Victorio y Lucchino presentan sus 'Sirenas' en Gaudí Novias 2011
La colección "Sirenas", que los sevillanos Victorio & Lucchino han presentado en Gaudí Novias, ha sido la primera confeccionada fuera de sus talleres tras el acuerdo alcanzado con Raimon Bundó, y destacan en ella vestidos ajustados al cuerpo, cortados bajo el pecho o muy marcando en la cintura.
Muy V&L, con volantes de caracola en los bajos de los vestidos o en las faldas para dar movimiento, la colección ha tenido una puesta en escena espléndida, con la pasarela convertida en playa, y muy logrados también los tocados de las modelos, maquilladas en tonos nacarados, hechos con redes, ramas de coral, conchas y caracolas de mar.
José Víctor Rodríguez Caro ha explicado a Efe que, tras desfilar el año pasado en México, se les ha disparado la demanda de vestidos de novia en ese país y en otros de Sudamérica y EEUU. Así para atender las peticiones y dedicarse más al diseño se han "casado con Bundó", una firma en la que confían, "que trabaja con talleres en Barcelona y que tiene una gran red de distribución, de manera que lo que antes se cosía en Sevilla, ahora se cose aquí".
Según Raimon Bundó, se podrán hacer un máximo de 2.500 vestidos de la firma V&L porque algunos llevan más de cien horas de trabajo, y ya se ha creado un equipo de 30 costureras que se ocuparán de los diseños de los sevillanos, en los que este año el tul de seda ha tenido un gran protagonismo.
La firma Victorio & Lucchino tiene 48 líneas de productos y los creadores han decidido centrar sus esfuerzos en el diseño y acordar con terceros la fabricación y distribución, para quedarse sólo con la costura, que seguirá estando en el taller de Sevilla, ya que también el "pret a porter" lo hará una empresa con la que están a punto de firmar.
Su objetivo, según José Luis Medina, son los países árabes tras la visita sorpresa que les hizo a su talle la jequesa de Catar, quien les ha pedido que desfilen en esos país a finales de mes, y que está interesada en que abran una tienda en el centro comercial de la isla artificial La Perla, en Doha, la capital.
Los desfiles de hoy han arrancado con las propuestas de Jesús del Pozo, ausente involuntario de la pasarela por un problema de aviones, y se han cerrado con las de la Plataforma Alta Costura, integrada por Frans Baviera, Piedad Rodríguez y Teresa Ripoll.
La diseñadora Inmaculada García, que cose trajes de novia y de fiesta desde que era casi una adolescente, ha debutado hoy en esta pasarela y ha dejado claro que el adn de su firma son las mezclas de tejidos y toques metalizados de elaboración propia, y líneas muy barrocas. Su colección de novia, inspirada en el siglo XVIII pero actualizada, ha arrancado con un vestido hecho con tejido metálico y yute, con adornos de macramé y ganchillo, para novias que quieren hacer de su boda una fiesta.
Las hermanas Yolanda y Cristina Pérez, de Yolan Cris, mantienen el aire hippie que es habitual en la firma, y este año con muchos vestidos de ganchillo y hasta con algún toque vaquero en chalecos, cinturones y pequeños detalles.
La sorpresa ha sido la salida final de todas las modelos de corto, con minivestidos y pantalones cortos de encaje, de gasa y de guipur, muy apropiados para novias jóvenes con ganas de divertirse mucho.
De la plataforma Alta Costura, que ha presentado trajes de fiesta, Frans Baviera ha preparado para la pasarela trajes tecnológicos con auriculares y muchos bolsillos para poder llevar en ellos todo lo que se necesita, y una chaqueta hecha con ratones de ordenador, que se entregará a Lady Gaga, ha explicado un portavoz de la firma.
