Amnesia disociativa: tips para vencer los traumas que no te dejan recordar
Consejos para evitar que un suceso estresante te desconecte de la realidad
- Disociación: cuando nos distanciamos de la realidad
- La amnesia disociativa: un trastorno disociativo
- Otras características de los trastornos disociativos
- Amnesia disociativa: qué es
- ¿Quién puede sufrir amnesia disociativa?
- ¿Cómo se trata la amnesia disociativa?
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Los traumas y los recuerdos, en otras palabras, la memoria, son procesos que van muy ligados y se traduce en que, cuando vivimos un suceso estresante o traumático, nuestra mente puede tratar de olvidarlo para protegernos o hacernos huir de la amenaza que hemos experimentado. Hablamos de la amnesia disociativa, una alteración que implica la incapacidad para recordar información autobiográfica importante y que desencadena en una situación gobernada por la ansiedad.
Según el DSM-5, su prevalencia en adultos es mayor en mujeres, y el inicio de esta amnesia suele ser debido a un acontecimiento típicamente intolerable, es decir, traumático.
Este trastorno puede empezar de forma brusca o gradual. La mayoría de los casos remiten de forma espontánea, aunque también se puede desarrollar una forma crónica de amnesia, por eso es importante acudir a un profesional de la salud mental si vivimos esta experiencia. ¿Qué es la amnesia disociativa?, ¿cómo superar una experiencia traumática? En Diario femenino te damos algunos tips para vencer los traumas que no te dejan recordar, ¡toma papel y lápiz que empezamos!
Disociación: cuando nos distanciamos de la realidad
Entre un 2 y un 3% de la población sufre disociación, un término general que engloba una gran variedad de experiencias, que van desde un leve distanciamiento de la realidad o del ambiente más cercano, hasta un distanciamiento más grave de la experiencia física y emocional.
Así, la principal consecuencia de estos fenómenos disociativos consiste en el distanciamiento de la realidad. No se trata de la pérdida del contacto con la realidad, como ocurriría en la psicosis, sino del distanciamiento de la misma.
Pero una cosa es la disociación y otra sufrir un trastorno disociativo, algo más grave; se calcula que hasta un 10% de la población padece un trastorno disociativo de la realidad. Entre estos trastornos encontramos la amnesia disociativa.
Los trastornos disociativos aparecen normalmente inmediatamente después de vivir una experiencia traumática grave o una situación estresante que favorece la aparición de la ansiedad.
Es por ello que la incidencia de los mismos es más alta en estos casos; hasta un 73% de las personas expuestas a un evento traumático, por ejemplo, sufrir la pérdida de un ser querido, vivir o presenciar un accidente de tráfico, experimenta estados disociativos durante el incidente o momentos después, ya sea horas, días o semanas después. Normalmente estos estados desaparecen solos con el tiempo, pero a veces será imprescindible pedir ayuda psicológica.
La amnesia disociativa: un trastorno disociativo
El DSM-5 (2013) define la amnesia disociativa como una incapacidad para recordar información autobiográfica, es decir, información relativa a nuestra propia vida o a nuestros recuerdos. Es un trastorno que causa un intenso malestar y/o interferencia en el funcionamiento diario, y que va más allá de un olvido ordinario, por ello forma parte de los trastornos disociativos.
Pero, ¿qué son los trastornos disociativos? La característica esencial de este tipo de trastornos, entre los que se incluyen la amnesia disociativa, la fuga disociativa, el trastorno de identidad disociativo, es el deterioro de la integración normal de la emoción. Por ejemplo, experimentar ausencia de reactividad emocional, de sensaciones, movimientos o pensamientos.
Otra característica es que la persona no tiene ningún trastorno físico que pueda explicar los síntomas, a pesar de que muchas veces los trastornos disociativos son crudas imitaciones de trastornos orgánicos bien conocidos, como sería el trastorno amnésico, donde hay una dificultad para recordar.
Además, en estos trastornos suelen haber estresores psicológicos traumáticos que suelen ser los desencadenantes del trastorno. Es decir, que estos estresores preceden al comienzo del trastorno.
Como dato curioso, las personas con mayor probabilidad de padecer un trastorno disociativo, como sería la amnesia disociativa, son aquellas que tienen un alto grado de sugestionabilidad.
