Pasos esenciales para gestionar (y superar) momentos dolorosos del pasado
Consejos psicológicos para trabajar traumas, miedos o culpas del pasado
- ¿Cómo trabajar el dolor del pasado para un futuro sin sombras?
Nuestro inconsciente es como el disco duro de un ordenador que graba prácticamente toda la información del entorno externo (luz, sonidos, imágenes, olores, sabores…) y del entorno interno (pensamientos, sensaciones corporales, sentimientos…) sin que seamos conscientes de ello. Por tanto, solo entre un 7% y un 3% de lo que hacemos es realmente consciente.
Así, nuestro inconsciente no distingue lo real de lo virtual o simbólico, ni el tiempo existe. No separa lo que ocurre realmente de lo que imaginamos que ocurre, ni de lo que pasó hace muchísimos años. Por ello, cuando evocamos un recuerdo doloroso volvemos a revivir con los mismos sentimientos y pensamientos de entonces. Los recuerdos emocionales y los traumas quedan congelados en el tiempo, como una fotografía, Lo que ocurre es que ese pasado doloroso nos sigue condicionando en nuestro presente, como si lleváramos unos filtros opacos que en lugar de ver la realidad como es, percibimos ataques, culpas, injusticias y miedos donde en realidad no están.
La mente inconsciente quiere nuestra supervivencia, por eso, si grabó que en determinadas ocasiones hubo dolor, querrá evitarlo a toda costa. Porque ella no razona ni comprende, solo registra y almacena información. Y la información limitante de nuestro inconsciente (traumas, miedos, culpas, orgullos...), lo irás observando fuera, en tu realidad, es decir, proyectarás ese dolor fuera. Pero puedes aprovechar nuevas oportunidades de reinterpretar para sanar su raíz a través de estos pasos para gestionar y superar momentos dolorosos del pasado. ¡Por un futuro sin sombras!
¿Cómo trabajar el dolor del pasado para un futuro sin sombras?
Primero hay que tener en cuenta que superar el dolor del pasado es un camino de liberación que no se logra de un día para otro. La vida misma te mostrará conflictos y situaciones dolorosas o estresantes con las que poder trabajar. Veamos algunos pasos que puedes seguir para lograrlo, aunque siempre te recomendamos acudir a terapia psicológica, pues los profesionales de la salud mental serán quienes mejor te puedan ayudar en el proceso.
1 Escoge un conflicto o situación que estés viviendo y detecta cómo te sientes
Piensa en algo que estés viviendo en estos momentos, tomando consciencia de ello de la manera más específica que puedas. ¿Cómo te sientes cuando eso sucede? Por ejemplo, puede que percibas sentimientos de vergüenza, soledad, injusticia, estrés, miedo a fallar...
2 ¿En qué otras situaciones de tu vida te has sentido igual?
Piensa si estos sentimientos se han repetido en diferentes escenarios haciendo repaso hasta llegar a las memorias de adolescencia e infancia (con dos o tres memorias o recuerdos sería suficiente). Lo que sucede es que no estamos reaccionando por el acontecimiento actual, pues nos estamos relacionando continuamente con las interpretaciones y sentimientos de nuestro pasado.
Esto quiere decir que puede que ahora sufras según las situaciones que vivas, pero no porque ahora sean una amenaza real, sino porque interpretaste que lo fueron en algún momento de tu pasado. Tu parte adulta puede ahora comprender que esos eventos del pasado, quizás, no fueron tan duros como tal, pero sí lo fueron para ese niño o adolescente y, por esta razón, sigues llevando esa emoción contenida dentro de ti.
3 Expresión y liberación emocional
Se trata de la expresión de la emoción oculta, aquella que en su momento no pudiste liberar. En este punto se recomienda hacer el trabajo con un terapeuta que pueda acompañarte y guiarte, aunque si te ves capacitada, se trata de que entres en inmersión en la memoria más dolorosa o antigua y te des completo permiso a que las sensaciones corporales se expresen y se extiendan. Te das permiso para transitar el miedo o la ansiedad.
Si hubo personas involucradas en esa memoria o recuerdo, te has de dar permiso de dejar que los otros vuelvan a hacer mientras respiras y aceptas el proceso. También te has de dar permiso para decir o expresar lo que hubieras querido en ese momento. Se trata, en definitiva, de transitar por toda la escena, respirando, aceptando la situación y rindiéndote a lo que fue. Puede ser muy útil escribir todo ello e ir repitiendo una frase como "acepto estas situaciones, emociones y todo lo que aconteció".
4 Responsabilízate
Los eventos traumáticos que hemos llegado a vivir generalmente son repeticiones de patrones heredados o espejos que nos invitan a darnos cuenta de que el primero que traía el programa de ser rechazado, humillado, abandonado o traicionado somos nosotros mismos en nuestro inconsciente. Lo que ha ocurrido es que has visto fuera, en tu realidad, lo que hay dentro de ti.
Esa información venía como ADN en nuestro sistema familiar, y sencillamente tenemos la oportunidad de convertir ese sufrimiento en aceptación, en mayor comprensión y, finalmente, en amor. Puedes escoger seguir siendo víctima de esas memorias o bien responsabilizarte y vivir con mayor paz.
5 Comprensión y compasión
Comprende que esas memorias o recuerdos son fruto de tus percepciones con tus propios "programas" en ese momento, y que ahora por encima de todo deseas tener paz. Si una persona quiere realmente sanar ha de lograr tener una mirada a esas memorias o eventos pasados de forma más compasiva, y ver inocentes a todos los integrantes de los mismos, incluida tú.
Si sabemos que pensamos y actuamos en un 93-95% a nivel inconsciente, resultado de los miles de programas que hemos heredado generación tras generación, podemos comprender que siempre lo hacemos lo mejor que podemos, que todo tiene un sentido y un aprendizaje. Esta parte es quizás la más difícil y también requiere el acompañamiento de un terapeuta para poder liberar falsos juicios, culpas o miedos mal interpretados.
6 Reinterpreta y recrea esas memorias
En este momento puedes procurar recrear una nueva memoria como si pudieras grabar encima de la antigua. Tu inconsciente no sabrá si es real o no, pero grabará las emociones, sensaciones y todo detalle que recrees. Es un nuevo registro para decirle a tu mente inconsciente que también se puede vivir ese evento desde otro lugar, con mayor aceptación, calma y compasión.
Se suelen añadir a estas nuevas memorias o recuerdos otros recursos que te den fuerza, confianza y calma, como verte acompañado en todo momento por alguien, estar rodeado de luz o de una burbuja que protege, con palabras empoderadoras...
Recuerda que cada conflicto o situación dolorosa que estes viviendo es un eco y que tienes una nueva oportunidad de vivirlo de forma distinta, de aprender de ello, de querer ir a mirar al pasado y reinterpretarlo con mayor amor y comprensión para liberarte. La vida es sencillamente un camino de experiencias para transformar el dolor en amor.
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