Pedir es gratis, pero a la hora de pagar nos podemos arrepentir. Por eso, para gastar con cabeza en rebajas es mejor hacer una lista de deseos, o de necesidades para saber lo que realmente queremos comprar.
Rebajas: evita las compras compulsivas por los precios bajos
¿Realmente me lo voy a poner? ¿Necesito esta falda o me estoy lanzando a comprarla porque está muy barata? Los precios bajos pueden despistar, y es mejor pensar antes de gastar.
Rebajas: contrasta precios antes de adquirir productos
Puede que algo nos enamore y tengamos que comprarlo de inmediato, pero la misma prenda o producto de maquillaje puede estar más barata en otra tienda o incluso en segundas rebajas. Piensa antes de pagar.
Devolver una prenda que no nos sienta bien es más difícil en rebajas, cuando nos puede dar pereza acudir a descambiarla por la cantidad de gente de las tiendas. Es mejor probarnos todo antes de decidirnos a pagar.
Son cómodas, fáciles y te las traen a casa: las compras por Internet pueden ser un peligro si no tenemos freno gastando con la tarjeta. Es recomendable acudir a la tienda física.
Sí, nunca tendremos suficiente ropa. Sin embargo, reconoce que mucha de esa ropa nueva no la necesitas porque tienes muchas prendas iguales. Aprovecha las rebajas para comprar cosas prácticas que sí te hacen falta.
La tarjeta de crédito o débito es una comodidad para comprar en rebajas, pero también es más fácil perder la cabeza y gastar mucho más dinero. Ahorrarás si llevas el dinero justo que quieres gastarte.
En las rebajas, nos tienta comprar un pantalón a la última, el maquillaje que más se lleva o los looks más rompedores, pero eso pasa de moda rápido. Es mejor invertir en básicos a los que dar más uso.