Ayuda a las mujeres maltratadas

El 25 de noviembre es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La cifra de 55 mujeres muertas en nuestro país en lo que va de año es algo a tener en cuenta no sólo en este día, sino todos los días. Y mientras la violencia machista se sigue politizando, el número de denuncias de mujeres agredidas va en aumento con una media de 367 denuncias diarias. Generalmente, no nos gusta regirnos por los datos, pero en este caso son alarmantes y pueden ayudarnos a reflexionar. Lo peor de todo, es que la mayoría de las mujeres que han muerto a causa de la violencia de género nunca habían denunciado a sus parejas.

Convivir con un maltratador

Lo que se esconde detrás de una mujer que convive con un maltratador es tan personal y recoge tantos matices que es imposible explicar los motivos que llevan a una mujer a soportar el maltrato físico o psicológico. Pero en la base está la educación machista que hemos recibido durante siglos de ideología patriarcal donde la mujer está posicionada en un plano inferior al hombre y queda anulada bajo la influencia de un hombre violento y de una sociedad que lo tolera.

La mujer maltratada es una víctima y necesita el apoyo no sólo de su círculo más cercano, sino del conjunto de la sociedad. Por lo tanto, cualquier medida de protección por parte de las instituciones es bienvenida independientemente de la tendencia política que la plantee. Sólo unidas podremos hacer frente a este problema de la violencia de género, que no entiende ni de estatus, ni de clases, ni de razas, ni de nivel cultural, sino que puede afectar a cualquier mujer.

Y es que hay muchas mujeres que todavía tienden a sentirse inferiores a sus parejas, que aceptan los roles que les impone el círculo en el que viven, que se sienten culpables si no alcanzan las expectativas familiares y todo eso acaba destruyendo la autoestima y es lo que les lleva a desaparecer ensombrecidas por las agresiones físicas y el maltrato psicológico.

Recursos para mujeres maltratadas

Dado que el vínculo que se establece entre el maltratador y la víctima es tan difícil de romper y teniendo en cuenta que, por lo general, la mujer maltratada no encuentra las fuerzas para salir de ese ambiente de violencia, seremos los demás quienes demos el primer paso para frenar esa situación. La importancia de las denuncias es crucial, aunque cada vez esté más difícil. Pero cualquier persona que tenga conocimiento de que una mujer está siendo maltratada debe denunciarlo, sea familiar, vecino, compañero de trabajo o aunque no tenga ninguna vinculación con la víctima.

Es el círculo familiar el que más atento debe estar a las señales de maltrato, ya que, como decimos, muchas veces el maltratador ha incapacitado emocionalmente a la víctima para tomar decisiones. Así como los médicos de atención primaria, que deben dirigir a la mujer maltratada hacia todos aquellos recursos legales y sociales con los que puede contar para salir de esa situación.

Dejémonos ya de debates lingüísticos y políticos, sea violencia contra la mujer, sea violencia de género, violencia doméstica o violencia machista, porque mientras debatimos la conveniencia de un término u otro, muchas mujeres siguen muriendo y siguen siendo víctimas de estas agresiones.

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