No dice nada, pero lo dice todo. Y es que esta imagen de Abraham con traje ajustado de buzo y con mirada perdida en el horizonte es de nuestras favoritas.
Su perrito es para él casi tan importante como la música, por eso siempre que puede comparte con él momentos tan tiernos como este. ¡Si es que son un amor!
Su cuerpo es espectacular, pero es que su sonrisa de niño que no ha roto un plato, ¡nos tiene locas! ¿Que levante la mano quien se pueda resistir a ella?