6 valiosas estrategias para mantener una actitud positiva ante la vida

¿Cómo mantener el optimismo y la positividad en la vida de forma mentalmente saludable?

Laura Ruiz Mitjana, Psicóloga
En este artículo
  1. ¿Qué significa mantener una actitud positiva ante la vida?
  2. Tener buen humor ante la vida: cómo nos ayuda ante los buenos y malos momentos
  3. 6 claves para mantener una actitud positiva y buen humor ante la vida
  4. No siempre podemos estar bien, y está bien que así sea: autocompasión, flexibilidad y aceptación

¿Cuántas veces habremos escuchado la famosa frase de "lo que importa no es lo que te ocurre, sino cómo lo afrontas"? Y sí, ¡en parte es así! Mantener una actitud positiva y enfocar las cosas con humor es importante, y nos ayuda a transitar los momentos difíciles desde un lugar más sereno y amable.

Sin embargo, esto no siempre es posible, y lo cierto es que se trata de un tema complejo, lleno de capas interesantes en las que profundizar. En Diario Femenino reflexionamos sobre cómo mantener una actitud positiva y buen humor ante la vida cuando ésta se pone fea, a través de ejemplos ilustrativos. Pero antes, descubriremos qué se entiende realmente por una actitud positiva y cuáles son los beneficios de tenerla.

¿Qué significa mantener una actitud positiva ante la vida?

Tener una actitud positiva no significa estar siempre feliz, o fingir que todo va bien (eso sería poco realista). En cambio, mantener una actitud positiva sí significa mirar la vida con esperanza e ilusión, aunque no siempre sea fácil o aunque haya muchas cosas en contra. Es aprender a ver el lado bueno de las cosas sin ignorar la realidad, porque ser positivo no es negar lo que está mal, sino aceptar lo que pasa y ver qué podemos aprender de ello.

Imagina, por ejemplo, que tienes frente de ti un proyecto que no salió como esperabas. Una actitud negativa sería pensar: "soy un desastre, no sirvo para esto". Sin embargo, alguien con actitud positiva podría decirse a sí mismo: "no ha sido el resultado que quería, pero he aprendido mucho en el proceso y sé que la próxima vez lo haré mejor". 

Con este ejemplo (que podría ser otro, y con otras palabras) encontramos la diferencia: y es que, no se trata de negarse a ver los problemas, sino de entender que cada experiencia tiene algo que aportarnos (a veces ese aprendizaje solo podemos verlo años más tarde). Y ojo, que si no podemos aprender nada de algo, tampoco pasa nada; no debemos exigírnoslo o sentir culpa por ello.

¿Cómo trasladar todo esto al día a día? Puedes empezar a cultivar esta actitud positiva con pequeños cambios. Si por ejemplo te toca madrugar, en lugar de quejarte del despertador, piensa en lo bien que te sentirás tras una ducha refrescante o saboreando el primer café de la mañana. Si tienes mucho trabajo, en lugar de verlo como una carga, intenta enfocarte en el reto y la satisfacción que sentirás al acabar, o en que no todo el mundo tiene la suerte de poder tener un trabajo.

Tener buen humor ante la vida: cómo nos ayuda ante los buenos y malos momentos

Por otro lado, el buen humor es nuestro gran aliado. Nos permite relativizar los problemas, verlos desde otro ángulo, y nos ayuda a conectar con los demás de una manera auténtica. Reírnos de nosotros mismos nos libera y nos recuerda que somos humanos, imperfectos y, a veces, un poco caóticos, ¡y eso está bien!

Piensa en esos momentos en los que un día parecía un desastre, pero luego, contándolo a alguien, todo resulta casi divertido. Como cuando llegas al trabajo sin darte cuenta de que tenías una gran mancha en la camisa o cuando sales corriendo y te das cuenta de que olvidaste las llaves en casa. ¿Alguna vez te ha pasado que te ríes de un mal momento mientras lo cuentas? Esa risa es sanadora porque nos ayuda a liberar tensión.

Cuando todo va bien, el humor nos ayuda a disfrutar aún más. Y cuando estamos pasando por un momento difícil (mucho más difícil que los ejemplos que hemos ido dando), puede convertirse en una herramienta potente. Es como si el buen humor nos recordara que, pase lo que pase, siempre hay algo a lo que podemos aferrarnos para salir adelante, aunque sea tremendamente difícil. Si logras reírte incluso de tus propios errores o dificultades, estás cultivando una herramienta que te permitirá afrontar lo que venga con un poco más de ligereza.

6 claves para mantener una actitud positiva y buen humor ante la vida

¿Cómo mantener esta actitud positiva? Recuerda que no es necesario (ni posible) mantener esa actitud siempre, pero sí podemos enfocarnos en ella de vez en cuando (es liberador, ya lo verás). Algunas ideas para empezar pueden ser:

1 El entorno importa: rodéate de personas que sumen

Las personas con las que pasamos tiempo influyen en nuestra actitud. Si te rodeas de personas que siempre se quejan o que ven el lado negativo de todo, es probable que te sientas igual. En cambio, las personas optimistas o con buen sentido del humor te inspiran a ver las cosas con más claridad y positividad.

