Las mejores ideas para decorar con gusto una boda al aire libre
El verano es, junto con la primavera, la estación del año más solicitada por los novios para celebrar su boda. El buen tiempo favorece las bodas celebradas en espacios al aire libre, cerca del mar o incluso en la misma playa. El campo es otra de las opciones. Beatriz Navarro, directora Creativa de Bodabook.com, te plantea algunas ideas para decorar estos ambientes y triunfar.
La llegada del verano se acerca apresuradamente y con ello el momento de inspirarse en espacios abiertos y refrescantes, como puede ser el mar. El murmullo de las olas, la brisa marina, la puesta de sol y la fina arena de la playa, encierran un marco idílico para celebrar una boda.
Con las altas temperaturas no apetece llevar mucha ropa por lo que el estilo ibicenco es una buena opción a la hora de elegir los trajes de los novios. Obviamente todo lo demás debe estar en sintonía. El resto de elementos que forman parte de boda como el menú, la decoración, etc., tienen que cumplir estos requisitos.
Los colores predominantes en las bodas veraniegas sugieren los colores del mar: el azul, el blanco y los tonos arena. De esta forma, los zapatos de novia, tocado, maquillaje, pequeños detalles de la decoración o el ramo de novia irán conjuntados con el océano.
Para combatir el exceso de calor y aplicar medidas para combatirlo, se puede colocar un cesto con parasoles orientales junto a las sillas o bancos destinados a los invitados, que además de acertado, le dará un toque muy chic.
Colocar techos de paja, estrellas y velas para iluminar cuando se haga de noche, manteles y servilletas de hilo, servilleteros de rafia y flores o con conchas, pizarras, pay-pays con el menú escrito con caligrafía, invitaciones con detalles marinos, fotos colgantes de los momentos más entrañables de los novios...son elementos muy sencillos que no pueden quedar mejor en una boda que se celebra cerca del mar. El mar posee la belleza necesaria para convertir el escenario de una boda en lo suficientemente idílico para encandilar a tus invitados.
Y si elegimos otro entorno, como la campiña, su atmósfera ofrece un estilo fresco, romántico y muy alegre para cualquier boda. Una decoración en tonos neutros y con pequeños detalles como una flor de lavanda a modo de remate de las servilletas o unas cajitas con una sorpresa como detalle para los invitados, conseguirán sorprender a todos los asistentes.
Es evidente que la celebración al aire libre permite sacar el máximo partido a todos los recursos que ofrece la naturaleza y sus paisajes. El objetivo, como siempre, es hacer de la boda un momento inolvidable.
La llegada del verano se acerca apresuradamente y con ello el momento de inspirarse en espacios abiertos y refrescantes, como puede ser el mar. El murmullo de las olas, la brisa marina, la puesta de sol y la fina arena de la playa, encierran un marco idílico para celebrar una boda.
Con las altas temperaturas no apetece llevar mucha ropa por lo que el estilo ibicenco es una buena opción a la hora de elegir los trajes de los novios. Obviamente todo lo demás debe estar en sintonía. El resto de elementos que forman parte de boda como el menú, la decoración, etc., tienen que cumplir estos requisitos.
Los colores predominantes en las bodas veraniegas sugieren los colores del mar: el azul, el blanco y los tonos arena. De esta forma, los zapatos de novia, tocado, maquillaje, pequeños detalles de la decoración o el ramo de novia irán conjuntados con el océano.
Para combatir el exceso de calor y aplicar medidas para combatirlo, se puede colocar un cesto con parasoles orientales junto a las sillas o bancos destinados a los invitados, que además de acertado, le dará un toque muy chic.
Las velas y las flores, tus mejores aliadas en las bodas veraniegas
Colocar techos de paja, estrellas y velas para iluminar cuando se haga de noche, manteles y servilletas de hilo, servilleteros de rafia y flores o con conchas, pizarras, pay-pays con el menú escrito con caligrafía, invitaciones con detalles marinos, fotos colgantes de los momentos más entrañables de los novios...son elementos muy sencillos que no pueden quedar mejor en una boda que se celebra cerca del mar. El mar posee la belleza necesaria para convertir el escenario de una boda en lo suficientemente idílico para encandilar a tus invitados.
Y si elegimos otro entorno, como la campiña, su atmósfera ofrece un estilo fresco, romántico y muy alegre para cualquier boda. Una decoración en tonos neutros y con pequeños detalles como una flor de lavanda a modo de remate de las servilletas o unas cajitas con una sorpresa como detalle para los invitados, conseguirán sorprender a todos los asistentes.
Es evidente que la celebración al aire libre permite sacar el máximo partido a todos los recursos que ofrece la naturaleza y sus paisajes. El objetivo, como siempre, es hacer de la boda un momento inolvidable.
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