Terapias nutricionales, dietas para adelgazar y mejorar la salud

Marta Valle

Es de sobra conocido que los alimentos que ingerimos a diario influyen en nuestras condiciones físicas y mentales. Llevar a cabo una buena dieta puede ser la base de un estado óptimo de salud, de aquí surge el objetivo principal de las terapias nutricionales.

En la terapia nutricional el equilibrio es la clave. Llevar una dieta variada, con predominio de fibras y almidones, y  sin abusar de los azúcares y las grasas, puede ayudarnos a curar o prevenir ciertas enfermedades. En este sentido, una rutina alimenticia puede ser terapéutica al alterar un número concreto de nutrientes en la dieta de modo que sea posible conseguir un tratamiento que, por sí solo, pueda ser saludable, o bien complementario a un procedimiento de carácter médico.

Una dieta para prevenir enfermedades

Los beneficios de las terapias nutricionales pueden ayudarnos a prevenir algunas de las enfermedades qué más han aumentado en las últimas décadas, como la obesidad y la diabetes. También contribuyen a mejorar ciertos trastornos de la alimentación como problemas renales y  gastroenterológicos, o aquellos causados por la carencia de ciertas vitaminas y minerales.

Procurando seguir las instrucciones de un experto en nutrición podemos incluso apoyar los tratamientos médicos de enfermedades cardiovasculares, hiperactividad, alergias, intolerancia a la lactosa y trastornos del metabolismo. Y si te gusta el deporte o estás embarazada, encontrarás aún más ventajas en esta dieta porque puede adaptarse a tus características particulares.

Si estás interesada en lograr la purificación de tu cuerpo a través de la desintoxicación natural, esta es tu dieta. Por otro lado, también ofrece una serie de pautas y ayudas para favorecer la absorción de nutrientes, mejorar la digestión, dificultar la ingesta de sustancias perjudiciales para la salud de nuestro sistema digestivo. Es posible que en ocasiones nuestro terapeuta nos recomiende la suplementación vitamínica o química de cara a perfeccionar la rutina alimenticia que, en cada caso, estemos llevando a cabo.

Hay que ayudar al sistema digestivo con alimentos que faciliten la absorción de los nutrientes. En dicha tarea, una buena proporción de los grupos de alimentos es fundamental, incorporando nutrientes como la vitamina C o la vitamina E, siempre bajo estricto control profesional, para corregir posibles desequilibrios.

La consulta con expertos es clave

En el caso de las terapias nutricionales, es habitual que los expertos en nutrición (o nutrólogos) trabajen conjuntamente con profesionales de la salud y doctores en procedimientos médicos orientados al descenso de peso, post operatorios y programas de rehabilitación, planteando dietas específicas e individualizadas para cada uno de los casos que puedan plantearse. Este método valora la aportación que una dieta adecuada puede añadir, en todos sus atributos, a cada contexto sanitario concreto.

Si bien es cierto que las terapias nutricionales pueden ser adecuadas al adaptarse a los tratamientos médicos que intenten paliar o curar un problema de salud, debería ser prioritario el seguimiento de una dieta equilibrada de forma continuada. De esta forma, no sólo dispondremos de un buen estado de salud, sino que también podremos prevenir un gran número de enfermedades.

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