Los adolescentes activos tienen menos riesgos de sufrir problemas cardiacos

Los adolescentes más activos presentan menos riesgo de sufrir patologías cardiovasculares y metabólicas en la edad adulta, según un estudio europeo en el que ha participado el grupo de investigación GENUD de la Universidad de Zaragoza. Para llegar a esta conclusión, los científicos han analizado la actividad física de 3.000 adolescentes, entre ellos 400 zaragozanos, durante nueve meses, dentro del estudio europeo HELENA. Los jóvenes aragoneses incluidos en la investigación fueron escogidos de forma aleatoria en 10 colegios de Zaragoza, en un rango de edad entre los 12 y los 17 años y medio.

El estudio ha concluido que uno de cada tres de estos adolescentes tiene sobrepeso y que tan sólo el 40 por ciento sigue la recomendación de hacer diariamente más de 60 minutos de actividad física moderada o intensa. Diego Moliner, uno de los investigadores del estudio y profesor de la Facultad de Salud y Deportes de la Universidad de Zaragoza, ha declarado que los adolescentes que siguen esa recomendación tienen un cuerpo más saludable y una menor probabilidad de padecer en edad adulta riesgos cardiovasculares o enfermedades metabólicas como la diabetes.

No caer en el sedentarismo

La adolescencia supone un momento crucial en el desarrollo, en el que se adquieren muchos de los hábitos que van a condicionar el estilo de vida en la edad adulta, por lo que se deben evitar costumbres sedentarias, como permanecer durante horas delante de la televisión o el ordenador, ha destacado el científico. Moliner ha explicado además, que el estudio forma parte de una investigación realizada sobre una muestra de 3.000 niños de doce ciudades europeas, como Creta (Grecia), Gante (Bélgica), Roma (Italia), Viena (Austria), Estocolmo (Suecia) y Zaragoza (España). Los resultados del estudio, que han sido publicados en la revista International Journal of Obesity, indican que los adolescentes aragoneses se situarían en la media tanto en obesidad como en actividad física realizada, mientras que los mejor parados serían los alemanes y austríacos, y los que peor griegos, romanos y belgas.

Para mejorar esta situación, se recomienda a los adolescentes que no se limiten a practicar actividad física de forma puntual 2 ó 3 días por semana, sino que ésta se incorpore a su vida diaria. Para valorar la actividad física, el estudio se sirvió de varios acelerómetros, que cada niño llevó durante una semana completa, lo que ha permitido conocer la cantidad y la intensidad de la actividad física que realizaban diariamente.

El estudio ha puesto de manifiesto la importancia de incrementar la actividad física diaria con diferentes estrategias, como fomentar los desplazamientos a pie o en bicicleta al centro educativo, la práctica de actividades lúdicas al aire libre o la participación en actividades deportivas.

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