La vuelta al cole en los niños. Los primeros días
El regreso al colegio de los más pequeños de la familia
Es muy importante y recomendable que ambos padres, o al menos uno, acompañéis al niño el primer día de clase. Así se sentirá apoyado y con la confianza suficiente para superar el posible trauma, por el cambio y el "abandono" paterno.
Si tu hijo es muy pequeño, sería muy bueno hablar con el colegio y permitirle que lleve algún juguete de casa que le proporcione seguridad. Es un día especial para ellos y tenemos que hacer lo posible para que también sea un día alegre.
Cuidemos la despedida, que ellos vean que se quedan en buenas manos: no la alargues demasiado y sé puntual tanto a la hora de la entrada como a la de la salida.
Transmite a tu hijo seguridad: habrás observado que bastantes padres están más nerviosos que sus propios niños el primer día de colegio, cuando tienen que dejarlo con los profesores. Es lógico que dejar a tu hijo en el colegio después de haber pasado tanto tiempo juntos en vacaciones nos puede crear ansiedad, aunque por el contrario otros padres están encantados de "desembarazarse de sus hijos", pero nosotros los adultos somos los que debemos transmitirles tranquilidad, para evitarles temores y estrés.
En cuanto tengan el horario escolar, ayúdales a estructurar su semana, para que él vea por sí mismo tiempos de trabajo y de tiempo libre y que pueden tener tiempo para todo. Es bueno que aprovechen al máximo el fin de semana, sin mucho ocio pasivo, pero has de ser flexible con las actividades propuestas, ya que muchas veces cambiarán las circunstancias y las necesidades: mal tiempo, un resfriado, un cumpleaños...
Prepara bien su mochila: los expertos recomiendan que no supere el 10% - 15% del peso del niño. Es decir, si tu hijo pesa 20 kilos, la mochila pesará como mucho entre 2 y 3 kilos. En cuanto al tamaño no debe ser mayor que el ancho y largo de la espalda del niño. Tendrán tirantes anchos y acolchados, con forma ergonómica, incluso uno para la cintura, y con bolsillos exteriores para distribuir bien el peso. Los objetos más pesados irán al fondo, pegados a la espalda.
En los primeros días de colegio, tras la jornada escolar es conveniente que dejes que tu hijo se pueda relajar un poco antes de hacer los deberes, pues hacer las tareas escolares nada más salir del colegio no es muy conveniente, por lo menos en los primeros días, para evitar la sobrecarga escolar. Normalmente el profesor tiene en cuenta esta circunstancia y los primeros días los deberes son pocos, para que el niño se vaya habituando poco a poco.
Para mejorar la autoestima de tu hijo y fomentar la comunicación, pregúntale cómo le ha ido en el cole, cuáles son sus nuevos compañeros, qué tal ha visto a los que ya conoce, y escúchale con sus posibles frustraciones, con las cosas que no le han gustado, con los cambios que ha encontrado. Es una buena terapia que será positivo para él.
A la mayoría de los niños les gusta que nos sentemos con ellos para hacer los deberes. Esto no es siempre es posible, pero de vez en cuando debemos hacerlo, sobre todo al principio del curso y al menos una vez por semana, pues les ayudaremos a aclarar posibles dudas, les enseñaremos a organizar su tiempo y a repartir mejor sus tareas. En definitiva, les enseñaremos a planificar su trabajo, que le será de gran utilidad para el futuro.
Relacionado con los deberes también debes dar valor a los logros de tu hijo cuando saca buenas notas, cuando recibe un premio o un positivo en algún trabajo, felicitándole y demostrándole lo orgullosa que estás de él, siempre en tono positivo y sincero.
De la misma forma que tú no giras en torno a tu trabajo a todas horas, en tu hijo no es solo estudiar y estudiar. Para su correcto desarrollo global es muy bueno que también realice actividades deportivas o lúdicas en su tiempo de ocio. Montar en bicicleta, dar un paseo, jugar en el parque, ir a clases de natación, fútbol, gimnasia, judo, baile o lo que le guste practicar le ofrecerá una pequeña desconexión mental que contribuirá a mejorar su rendimiento escolar.
Los fines de semana, si el tiempo y las obligaciones familiares lo permiten, dedícalos a estar en familia realizando actividades juntos, para así fomentar la unión y la comunicación en la familia, que muchas veces no es posible durante la semana por los diferentes horarios. Les ayudará también a afrontar la próxima semana escolar con las pilas cargadas y llenos de energía.
