas practicar durante un tiempo. Pero recuerda que gestionar la ansiedad es un proceso difícil para el que seguramente vas a necesitar ayuda. No dudes en pedirla.
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