Salir a correr en compañía siempre es una buena excusa para hacer ejercicio y encontrar un factor de motivación. Pero no sólo eso sino que, además, hace a la persona más sociable.
Correr permite calibrar el ritmo respiratorio y mejorar la oxigenación, de manera que el cuerpo adquiere mayor resistencia física y evita los ahogos en la práctica de deporte.
Como bien hemos dicho anteriormente, la segregación de endorfinas hace que el cuerpo libere tensión y entre en un estado de relax y descanso que ayuda a conciliar el sueño.
La práctica de ejercicio incita a la segregación de endorfinas, las conocidas como hormonas de la felicidad, que hacen que bajen los niveles de nerviosismo, estrés y ansiedad.
El running es un buen ejercicio para evitar la osteoporosis u otras dolencias relacionadas con los huesos, ya que mejora e incrementa la densidad de éstos. Para los huesos, es recomendable complementar el ejercicio con una dieta rica en calcio y vitamina D.
Corriendo se trabajan prácticamente todos los músculos del cuerpo. Debido al balanceo que requiere el ejercicio, las piernas, glúteos, espalda y brazos, son los zonas que más se trabajan y por tanto, tonifican.
Como hemos dicho anteriormente, correr no sólo adelgaza sino que al bajar de peso, también disminuye la acumulación de celulitis en la zona de las caderas.
Como todo ejercicio aeróbico, el 'running' también ayuda a regular y perder peso; eso sí, siempre llevando una rutina diaria tanto de ejercicio como de alimentación sana y equilibrada.