Andrés Sardá viste a una mujer poderosa y seductora en Cibeles 2011
Tendencias de la primavera verano 2011
La mujer seductora de Andrés Sardá
El verano 2011 de Andrés Sardá es un homenaje a la estética de Helmut Newton, sensual, sofisticada y cargada de erotismo. Un universo creado en torno a una feminidad que deja a un lado la fragilidad para mostrar su lado más poderoso y seductor. El chic erótico del fotógrafo de las amazonas de los ochenta planea sobre esta colección, con una propuesta rica en contrastes de colores y materiales que dirige una especial atención a los acabados y detalles.
Piedras de Swarovsky aplicadas en detalles, anillas estratégicamente ubicadas para poder regular el tamaño de las piezas, lazadas de quita y pon, aplicaciones de nido de abeja , lentejuelas y piezas reversibles de colores contrastados combinan las piezas de baño con un amplio universo de prendas y complementos que amplían las posibilidades de personalizar cada look. En cuanto a las líneas se conserva las características formas Sardá , suaves y anatómicas que acompañan las líneas del cuerpo con ligeras variaciones como la línea más escotada del bajo de las piezas que estiliza las piernas y la supresión de los aros en sujetadores y partes superiores, manteniendo las copas para dar un aspecto más natural a las prendas.
Los colores iluminan el verano 2011 con la sutileza de los piedras, la luminosidad del coral y el turquesa y la calidez del frambuesa. En cuanto a los estampados la geometría de los motivos inspirados en la ciudad declinada una rica gama de grises contrasta con el dinamismo de las pinceladas multicolor para la línea crucero y en su versión dripping para la línea de Andrés Sardá.
El grafismo es otro de los puntos fuertes de la propuesta para la próxima temporada estival. Con el protagonismo de las rayas que este año combinan diferentes materiales en lugar de ser estampadas, las mezclas de rayas y topos y de topos y juncos en su versión vintage más sesentera y el clásico blanco y negro que evoca inevitablemente a las amazonas de Newton, las indiscutibles musas de la colección y las grandes protagonistas del desfile. Un ejercicio estético en el que la ciudad en su aspecto más simbólico como fondo es el testigo de una historia que como en los mundos de Newton transcurre de la profundidad de la noche al amanecer , de la oscuridad al día.
En esta colección la mujer se viste con plumas y cristales cuando cae el sol y con gasas, transparencias y volúmenes etéreos para celebrar el día. Subrayado con una dualidad simbólica que tiñe de negro la opción de complementos y accesorios de noche y de blanco los de día. El diálogo entre lo masculino y femenino planea también en la propuesta con prendas llegadas del armario masculino como smokings y chalecos que se transforman en ultrafemeninas a través de estratégicos cortes y el estudio de las proporciones, un juego creativo que aliado con la combinación entre el baño y la lencería acentúa el aspecto seductor de la propuesta. Todo un objeto de deseo.
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