Si tu hijo es muy pequeño, sería muy bueno hablar con el colegio y permitirle que lleve algún juguete de casa que le proporcione seguridad. Es un día especial para ellos y tenemos que hacer lo posible para que también sea un día alegre.
Cuidemos la despedida, que ellos vean que se quedan en buenas manos: no la alargues demasiado y sé puntual tanto a la hora de la entrada como a la de la salida.
Transmite a tu hijo seguridad: habrás observado que bastantes padres están más nerviosos que sus propios niños el primer día de colegio, cuando tienen que dejarlo con los profesores. Es lógico que dejar a tu hijo en el colegio después de haber pasado tanto tiempo juntos en vacaciones nos puede crear ansiedad, aunque por el contrario otros padres están encantados de "desembarazarse de sus hijos", pero nosotros los adultos somos los que debemos transmitirles tranquilidad, para evitarles temores y estrés.
En cuanto tengan el horario escolar, ayúdales a estructurar su semana, para que él vea por sí mismo tiempos de trabajo y de tiempo libre y que pueden tener tiempo para todo. Es bueno que aprovechen al máximo el fin de semana, sin mucho ocio pasivo, pero has de ser flexible con las actividades propuestas, ya que muchas veces cambiarán las circunstancias y las necesidades: mal tiempo, un resfriado, un cumpleaños...
Prepara bien su mochila: los expertos recomiendan que no supere el 10% - 15% del peso del niño. Es decir, si tu hijo pesa 20 kilos, la mochila pesará como mucho entre 2 y 3 kilos. En cuanto al tamaño no debe ser mayor que el ancho y largo de la espalda del niño. Tendrán tirantes anchos y acolchados, con forma ergonómica, incluso uno para la cintura, y con bolsillos exteriores para distribuir bien el peso. Los objetos más pesados irán al fondo, pegados a la espalda.
En los primeros días de colegio, tras la jornada escolar es conveniente que dejes que tu hijo se pueda relajar un poco antes de hacer los deberes, pues hacer las tareas escolares nada más salir del colegio no es muy conveniente, por lo menos en los primeros días, para evitar la sobrecarga escolar. Normalmente el profesor tiene en cuenta esta circunstancia y los primeros días los deberes son pocos, para que el niño se vaya habituando poco a poco.
La autoestima del niño, clave en su bienestar
Para mejorar la autoestima de tu hijo y fomentar la comunicación, pregúntale cómo le ha ido en el cole, cuáles son sus nuevos compañeros, qué tal ha visto a los que ya conoce, y escúchale con sus posibles frustraciones, con las cosas que no le han gustado, con los cambios que ha encontrado. Es una buena terapia que será positivo para él.
A la mayoría de los niños les gusta que nos sentemos con ellos para hacer los deberes. Esto no es siempre es posible, pero de vez en cuando debemos hacerlo, sobre todo al principio del curso y al menos una vez por semana, pues les ayudaremos a aclarar posibles dudas, les enseñaremos a organizar su tiempo y a repartir mejor sus tareas. En definitiva, les enseñaremos a planificar su trabajo, que le será de gran utilidad para el futuro.
Relacionado con los deberes también debes dar valor a los logros de tu hijo cuando saca buenas notas, cuando recibe un premio o un positivo en algún trabajo, felicitándole y demostrándole lo orgullosa que estás de él, siempre en tono positivo y sincero.
De la misma forma que tú no giras en torno a tu trabajo a todas horas, en tu hijo no es solo estudiar y estudiar. Para su correcto desarrollo global es muy bueno que también realice actividades deportivas o lúdicas en su tiempo de ocio. Montar en bicicleta, dar un paseo, jugar en el parque, ir a clases de natación, fútbol, gimnasia, judo, baile o lo que le guste practicar le ofrecerá una pequeña desconexión mental que contribuirá a mejorar su rendimiento escolar.
Los fines de semana, si el tiempo y las obligaciones familiares lo permiten, dedícalos a estar en familia realizando actividades juntos, para así fomentar la unión y la comunicación en la familia, que muchas veces no es posible durante la semana por los diferentes horarios. Les ayudará también a afrontar la próxima semana escolar con las pilas cargadas y llenos de energía.
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