La vuelta al cole en los niños: Los días previos
Consejos para afrontar los días de antes de los peques
Siempre oímos hablar del síndrome post-vacacional que todos hemos sufrido en mayor o menor medida al acabar las vacaciones de verano y reincorporarnos al trabajo, pero ¿sabías que algunos niños también sufren algo parecido?
En su caso se llama el "síndrome de la normalidad infantil". Después de varios meses totalmente a su aire, sin horarios estrictos y con pocas rutinas, a ellos también se les hace difícil volver a coger el ritmo del colegio. Este síndrome suele presentarse en los primeros días de clase, donde algunos niños tienen cierta dificultad en aceptar y adaptarse a la vuelta a la rutina tras las vacaciones, y pueden mostrar algunos síntomas como la irritabilidad, la agresividad, algo de apatía, cansancio e incluso mostrar ansiedad, que en casos graves puede desembocar en depresión.
A diferencia de los adultos, los niños expresan los procesos depresivos de un modo diferente, no con tristeza, sino que la irritabilidad y la agresividad son algunos signos externos relacionados con la depresión. Aunque lo normal es que al cabo de una semana o diez días todos se habrán adaptado al cambio sin incidencias.
Como madres debemos estar atentas ante estas posibles actitudes de nuestros hijos, ayudarles a que la vuelta al cole sea lo más llevadera posible, que tengan ilusión y ganas de empezar un nuevo curso, ilusionarles porque se reencontrarán con sus amiguitos de nuevo y proporcionarles la seguridad y el bienestar que ellos necesitan de ti. Para ello la comprensión (entender al niño y saber cómo ayudarle) y la comunicación padre - hijo son fundamentales. Escucha sus temores e inquietudes y habla con él, transmitiéndole confianza y seguridad.
Fundamentalmente y para empezar la vuelta al cole bien tienes que volver a establecer en tu hijo una rutina de sueño. En el verano el sol se pone más tarde y por lo tanto se retrasa la hora de dormir, que se suma a que por la mañana no se levanta tan temprano. Lo ideal es que al menos una semana antes de empezar con el colegio vayas ajustándole los horarios, no lo dejes para el último día.
Adelanta poco a poco la hora de ir a la cama, acortando cada día 15 minutos el momento de irse a dormir. Aunque los primeros días se quede despierto un rato en la cama, no pasa nada, poco a poco se irá acostumbrando. Y lo mismo por la mañana, cada día despiértalo 15 minutos antes hasta llegar a la hora establecida de despertar para ir al colegio. Eso sí, despiértalo con muchos mimos, tranquilamente y con su desayuno preferido. Se irá acostumbrando al cambio horario sin levantarse de mal humor y el primer día de clase lo hará con naturalidad.
Si todavía estás de vacaciones en otro lugar, sería mejor regresar a casa unos días antes del comienzo de clases, para que el cambio entre las vacaciones y la vuelta al cole no sea un shock para el niño, pues necesita al menos dos o tres días para adaptarse sin riesgo de estrés, volver a dormir en su cama, reencontrarse con su entorno, pues esto le dará seguridad.
Del mismo modo, comienza a imponer los horarios en las comidas y las cenas, así como sus momentos de ocio y tareas, aunque no haya comenzado las clases, para que todo no le venga de golpe.
Tranquiliza a tu hijo diciéndole que sus amigos seguirán con él en el colegio. Si has tenido que cambiar de colegio, anima a tu hijo haciéndole ver es bueno hacer nuevos amigos y que en seguida serán compañeros estupendos. Refuérzale con mensajes positivos del tipo: "vas a ir a la clase de mayores", "estrenarás tu mochila nueva que tanto te gusta", "vas a aprender un montón de cosas nuevas y chulas"...
Si te es posible, implícale en la vuelta al cole: en la compra del material escolar, con la mochila, los cuadernos, los útiles de escritura, forrad juntos los libros, etc.; si lleva uniforme pruébaselo, o llévatelo a comprarle ropa nueva especial para el cole.
Toma contacto previo con lo relacionado con el colegio: desde leer cuentos sobre el colegio ("En el cole con los Lunnis", "Teo en la Escuela", "Mi primer día de colegio", etc.) si tu hijo es pequeño todavía, de 2, 3 ó 4 años, pues le ayudarán a superar sus miedos, junto con ir a con él a conocer el colegio y su aula donde estará; pasando por recordar el nombre de sus profesores, de sus compañeros de clase; ver los trabajos escolares del año pasado, ojear los primeros temas de sus libros nuevos y actividades similares.
