¿Hasta qué edad puedo quedarme embarazada?
Tu amiga de la infancia te da la buena noticia: ¡está embarazada! Te alegras mucho por ella, pero de pronto caes en la cuenta que ya tienes 35 años y empiezas a oir el tic-tac de tu reloj biológico... ¡pero si ni me lo he planteado! Por fin tienes un trabajo estable, llevas varios años con tu pareja y sabes que él será un padre estupendo ¿ha llegado mi momento?, ¿no seré demasiado "vieja" para ser madre?
Pero ¿y si eres de esas mujeres que a pesar de estar en los treinta y tantos sigues soltera, sin compromiso estable, cambias de trabajo como de zapatos y vives la vida como a los veinte?, Con este ritmo de vida te preguntas: ¿hasta qué edad podré quedarme embarazada?
Estas y otras muchas cuestiones se nos pasan por la cabeza cuando la ilusión por tener un hijo se convierte en un dilema por tener ya unos añitos. Además la generación de nuestras madres fue más tempranera, antes de los treinta años ya habían tenido sus hijos, y nosotras en cambio apenas sí hemos salido del nido materno a esa edad.
Existen fundamentalmente dos factores que influyen directamente sobre un embarazo y la responsabilidad de traer un hijo al mundo: el factor biológico y el factor socio-económico.
Factores biológicos y psicológicos
Desde el punto de vista médico, los especialistas están de acuerdo que la década de los 30 es el período ideal para la maternidad; desde el aspecto biológico el cuerpo aún es joven y la fertilidad está en sus niveles más altos. Todavía se tiene energía, resistencia física y capacidad suficientes para recuperarse tras el parto y para aguantar las jornadas interminables de los primeros años de crianza. Psicológicamente hablando, una mujer que está en la década de los treinta es más madura que otra de veintitantos, se conoce mejor a sí misma y sabe mejor cuáles son sus límites y sus prioridades, por lo que se toma la maternidad con mucha más tranquilidad, lo que beneficiará muchísimo a su bebé.
En cambio, ya entrando en los cuarenta años, la fertilidad cae en picado, el cuerpo comienza a mostrar síntomas de la menopausia y se pueden sufrir molestias previas a la vejez, como principio de osteoporosis, de artritis, problemas de espalda o similares, por lo que el embarazo aunque todavía factible, entra en los llamados "de riesgo".
Factores económicos y laborales
En el aspecto laboral, es probable que a los treinta y pico años la carrera profesional de la mujer esté asentada, haya terminado sus estudios y esté consolidándose en una empresa o negocio. Es posible que se tenga un sueldo más alto, mayores ingresos y que sea más fácil interrumpir el trabajo por unos meses o algún año para dedicarlos a la maternidad.
También puede ser que no se tenga una profesión muy avanzada o definida a los 30, pero esto no implica que sea imposible tener hijos, pues se cuenta con la experiencia acumulada y el ver la vida de otra forma diferente que a los 20 años. Además se puede aprovechar el parón laboral para realizar cursos de formación que permitan acceder a un mejor puesto de trabajo en la reincorporación laboral tras el período de descanso y lactancia. Y es importante que se conserven las relaciones laborales y los contactos profesionales, de manera que luego sea más sencillo regresar. Estar al día con publicaciones del sector, asistir a alguna conferencia o taller, programar alguna visita ocasional con los antiguos compañeros de trabajo, realizar algún curso... son formas sencillas y útiles de no perder el contacto, además que vendrán bien para que la mujer se sienta que es algo más que una productora de leche y una cuidadora full-time: que es una persona con proyectos y aspiraciones.
Factores personales
A los treinta es más probable que la relación de pareja sea estable y esté afianzada, con lo que esta solidez permitirá contar con una buena base para criar a un niño. Además la pareja ya habrá tenido tiempo de disfrutar previamente de sí mismos y de las oportunidades de la vida, con viajes, escapadas, alguna aventura, proyectos personales.... antes de embarcarse en la paternidad, lo que les permitirá disfrutar plenamente de esta gran aventura de ser padres, sin sufrir las temidas frustraciones de "haber dedicado toda la vida a criar a los hijos", que tanto se quejaban los padres de generaciones anteriores.
Desventajas de un embarazo más allá de los 35 años
Cuando se pasa la barrera de los 35 años, las probabilidades de sufrir un aborto espontáneo o que el niño nazca con síndrome de Down u otras anomalías congénitas aumentan con respecto a los 25 30 años, pero en un grado bajo. Es a partir de los 40 años cuando estas posibilidades aumentan muchísimo y el embarazo debe llevarse bajo una estricta supervisión médica, recomendando estudios de rutina como la amniocentesis, el análisis de vellosidades coriónicas u otras pruebas fetales detalladas. Otras complicaciones que se pueden dar a partir de esta edad son el embarazo ectópico, el parto por cesárea o el sufrimiento fetal.
La fertilidad
Aunque los problemas de fertilidad pueden darse tanto en el hombre como en la mujer, es cierto que a partir de los 38 39 años la fertilidad baja bastante en casi todas las mujeres, por lo que se hace a veces imprescindible pasar por tratamientos hormonales que aumenten el éxito de quedarse embarazada. También es más frecuente que se den embarazos de mellizos, ya que la mujer es más propensa a liberar más de un óvulo por ciclo a partir de los 35 años, debido a que aumentan los niveles de la hormona folitropina.
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