La sugestionabilidad se define como la cualidad de estar inclinado a aceptar y a actuar según las sugerencias, opiniones o expectativas de otros. Estas personas tienden a rellenar los huecos vacíos en la memoria para recordar, aunque sea con información falsa.
Otras características de los trastornos disociativos
En los trastornos disociativos existe una pérdida de memoria limitada al material psicológicamente significativo, es decir, la información que deja de recordarse es importante para la persona. Las memorias a largo y a corto plazo se ven igualmente afectadas.
Otra característica es que los síntomas agudos mejoran temporalmente con tranquilizantes. Además, la pérdida de memoria, en el caso concreto de la amnesia disociativa, se desarrolla en el contexto de un estrés emocional intenso. Si el estrés aumenta, los síntomas también.
Amnesia disociativa: qué es
La amnesia disociativa se define como una incapacidad para recordar información autobiográfica importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante. Dicha incapacidad es incompatible con el olvido ordinario, es decir, no se trata simplemente de no recordar pequeñas cosas de nuestra vida, sino de olvidar un acontecimiento importante y traumático.
Para poder hablar de un auténtico trastorno, los síntomas deben causar un malestar clínicamente significativo o un deterioro en la vida a nivel social, laboral, académico, etc.
Además, esta alteración no se produce por los efectos fisiológicos de una sustancia, como por ejemplo el alcohol u otras drogas, un medicamento, y tampoco es causada por otra afección médica o neurológica, como podría ser un traumatismo cerebral o una epilepsia. Tampoco se explica mejor por otro trastorno, como un trastorno de estrés postraumático (TEPT), un trastorno neurocognitivo o un trastorno de identidad múltiple.
¿Quién puede sufrir amnesia disociativa?
La amnesia disociativa ha sido observada en niños, adolescentes y adultos. En niños puede haber una mayor dificultad para la evaluación, debido a que estos tienen dificultades para comprender cuestiones acerca de la amnesia, y los evaluadores pueden verse en problemas a la hora de hacer preguntas a este tipo de población.
Es importante saber, además, que la amnesia disociativa en niños puede ser difícil de diferenciar de otras alteraciones como la inatención, la ansiedad, el comportamiento oposicionista o las dificultades de aprendizaje. En estos casos es necesaria la información de otras fuentes, por ejemplo, profesores o terapeutas, para poder realizar un diagnóstico adecuado.
¿Cómo se trata la amnesia disociativa?
Aunque en muchos casos los síntomas de la amnesia disociativa remiten con el tiempo, pedir ayuda es importante. El tratamiento de la amnesia disociativa incluye la psicoterapia y algunos tipos de fármacos, como los antidepresivos y los ansiolíticos. Eso sí, estos últimos deben ser idealmente complementarios a la terapia psicológica.
Es decir, los fármacos pueden servir como una forma de facilitar el trabajo psicoterapéutico con el paciente y como una herramienta para disminuir niveles elevados de angustia, ansiedad, pero nunca deben ser la primera opción terapéutica.
Volviendo a la terapia psicológica, esta tiene entre sus objetivos que la persona pueda procesar y entender lo que vivió. Para ello, se trabajará sobre el suceso traumático y sobre las secuelas psicológicas que éste está produciendo a día de hoy en la persona, concretamente en su memoria.
Además, es importante tener en cuenta que las personas que presentan un trastorno de amnesia disociativa pueden sentirse muy confundidas y angustiadas, y que otras pueden sentirse indiferentes. Todo esto deberá considerarse de cara a la terapia, que por otro lado, deberá ser personalizada y tener un claro enfoque empático y flexible. Así, deberán abordarse los síntomas secundarios al trastorno, como por ejemplo la ansiedad o la angustia que genera el hecho de no poder recordar.
En estos casos, la reestructuración cognitiva, es decir, cambiar los pensamientos disfuncionales, si se tienen, por pensamientos más adaptativos y realistas, y las técnicas de desactivación como pueden ser la relajación, relajación muscular o la meditación pueden ayudar.
Estos son todos los aspectos que debes conocer de la amnesia disociativa para saber qué es y cómo superar las experiencias traumáticas. Si tienes alguna pregunta o duda sobre este tema no dudes en dejarlo en los comentarios, estaremos encantadas de ayudarte.
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Bibliografía
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