En su caso se llama el "síndrome de la normalidad infantil". Después de varios meses totalmente a su aire, sin horarios estrictos y con pocas rutinas, a ellos también se les hace difícil volver a coger el ritmo del colegio. Este síndrome suele presentarse en los primeros días de clase, donde algunos niños tienen cierta dificultad en aceptar y adaptarse a la vuelta a la rutina tras las vacaciones, y pueden mostrar algunos síntomas como la irritabilidad, la agresividad, algo de apatía, cansancio e incluso mostrar ansiedad, que en casos graves puede desembocar en depresión.
A diferencia de los adultos, los niños expresan los procesos depresivos de un modo diferente, no con tristeza, sino que la irritabilidad y la agresividad son algunos signos externos relacionados con la depresión. Aunque lo normal es que al cabo de una semana o diez días todos se habrán adaptado al cambio sin incidencias.
Como madres debemos estar atentas ante estas posibles actitudes de nuestros hijos, ayudarles a que la vuelta al cole sea lo más llevadera posible, que tengan ilusión y ganas de empezar un nuevo curso, ilusionarles porque se reencontrarán con sus amiguitos de nuevo y proporcionarles la seguridad y el bienestar que ellos necesitan de ti. Para ello la comprensión (entender al niño y saber cómo ayudarle) y la comunicación padre - hijo son fundamentales. Escucha sus temores e inquietudes y habla con él, transmitiéndole confianza y seguridad.
La vuelta a las rutinas
Fundamentalmente y para empezar la vuelta al cole bien tienes que volver a establecer en tu hijo una rutina de sueño. En el verano el sol se pone más tarde y por lo tanto se retrasa la hora de dormir, que se suma a que por la mañana no se levanta tan temprano. Lo ideal es que al menos una semana antes de empezar con el colegio vayas ajustándole los horarios, no lo dejes para el último día.
Adelanta poco a poco la hora de ir a la cama, acortando cada día 15 minutos el momento de irse a dormir. Aunque los primeros días se quede despierto un rato en la cama, no pasa nada, poco a poco se irá acostumbrando. Y lo mismo por la mañana, cada día despiértalo 15 minutos antes hasta llegar a la hora establecida de despertar para ir al colegio. Eso sí, despiértalo con muchos mimos, tranquilamente y con su desayuno preferido. Se irá acostumbrando al cambio horario sin levantarse de mal humor y el primer día de clase lo hará con naturalidad.
Si todavía estás de vacaciones en otro lugar, sería mejor regresar a casa unos días antes del comienzo de clases, para que el cambio entre las vacaciones y la vuelta al cole no sea un shock para el niño, pues necesita al menos dos o tres días para adaptarse sin riesgo de estrés, volver a dormir en su cama, reencontrarse con su entorno, pues esto le dará seguridad.
Del mismo modo, comienza a imponer los horarios en las comidas y las cenas, así como sus momentos de ocio y tareas, aunque no haya comenzado las clases, para que todo no le venga de golpe.
Los amigos y el colegio
Tranquiliza a tu hijo diciéndole que sus amigos seguirán con él en el colegio. Si has tenido que cambiar de colegio, anima a tu hijo haciéndole ver es bueno hacer nuevos amigos y que en seguida serán compañeros estupendos. Refuérzale con mensajes positivos del tipo: "vas a ir a la clase de mayores", "estrenarás tu mochila nueva que tanto te gusta", "vas a aprender un montón de cosas nuevas y chulas"...
Si te es posible, implícale en la vuelta al cole: en la compra del material escolar, con la mochila, los cuadernos, los útiles de escritura, forrad juntos los libros, etc.; si lleva uniforme pruébaselo, o llévatelo a comprarle ropa nueva especial para el cole.
Toma contacto previo con lo relacionado con el colegio: desde leer cuentos sobre el colegio ("En el cole con los Lunnis", "Teo en la Escuela", "Mi primer día de colegio", etc.) si tu hijo es pequeño todavía, de 2, 3 ó 4 años, pues le ayudarán a superar sus miedos, junto con ir a con él a conocer el colegio y su aula donde estará; pasando por recordar el nombre de sus profesores, de sus compañeros de clase; ver los trabajos escolares del año pasado, ojear los primeros temas de sus libros nuevos y actividades similares.
Puedes leer más artículos similares a La vuelta al cole en los niños: Los días previos, en la categoría de Niños en Diario Femenino.
Publicado:
Actualizado: