En la zona de la ceja hay muchas terminaciones nerviosas y no es fácil realizar una perforación sin tocar algún nervio. Pero el piercing de la ceja más que doloroso, es molesto y su posible infección puede ser peligrosa para el ojo.
A pesar de ser uno de los piercings más frecuentes, el del cartílago también es uno de los más dolorosos. Debido a su dureza, comparada con la carne, perforar un cartílago siempre duele.
La úvula o la campanilla es una zona extremadamente delicada de nuestro cuerpo. Al tratarse de una parte interna de nuestra boca, no está acostumbrada a los factores externos que no sean comida, bebida o saliva, por lo que perforarla es muy doloroso.
El piercing en los genitales, especialmente en el clítoris y el glande, son uno los piercing más dolorosos que existen. Además de ello los pendientes en esta zona están muy expuestos a infecciones y una mala cicatrización.
La de la nuca es una zona sumamente dolorosa, ya que la piel de la zona es gruesa y tiene muy poca grasa, por lo que es mucho más sensible que otras partes del cuerpo.
Se trata de una zona erógena de nuestro cuerpo donde van a parar miles de terminaciones nerviosas, es una de las partes mas sensibles de nuestro cuerpo; por ello, el piercing en el pezón uno de los más dolorosos.
El piercing Tragus se realiza en el cartílago que tenemos justo antes del oído, arriba del lóbulo. Al tratarse de un cartílago, que es más duro que la carne, el dolor será mayor que cualquier otro piercing en la oreja.
No hay que olvidarse que la lengua es un músculo por donde pasan miles de nervios; es decir, una zona muy sensible. Si ya el simple hecho de mordernos la lengua es doloroso, imagínate perforarla. Además su proceso de cicatrización es lento y molesto.
Este tipo de piercing se puede realizar en la piel que une ambos orificios de la nariz o en el cartílago. Si se opta por la segunda opción el dolor será mucho mayor ya que por la zona pasan muchos nervios, entre ellos el del lagrimal.
El piercing en el ombligo o belly button piercing es uno de los más dolorosos porque se trata de una zona con muchas terminaciones nerviosas, a la que no estamos muy acostumbrados a exponer al dolor.