Looks monocromáticos y múltiples formas, apuestas de Juana Martín en Cibeles 2011
La diseñadora sube los siete pecados capitales a la pasarela

Pera empezar fuerte, vestidos por encima de la rodilla con tejidos acolchados, voluminosos y esponjosos, combinados con transparencias de seda y tules. Estas curiosas piezas se entremezclaban con vestidos largos de vuelo, sueltos. Los colores protagonistas comenzaron siendo el gris y el blanco.
Los pecados de Juana Martín sobre paillettes y sedas
Pronto aparecería otro de los 'pecados' de Juana Martín reflejado sobre vestidos de corte recto, anchos, formas que no dejaban ver la figura femenina, ¿sería este el pecado de la envidia? ¿Quizá de la ira? El color de estas piezas era el negro, negro combinado con complementos en rojo brillante.
Tras estas propuesta llega el rojo, las pieles, el pelo, los vestidos verdes con paillettes y pedrería, sin duda, el pecado de la codicia. Regresan los volantes en el pecho, los volúmenes, aunque por momentos, las curvas de la mujer se vuelven cúbicas.
Pronto volvemos a ver la sensualidad y la figura femenina sobre la pasarela en todo su esplendor, gracias a las transparencias, a la fina seda, a las plumas, al vuelo de las prendas, que se ciñen a la cintura. Propuestas muy sensuales y apasionadas. El blanco devuelve la dulzura y el negro, sobre vestidos que combinan transparencias con rayas de piel, la lujuria.
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