Madonna, en Barcelona: sus extravagancias y exigencias

Madonna no se relaja con el tiempo. La diva del pop llega a Barcelona cargada de extraños antecedentes para dar dos conciertos que forman parte de su actual gira mundial. La denuncia de Le Pen por su provocador montaje con una esvástica y los dos actos exhibicionistas en sus conciertos de Roma y Estambul son sólo dos anécdotas más de su extravagante forma de ser.

Madonna tiene una larga lista de exigencias para viajar a sus conciertos: lleva a más de 200 personas consigo, entre ellas 30 guardaspaldas, un monitor de yoga, un equipo de chefs, un acupunturista, cinco dobles de ella misma y una doble de su hija Lourdes Maria. Además, exige cambiar los muebles de los camerinos por los que ella misma trae y solicita 20 líneas internacionales de teléfono y rosas blancas cortadas con una medida especial.

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