Las mejores horas para comer sin engordar

Hasta este momento, una vez afrontábamos una rutina alimenticia de cara a perder peso o cuidar nuestra figura, teníamos en cuenta los factores habituales que, según los expertos, determinaban el mayor o menor éxito de dicha tarea. A saber, la búsqueda del más perfecto equilibrio entre el consumo energético y la ingesta de calorías. Un estudio, publicado por la revista International Journal of Obesity, ha revelado una nueva clave: el horario de la comida, que  podría ser un elemento tan determinante como cualquiera de los mencionados a la hora de adelgazar.

El estudio, que ha sido realizado por la Universidad de Harvard en directa colaboración con la Universidad de Murcia, ha establecido que realizar la ingesta de la comida antes de las 15 horas ayuda a adelgazar.

"Este es el primer estudio a gran escala que demuestra que el momento de la comida predice el éxito en la pérdida de peso", comenta uno de los coautores del estudio Frank Sheer, profesor de la Escuela Médica Harvard en Boston. "Nuestros resultados indican que las personas que comen tarde pierden menos peso que aquellos que comen temprano".

Un estudio con sabor mediterráneo

Estas conclusiones se basan en un estudio que se realizó a 420 personas con sobrepeso, de 20 semanas de duración, que  tenía el objetivo de aportar pautas concretas en el proceso de adelgazamiento. Los participantes acudían regularmente a centros de nutrición dónde, además de tomar parte en sesiones de asesoramiento en cuestiones de alimentación y deporte, se registraba diariamente su peso y su actividad física.

La rutina se basaba en la dieta mediterránea, en la que el 40 por ciento de las calorías que los participantes ingerían diariamente, se realizaba en la comida. A partir de estas pautas, el estudio se dividió en dos grupos, los que realizaban la ingesta antes de las tres de la tarde y los que la hacían después de esa hora. Teniendo en cuenta que las personas que participaron en el estudio consumían comida y quemaban calorías a través del ejercicio físico en unas cantidades muy similares, el estudio determinó que quienes almorzaron antes perdieron una media de 10 kilogramos –algo más del 11 por ciento de su peso inicial-, mientras que quienes comieron después bajaron una media de 7,7 kilogramos –el 9 por ciento del peso inicial-.

Por su parte, la doctora Marta Garaulet, autora principal de esta investigación y catedrática de Fisiología por la Universidad de Murcia, resaltó que "este estudio pone de relieve que el momento de la ingesta de alimentos puede jugar un papel importante en la regulación del peso".

Otras conclusiones interesantes que se desprendieron del estudio fueron, por ejemplo, que los alimentos que los participantes ingirieron durante el desayuno o la cena no estuvieron vinculados, de forma efectiva, a la pérdida de peso. Además, los comensales tardíos presentaron una sensibilidad más baja a la insulina, factor fundamental de riesgo para la enfermedad de la diabetes.

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