Piedad Rodríguez propone trajes chaqueta para el día en tono vivos y vestidos largos en seda, tules y gasa para la noche, mientras que Teresa Ripoll se inspira en los años cincuenta y sesenta para una colección casi artesana elaborada con tejidos ricos, en los que destacan los botones joya y los complementos.
Muy V&L, con volantes de caracola en los bajos de los vestidos o en las faldas para dar movimiento, la colección ha tenido una puesta en escena espléndida, con la pasarela convertida en playa, y muy logrados también los tocados de las modelos, maquilladas en tonos nacarados, hechos con redes, ramas de coral, conchas y caracolas de mar.
José Víctor Rodríguez Caro ha explicado a Efe que, tras desfilar el año pasado en México, se les ha disparado la demanda de vestidos de novia en ese país y en otros de Sudamérica y EEUU. Así para atender las peticiones y dedicarse más al diseño se han "casado con Bundó", una firma en la que confían, "que trabaja con talleres en Barcelona y que tiene una gran red de distribución, de manera que lo que antes se cosía en Sevilla, ahora se cose aquí".
Según Raimon Bundó, se podrán hacer un máximo de 2.500 vestidos de la firma V&L porque algunos llevan más de cien horas de trabajo, y ya se ha creado un equipo de 30 costureras que se ocuparán de los diseños de los sevillanos, en los que este año el tul de seda ha tenido un gran protagonismo.
La firma Victorio & Lucchino tiene 48 líneas de productos y los creadores han decidido centrar sus esfuerzos en el diseño y acordar con terceros la fabricación y distribución, para quedarse sólo con la costura, que seguirá estando en el taller de Sevilla, ya que también el "pret a porter" lo hará una empresa con la que están a punto de firmar.
Su objetivo, según José Luis Medina, son los países árabes tras la visita sorpresa que les hizo a su talle la jequesa de Catar, quien les ha pedido que desfilen en esos país a finales de mes, y que está interesada en que abran una tienda en el centro comercial de la isla artificial La Perla, en Doha, la capital.
Los diseños de Jesús del Pozo desfilan por la pasarela sin su creador presente
Los desfiles de hoy han arrancado con las propuestas de Jesús del Pozo, ausente involuntario de la pasarela por un problema de aviones, y se han cerrado con las de la Plataforma Alta Costura, integrada por Frans Baviera, Piedad Rodríguez y Teresa Ripoll.
La diseñadora Inmaculada García, que cose trajes de novia y de fiesta desde que era casi una adolescente, ha debutado hoy en esta pasarela y ha dejado claro que el adn de su firma son las mezclas de tejidos y toques metalizados de elaboración propia, y líneas muy barrocas. Su colección de novia, inspirada en el siglo XVIII pero actualizada, ha arrancado con un vestido hecho con tejido metálico y yute, con adornos de macramé y ganchillo, para novias que quieren hacer de su boda una fiesta.
Las hermanas Yolanda y Cristina Pérez, de Yolan Cris, mantienen el aire hippie que es habitual en la firma, y este año con muchos vestidos de ganchillo y hasta con algún toque vaquero en chalecos, cinturones y pequeños detalles.
La sorpresa ha sido la salida final de todas las modelos de corto, con minivestidos y pantalones cortos de encaje, de gasa y de guipur, muy apropiados para novias jóvenes con ganas de divertirse mucho.
De la plataforma Alta Costura, que ha presentado trajes de fiesta, Frans Baviera ha preparado para la pasarela trajes tecnológicos con auriculares y muchos bolsillos para poder llevar en ellos todo lo que se necesita, y una chaqueta hecha con ratones de ordenador, que se entregará a Lady Gaga, ha explicado un portavoz de la firma.
Piedad Rodríguez propone trajes chaqueta para el día en tono vivos y vestidos largos en seda, tules y gasa para la noche, mientras que Teresa Ripoll se inspira en los años cincuenta y sesenta para una colección casi artesana elaborada con tejidos ricos, en los que destacan los botones joya y los complementos.
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