Alimentos crudos en tu dieta: beneficios y precauciones

Son muchos los que proclaman los beneficios para la salud de comer alimentos crudos. Algunos, comolos crudiveganos y los crudívoros, lo llevan hasta el extremo de forma que no comen absolutamente ningún alimento cocinado. Afirman que siguiendo esta alimentación se sienten no sólo más sanos, sino también mucho más felices. Se trata de toda un filosofía de vida. Por el contrario, la Organización Mundial de la Salud alerta de los peligros de comer determinados alimentos crudos. Ante la cantidad de información contradictoria que manejamos, a veces no sabemos qué postura tomar. Te contamos los beneficios y las precauciones que debes tener al incluir alimentos crudos en tu dieta. 

Los beneficios de comer alimentos crudos en tu dieta 

En la mayoría de las ocasiones, en el término medio está la virtud. Al menos en lo que a comer alimentos crudos se refiere, así es. Se ha comprobado que el consumo habitual de alimentos crudos previene ciertas enfermedades, retrasa el envejecimiento y aumenta la vitalidad.

Los alimentos crudos mantienen todos sus nutrientes por lo que nuestro organismo procesa todas las vitaminas y minerales que contienen. En una alimentación sana y equilibrada no deben faltar al menos cinco raciones diarias de alimentos crudos. Y es que además de retrasar el envejecimiento, previenen enfermedades cardiovasculares y degenerativas, mejoran la circulación y facilitan la digestión.

Según los expertos, los alimentos crudos que no deben faltar en la mesa son las frutas, las verduras y los frutos secos. Si te parece difícil encontrar cinco raciones diarias de alimentos crudos, tal vez debas pasarte a la costumbre de distribuir tu alimentación en cinco comidas diarias. La fruta fresca no debe faltar en tu desayuno y a media tarde. Y el resto de las raciones de alimentos crudos las puedes solucionar a base de creativas ensaladas, no te limites a la lechuga de siempre y ponle un poco de creatividad a tus recetas. El pimiento verde crudo es un complemento ideal para tus ensaladas, así como las hojas de rúcula o los canónigos.

Precauciones ante los alimentos crudos en tu dieta 

Si bien incluir alimentos crudos en nuestra dieta es beneficioso para nuestro bienestar en general, hay que tener en cuenta ciertas precauciones de higiene a la hora de consumir estos alimentos.

Las infecciones por los parásitos que contienen los alimentos crudos pueden suponer un riesgo para la salud y en determinadas zonas se está convirtiendo en un auténtico problema sanitario. Todos recordamos la alarma producida a nivel mundial por el anisakis, larvas que contenían algunos pescados en crudo y que desaparecían una vez procesado el pescado, o bien congelándolo, o bien cocinándolo. Otros riesgos derivados de ingerir alimentos crudos son la hepatitis A, la triquinosis o la brucelosis. Todos ellos producidos por virus o parásitos que se eliminarían al someter al alimento a una fuente de calor.

Por lo tanto, conviene extremar las precauciones a la hora de consumir cualquier alimento crudo. Asegúrate de adquirirlo en un establecimiento de confianza donde prioricen las medidas sanitarias de conservación y manipulación. Y una vez en casa, lava el producto con abundante agua y, si es posible, con un desinfectante alimentario.

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