2 Aprecia los pequeños detalles, disfrútalos

Muchas veces, esperamos los grandes momentos para sentirnos felices, pero si esperas a que ocurra algo especial, puedes pasar por alto las cosas bonitas de cada día. Disfruta el café de la mañana, la risa con tus amigos, el atardecer o la música que te hace sentir bien. ¿Pequeño pero grande, verdad?

3 Cuida de ti mismo: esto impacta en cómo verás el mundo

La actitud positiva también es el reflejo de cómo nos cuidamos. Cuando estamos agotados, estresados o no hemos descansado bien, todo se hace cuesta arriba. La alimentación, el ejercicio y el descanso influyen directamente en cómo vemos el mundo. Prueba a darte esos momentos de autocuidado: una cena rica, una sesión de yoga o simplemente descansar lo que necesitas.

4 Sé agradecido y mira dónde pones la atención

Agradece para conectar y para valorar. Te animamos a dedicar unos minutos al día a pensar en algo por lo que estés agradecido. A veces nos enfocamos tanto en lo que nos falta, en la "ausencia de", que olvidamos lo que ya tenemos. Llevar un diario de gratitud o simplemente recordar cada noche tres cosas que te han hecho sentir bien durante el día (aunque sean pequeñitas) puede ayudarte a mantener una perspectiva positiva.

5 Sé flexible con tus planes

Las cosas no siempre salen como queremos, y eso está bien. Si hoy no conseguiste todo lo que planeaste, permítete sentirte mal, o bien, o cómo lo sientas. La flexibilidad nos ayuda a mantener una actitud positiva, porque nos permite adaptarnos sin sentirnos tan frustrados.

6 Ríete más

¡La risa da vida! Busca momentos para reír. Puedes ver una serie divertida, compartir una anécdota graciosa o simplemente recordar algo que te hizo reír. La risa es terapéutica y te da una dosis de energía positiva. Haz de ella una parte importante de tu vida.

No siempre podemos estar bien, y está bien que así sea: autocompasión, flexibilidad y aceptación

Es importante no sobreexigirnos, y recordar que, mantener una actitud positiva y buen humor no significa estar siempre bien. Tampoco significa que al hacerlo eliminaremos todos los problemas, pero sí podremos transitarlos de una forma más llevadera, serena y objetiva. Y claro está que la vida tiene sus altibajos, y que está bien sentirse mal cuando las cosas se ponen difíciles. Aquí es donde entra en juego la autocompasión, la flexibilidad y la aceptación.

La autocompasión es tratarnos con la misma amabilidad que le ofreceríamos a un amigo en una situación difícil. En lugar de criticarnos duramente cuando cometemos errores, podemos aprender a decirnos: "hoy ha sido un día duro, y está bien no estar bien·. Recuerda que no somos máquinas. Aceptar nuestros momentos bajos nos ayuda a integrarlos sin esa presión adicional de sentir que "deberíamos estar mejor".

Y por su parte, la flexibilidad significa entender que, aunque tengamos días malos, estos no definen toda nuestra vida, y tampoco duran para siempre (todo llega, todo pasa). Quizás hoy sientas que nada tiene sentido, pero mañana las cosas pueden verse mejor. La flexibilidad implica adaptarnos a lo que va sucediendo sin sentirnos derrotados.

Y aquí es clave la aceptación: aceptar que la vida tiene momentos de todo tipo y que no siempre podemos controlarlo todo. Un ejemplo de esto podría ser cuando pasamos por una ruptura amorosa. Es normal sentir tristeza y dolor, y tratar de "ser positivo" sin más no suele ayudar. En lugar de eso, acepta que estás triste, date permiso para sentirte así y, poco a poco, verás que el dolor disminuye. Porque mantener una actitud positiva no significa forzar la felicidad, sino saber que, tras cada experiencia, incluso las dolorosas, siempre tenemos la capacidad de reconstruirnos.

La actitud positiva: un posicionamiento realista pero optimista

En definitiva, mantener una actitud positiva y un buen humor ante la vida no soluciona los problemas mágicamente, pero sí es un posicionamiento realista que nos ayuda a ver las cosas de manera más ligera, sin dejarnos arrastrar por lo negativo.

Así que prueba a aplicar estas estrategias a ver cómo te sientes. Los días malos llegarán, pero mientras, disfrutemos de los buenos, y cuando lleguen los malos, tocará afrontarlos (pero mejor hacerlo con esperanza -realista- que con negatividad y desilusión, ¿no crees?).

¿Qué te han parecido estas 6 valiosas estrategias para mantener una actitud positiva y el buen humor ante la vida? Danos tu opinión en los comentarios, ¡te leemos!

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