¿Qué es la esencia facial y para qué sirve?

Puede que a muchos os suene. Puede que a muchos otros no, pero lo cierto es que las esencias faciales han llegado al mundo de la belleza occidental para quedarse. Un producto que llega directamente desde Corea y su K-beauty, una manera tan revolucionaria como tradicional de tratar la piel. La cosmética coreana incluye pasos sencillos para poder cuidar la piel a fondo. También productos, todos ellos formulados de una forma mucho más natural que los productos occidentales.

Es justo ahí donde encontramos las esencias, siendo estas el corazón de la belleza coreana. Aunque a primera vista la esencia facial pueden recordarnos a los sérums, e incluso muchas veces aborden las mismas funciones en nuestra piel, lo cierto es que esencias y sérums no son lo mismo.

Qué son las esencias y el sérum

Para poder entender bien cuál es la función de las esencias, primero debemos diferenciarlas de los sueros o sérums. Un sérum destaca por poseer una formulación a base de ingredientes especialmente incluidos para actuar como tratamiento específico. Es decir, la fórmula de los sérums se centran en afecciones concretas como la sequedad, opacidad de la piel o las arrugas, por ejemplo. Pueden ser un producto estupendo para nutrir la piel, por ejemplo en aquellas más resecas aportando ingredientes como el ácido hialurónico o el escualano. A diferencia de las esencias, estos productos cuentan con una consistencia espesa y esto es debido principalmente a esta gran diferencia en su formulación, y es que cuentan con una concentración más alta de ingredientes activos.

¿Y las esencias? Las esencias son fórmulas mucho más ligeras y con menos concentración de ingredientes activos. Cuidado, porque esto no significa que no sean estupendas para la piel. Todo lo contrario. El motivo de esta concentración más baja es precisamente porque su principal función es otra, la de agregar otra capa de hidratación a la piel al mismo tiempo que la estimulan para favorecer la absorción de los tratamientos que se apliquen posteriormente.

Las esencias tradicionales que nos llegan de Corea, así como las que se empiezan a fabricar en Europa, son productos que contienen ingredientes tan interesantes como el ginseng, que también pueden mejorar considerablemente la opacidad o incluso rehidratar en profundidad las zonas con más arrugas.

La esencia como pre-sérum

¿Debemos elegir entre sérum o esencia? Lo cierto es que no. Podemos usar los dos productos conjuntamente, ahora bien, el orden es importante. La esencia la aplicaremos primero, justo después del uso del tónico facial. De esta forma, podríamos decir que esta esencia se comporta como un pres-sérum gracias a sus fórmulas que hidratan en profundidad preparando la piel para aumentar la eficacia de los tratamientos posteriores.

Para aplicarnos la esencia, tan solo necesitamos aplicar unas gotitas en las palmas de las manos mientras presionamos suavemente sobre puntos clave como mejillas, frente, barbilla y cuello. Estos toques y presión nos ayudarán a estimular la circulación sanguínea de estas partes del rostro. Para terminar su aplicación, debes dar una serie de movimientos ondulantes desde el centro del rostro hacia sus lados. Ten en cuenta que gracias a su textura, más acuosa que la del sérum, se absorbe muy rápidamente.

¿Por qué deberíamos incluir las esencias en nuestra rutina diaria?

Usar sérum no impide que podamos incluir en nuestra rutina facial el uso de una esencia facial. Es más, como comentábamos, son perfectamente complementarias.

Lo cierto es que el éxito de la K Beauty hace que sea una excelente aportación en nuestro día a día, pudiendo encontrar opciones tan interesantes como la Esencia Facial Suprema Multi Acción de Yves Roche, todo sea dicho perteneciente a una gama de productos ya de por sí muy interesante como es Anti Age Global de Yves Rocher.

Este ejemplo podría postularse como la mejor esencia facial del momento gracias a su formulación con un 95% de ingredientes de origen natural y su textura suero-esencial ultra fluida y penetrante; y es que une lo mejor de los dos mundos.

Un producto que destaca por ser transversal y encajar en cualquier rutina de cuidado facial y que, además, está especialmente formulado para las rutinas faciales de todo tipo de edad, especialmente para aquellas pieles jóvenes en las que empiezan a surgir pequeñas muestras del paso del tiempo (25-45 años). Notarás una piel luminosa y revitalizada gracias a sus fórmulas innovadoras y extra sensoriales. 

Se aplica después de la limpieza a fondo y del tónico, dejando nuestra piel completamente lisa y firme con un toque más luminoso. Además, reduce esas incipientes arrugas volviendo el cutis una superficie mucho más firme y uniforme.

Se trata de un excelente ejemplo porque como comentábamos aúna lo mejor de ambos mundos, con una formulación muy interesante a base de regaliz (con muchas propiedades antimanchas) así como néctar de brotes vegetales que actúa desde el interior de las células de la piel para conseguir así una renovación excepcional tras 72H y conseguir una piel luminosa y radiante.

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