Las tentaciones más difíciles de controlar

Maite Nicuesa

Las tentaciones son humanas, de hecho, la voluntad tiene que hacer un gran esfuerzo para resistir frente a la debilidad. Pero a nivel humano, existen tentaciones que son más complejas que otras, en tanto que despiertan más deseo. Según publica en un artículo la web Muy Interesante, un estudio elaborado por la Universidad de Chicago refleja cuáles son las tentaciones a las que más nos cuesta resistirnos. Se encuentran enmarcadas en el plano del trabajo y del ocio.

Tentaciones más recurrentes

La tentación de tumbarte en el sofá es un auténtico placer en diferentes momentos del día, por ejemplo, después de comer en el momento en que muchas personas practican el deporte nacional: la siesta. Otro hábito que se ha convertido en una necesidad es la de mirar el teléfono móvil con regularidad a la espera de novedades sociales. De hecho, algunos estudios también explican que existen personas que sienten ansiedad al dejarse el teléfono móvil olvidado en casa. Algo que es un síntoma evidente de dependencia.

Otras tentaciones también tecnológicas que tienen mucha fuerza son: echar un vistazo a las novedades en las redes sociales, mirar el correo electrónico. Los deseos que despiertan más intensidad en el ser humano son los que refieren al descanso y a la sexualidad.

Como bien refleja este estudio, no siempre es fácil encontrar el equilibrio entre la necesidad de trabajar y el deseo de descanso que a veces, pueden derivar en conflicto cuando la tentación de la pereza hace acto de presencia: "La inclinación natural a descansar y a relajarse y la tensión permanente que generan el trabajo y las obligaciones de la vida cotidiana" son una batalla diaria.

Por supuesto, las tentaciones adquieren más fuerza y vida propia ante la falta de fuerza de voluntad. La voluntad no siempre tiene la misma firmeza ante el poder de la tentación. De hecho, la situación personal también influye en el grado de motivación que una persona tiene para resistirse a algo que le apetece. Postergar un disfrute es una forma de ir fortaleciendo la voluntad para poder alcanzar éxitos importantes en la vida.

Se trata de aprender a esperar. Por ejemplo, por mucho que a una persona le guste tumbarse en el sofá, puede motivarse a nivel mental con el premio que tendrá en base al esfuerzo realizado. Después de un día de duro trabajo puedes prepararte una cena más especial, disfrutar de un baño relajante, ver una película en la televisión... En realidad, cualquier placer se valora mucho más cuando previamente, has cumplido con la obligación y tienes la tranquilidad del deber cumplido.

Cada persona tiene sus propias tentaciones por ello, es importante aprender a convivir con ellas, y también, darles un espacio natural en la vida. Por supuesto, para muchas chicas, la tentación del chocolate también es un auténtico placer que alimenta no sólo el paladar sino también el espíritu.

Aquellos que continuamente ceden ante el poder de la tentación, no desarrollan la capacidad de sacrificio y de trabajo.

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