Fobia escolar: Cuando tu hijo no quiere ir a la escuela
Soluciones para calmar los miedos de tu hijo
"Mi hijo muestra ansiedad por tener que ir al colegio. Se marea, le duele el estómago y en ocasiones hasta llega a vomitar. Al final sólo se calma quedándose en casa. Estoy empezando a preocuparme y no sé qué hacer..." Este podría ser el testimonio de muchas madres cuando comienza el curso escolar.
La fobia escolar se presenta cuando un niño rechaza de forma prolongada el ir a la escuela por algún tipo de miedo, bien sea relacionado con factores escolares (miedo al profesor, bajo rendimiento escolar, problemas con sus compañeros...), o bien con sucesos vitales negativos (ruptura de la unión familiar, enfermedad de mucha duración, fallecimiento de alguien cercano en su entorno, ansiedad producida por la separación materna cuando va por primera vez al colegio....).
No siempre que tu hijo llora cuando tiene que ir al colegio es debido a esta fobia escolar, hay que saber diferenciarla del rechazo escolar, pues éste se da cuando existe una decisión consciente por parte del niño a negarse a ir al colegio, y no tiene que ver con la ansiedad que le produce la fobia escolar.
Algunos síntomas que pueden darse son:
Síntomas fisicos: sudoración de la manos y el cuerpo, tensión muscular elevada, vómitos, diarrea, alteraciones en la alimentación y en el sueño.
Síntomas cognitivos: Temor a todo lo relacionado con estar en el colegio, sin poder explicar a qué. El temor desaparece cuando el niño llega del colegio y reaparece al día siguiente, cuando debe partir hacia él de nuevo.
Síntomas en la conducta: se comporta de forma negativa. El niño monta un escándalo si se le obliga a vestirse, a desayunar, etc., se pone a gritar, y llora si se le hace permanecer en clase.
Cuando el niño repite estos síntomas al menos unos 6 meses necesitará de una atención especial, e incluso de una terapia psicológica, para evitar posibles repercusiones negativas en sus estudios y en la realización de sus tareas escolares, pues los niños, a diferencia de los adultos, no reconocen la situación como irracional. Si este es tu caso, acude al pediatra para que descarte que estos síntomas no se deban a algún problema fisiológico o enfermedad, y habiendo descartado esta posibilidad, será el psicólogo infantil quien comience un tratamiento para tratar la fobia escolar con técnicas de relajación, de exposición, de modelado, de escenificaciones e incluso, en casos graves, con tratamiento farmacológico.
Habla con tu hijo, con sus amigos y con sus profesores, para conocer mejor el posible origen y cómo prevenir males mayores.
Que tu hijo se vaya incorporando poco a poco al colegio, apoyándote en su profesor a la entrada y salida de las clases. Se firme a primera hora de la mañana, en la entrega del niño al profesor.
Establece un sistema de recompensas cuando tu hijo hace mejoras.
Haz cumplir la regla de la asistencia diaria a la escuela, para que le sea menos difícil volver a la rutina diaria, ya que los temores se superan enfrentándose a ellos cuanto antes.
Si tu hijo al levantarse está suficientemente bien para andar de un lado para otro, lo estará para poder ir a la escuela. Si manifiesta o se queja de síntomas físicos, deberás enviarlo al colegio con la mínima discusión. Y en caso de duda también, pues si efectivamente los síntomas empeoraran a lo largo del día, desde el colegio llamarán a los padres para que vaya a recogerlo.
Si tu hijo algún dia llora y grita, negándose a ir al colegio rotundamente, habla primero con él sobre sus temores, pero después debes llevarlo al colegio.
Una tos moderada, dolor de garganta, secreción nasal u otros síntomas de resfriado, pero sin fiebre ni vómitos, no son motivos para no ser enviado al colegio. No es suficiente "tener mal color", "ojeras" o "estar fatigado".
Solicita ayuda al personal del colegio, pues existen protocolos de actuación para estos casos y los profesores suelen ser muy comprensivos con estas situaciones.
La fobia escolar se presenta cuando un niño rechaza de forma prolongada el ir a la escuela por algún tipo de miedo, bien sea relacionado con factores escolares (miedo al profesor, bajo rendimiento escolar, problemas con sus compañeros...), o bien con sucesos vitales negativos (ruptura de la unión familiar, enfermedad de mucha duración, fallecimiento de alguien cercano en su entorno, ansiedad producida por la separación materna cuando va por primera vez al colegio....).
No siempre que tu hijo llora cuando tiene que ir al colegio es debido a esta fobia escolar, hay que saber diferenciarla del rechazo escolar, pues éste se da cuando existe una decisión consciente por parte del niño a negarse a ir al colegio, y no tiene que ver con la ansiedad que le produce la fobia escolar.
Síntomas de fobia escolar
Algunos síntomas que pueden darse son:
Síntomas fisicos: sudoración de la manos y el cuerpo, tensión muscular elevada, vómitos, diarrea, alteraciones en la alimentación y en el sueño.
Síntomas cognitivos: Temor a todo lo relacionado con estar en el colegio, sin poder explicar a qué. El temor desaparece cuando el niño llega del colegio y reaparece al día siguiente, cuando debe partir hacia él de nuevo.
Síntomas en la conducta: se comporta de forma negativa. El niño monta un escándalo si se le obliga a vestirse, a desayunar, etc., se pone a gritar, y llora si se le hace permanecer en clase.
Tratamiento de la fobia escolar
Cuando el niño repite estos síntomas al menos unos 6 meses necesitará de una atención especial, e incluso de una terapia psicológica, para evitar posibles repercusiones negativas en sus estudios y en la realización de sus tareas escolares, pues los niños, a diferencia de los adultos, no reconocen la situación como irracional. Si este es tu caso, acude al pediatra para que descarte que estos síntomas no se deban a algún problema fisiológico o enfermedad, y habiendo descartado esta posibilidad, será el psicólogo infantil quien comience un tratamiento para tratar la fobia escolar con técnicas de relajación, de exposición, de modelado, de escenificaciones e incluso, en casos graves, con tratamiento farmacológico.
Orientaciones a los padres
Habla con tu hijo, con sus amigos y con sus profesores, para conocer mejor el posible origen y cómo prevenir males mayores.
Que tu hijo se vaya incorporando poco a poco al colegio, apoyándote en su profesor a la entrada y salida de las clases. Se firme a primera hora de la mañana, en la entrega del niño al profesor.
Establece un sistema de recompensas cuando tu hijo hace mejoras.
Haz cumplir la regla de la asistencia diaria a la escuela, para que le sea menos difícil volver a la rutina diaria, ya que los temores se superan enfrentándose a ellos cuanto antes.
Si tu hijo al levantarse está suficientemente bien para andar de un lado para otro, lo estará para poder ir a la escuela. Si manifiesta o se queja de síntomas físicos, deberás enviarlo al colegio con la mínima discusión. Y en caso de duda también, pues si efectivamente los síntomas empeoraran a lo largo del día, desde el colegio llamarán a los padres para que vaya a recogerlo.
Si tu hijo algún dia llora y grita, negándose a ir al colegio rotundamente, habla primero con él sobre sus temores, pero después debes llevarlo al colegio.
Una tos moderada, dolor de garganta, secreción nasal u otros síntomas de resfriado, pero sin fiebre ni vómitos, no son motivos para no ser enviado al colegio. No es suficiente "tener mal color", "ojeras" o "estar fatigado".
Solicita ayuda al personal del colegio, pues existen protocolos de actuación para estos casos y los profesores suelen ser muy comprensivos con estas situaciones.
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