Cómo conservar la leche materna (en nevera o congelador) en buen estado
Pasos que debes seguir para que tu leche no pierda sus propiedades
- ¿Cómo extraer la leche materna?
- Así debes conservar la leche materna en la nevera
- Consejos para conservar la leche materna en el congelador
- Pasos a seguir para descongelar la leche materna
- ¿Qué pasa si el bebé rechaza la leche materna?
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Ser madre no es una tarea fácil, aunque sea gratificante y merezca mucho la pena. Desde el primer instante la vida cambia drásticamente y es necesario adaptarse a la nueva situación. Las circunstancias de cada persona son muy diferentes, y ya sea por trabajo o porque no podemos estar, a veces es necesario extraer la leche materna para que el bebé pueda subsistir aunque no estemos a la hora de la toma.
En los últimos años esta práctica se ha extendido mucho y, aunque aún hay madres reticentes a llevarla a cabo, lo cierto es que dota de cierta libertad a las mujeres. Las posibilidades de extracción son muchas, sin embargo debemos tener más que presente cómo conservar la leche materna tanto en nevera como en congelador en buen estado para que no se estropee. ¡Sigue estas recomendaciones!
¿Cómo extraer la leche materna?
Existen diferentes razones para que quieras extraerte la leche: no poder estar en los horarios de las tomas, una gran secreción, la donación a un banco... Aunque en la actualidad las leches en polvo que existen cuentan también con numerosos nutrientes, las propiedades de la leche materna dotan a tus hijos de salud y les ayudan a crecer fuertes. Ofrece beneficios antioxidanes y vitaminas. Además, sus propiedades antibacterianas permiten poder almacenarla para períodos más o menos largos.
Entonces, ¿cómo puedes extraerte la leche? La primera recomendación que debes tener en cuenta es que tienes que lavarte bien las manos antes de llevar a cabo el proceso. Después, debes escoger algunos recipientes apropiados para la leche y que estén previamente esterilizados. Lo más recomendable es utilizar recipientes duros, de plástico o de cristal, porque siempre ocasionarán una pérdida menor de propiedades que otros. Además, es importante que intentes no tocar su interior para no ensuciarlos ni llenarlos de bacterias.
Así debes conservar la leche materna en la nevera
Existen dos maneras de conservar la leche materna: en la nevera y en el congelador. Si te has decidido por la primera, las primeras pautas que debes tener en cuenta es que puedes hacerlo en un período de hasta 8 días, siempre y cuando la temperatura sea estable. Lo ideal es colocarla en algún lugar de la nevera que no sea la puerta porque en dicha zona la temperatura varía mucho más. Tras este período de tiempo no es recomendable usar esa leche.
Cuando hayas extraído la leche de la nevera, verás que cuando esté en reposo tiende a separarse por capas dejando la de la grasa en la parte superior. Por esta misma razón es muy importante mover el recipiente con mucha suavidad cuando vayas a utilizarlo y separar la leche en dosis pequeñas que sepas que no vas a desperdiciar ni una gota.
Consejos para conservar la leche materna en el congelador
La leche materna sí se puede conservar en un congelador, aunque debes tener en cuenta ciertas recomendaciones para ello. Por ejemplo, deberás guardarla en recipientes que te permitan congelarla teniendo en cuenta que al someterla a bajas temperaturas se expandirá. El resto de recomendaciones que debes tener en cuenta son:
- Lo más recomendable es congelar la leche nada más extraerla, siempre y cuando la enfríes previamente. Para ello, pon la leche en un recipiente de agua fría y, cuando esté lo suficientemente templada, podrás congelarla.
- Si la has extraído hace un día pero aún no la has utilizado, ten en cuenta que la leche que lleva en la nevera 24 horas también se puede congelar. Superado ese período (entre 2 y 6 días), como hemos dicho, puedes dársela a tu hijo pero no debes congelarla.
- Se recomienda congelar esta leche en los recipientes de los que hablábamos unas líneas más arriba y ponerla en la parte posterior del congelador. ¿La razón? En dicha zona la temperatura es más constante que en la parte delantera.
- Para no olvidar qué día extrajiste la leche es bueno etiquetar cada envase con la fecha, así podrás ir descongelando en orden de la más antigua a la más reciente.
Utilizando el método del congelador, la leche materna podrá llegar a durar hasta 3 meses en perfectas condiciones y en un buen estado. Eso sí, debes tener en cuenta que lo ideal es un congelador que tenga puertas independientes de la nevera para que no llegue a estropearse.
Pasos a seguir para descongelar la leche materna
Como decíamos, es muy importante ir descongelando poco a poco la leche materna según se vaya a utilizar. Igual que sucede con cualquier otro alimento, una vez descongelado no podrás volver a meterlo en el congelador y debes desechar lo que te sobre. Por eso lo mejor es intentar ajustar al máximo las cantidades. A partir de aquí, debes tener en cuenta algunas consideraciones y formas de descongelar la leche:
+ Formas de descongelar la leche
Existen varias maneras de descongelar la leche materna. En primer lugar, puedes dejarla a temperatura ambiente desde la noche anterior o con suficiente antelación para la toma en la que quieres utilizarla (alrededor de 4 o 6 horas antes). Si la vas a conservar en la nevera, tienes que tener presente que tardará aproximadamente 12 horas en conseguir su estado líquido y que, a partir de ahí, podrás mantenerla hasta 24 horas.
Otra de las posibilidades a la hora de descongelar la leche sacada del congelador es calentar un cazo con agua y, posteriormente, retirarlo del fuego. Con esta temperatura templada (máximo 37ºC) podrás introducir el envase en este cazo hasta conseguir la temperatura deseada. Puedes utilizar, además, un chorro de agua caliente del grifo para ayudar a la descongelación y, por supuesto, un cómodo calienta biberones que puedes llevarte de viaje a cualquier lugar.
+ Consideraciones a la hora de descongelar la leche
Lo primero que debes tener en cuenta es que no puedes introducir el envase mientras el cazo esté en el fuego. Tampoco es recomendable descongelarlo en el microondas, pues pueden producirse quemaduras por una descongelación y calentamiento irregular. Además, puede dañar las propiedades nutritivas que contiene la leche.
Cuando la leche esté a punto no te olvides de agitarla suavemente (no te pases de fuerza) para mezclar bien las diferentes capas que se han formado. Tu hijo puede ingerir la leche a temperatura ambiente o calentita, todo dependerá de sus preferencias. ¡No te preocupes! Te lo hará saber si la temperatura no es correcta.
¿Qué pasa si el bebé rechaza la leche materna?
Hay ocasiones que puedes advertir un olor extraño en la leche. No es posible eliminarlo y esta puede ser la razón principal por la que tu hijo la está rechazando. Pero, ¿por qué huele así? Se debe a una enzima llamada lipasa que descompone y transforma las grasas para que el bebé pueda hacer la digestión más fácilmente. La cantidad de esta enzima es diferente en cada madre y, por eso, algunas madres tienen más problemas que otras con ella.
Aunque el aspecto no sea apetecible, la leche no es mala para tu hijo ni está pasada. El sabor para ellos se parecerá mucho a cuando regurgitan alguna toma. Sin embargo, y como te hemos dicho antes, es posible que puedan rechazarla. En estos casos puedes probar si el bebé prefiere tomar la leche caliente o más fría, o bien evitar el sabor y el olor más agrio enfriándola rápidamente tras la extracción dentro de un recipiente con hielo antes de congelarla.
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