Guía completa para entender la dishidrosis: causas, síntomas y tratamiento

¿Cómo tratar los síntomas de la dishidrosis?

Alexandra Masero, Redactora
En este artículo
  1. ¿Qué es exactamente la dishidrosis?
  2. 6 causas más comunes de la dishidrosis
  3. ¿Cuáles son los síntomas de la dishidrosis?
  4. Tratamientos más efectivos para manejar la dishidrosis

¿Alguna vez has notado que tus dedos o la planta de los pies se cubren con pequeñas ampollas llenas de líquido? Si tu respuesta es que sí, probablemente hayas sufrido un brote de dishidrosis, una condición que aunque no suele ser grave, puede resultar muy incómoda. Y la mayoría de veces, no tenemos ni idea de lo que nos sucede ni por qué, lo que conlleva posiblemente algo de nerviosismo.

A pesar de que no es una enfermedad contagiosa ni de alto riesgo, sus síntomas pueden ser un tanto molestos y, si no se tratan a tiempo, generar incomodidad constante. Muchas veces, la dishidrosis se confunde con otras afecciones de la piel, y nos aleja del tratamiento adecuado. En Diario Femenino te contamos qué es la dishidrosis a través de una guía completa para entender esta condición de la piel, desde sus posibles causas, hasta sus síntomas y tratamientos más eficaces.

¿Qué es exactamente la dishidrosis?

La dishidrosis es una forma de eccema o dermatitis que afecta principalmente a las manos y los pies. Se caracteriza sobre todo por la aparición de pequeñas ampollas llenas de líquido que pueden causar picor, ardor e incomodidad.

Estas ampollas suelen aparecer en los laterales de los dedos de las manos y los pies, o en las palmas y plantas, aunque también puede extenderse a otras áreas. La piel afectada se vuelve roja, hinchada y a menudo puede agrietarse o pelarse. Aunque su aspecto y los síntomas son bastante visibles, por suerte la dishidrosis no es contagiosa, pero eso sí, puede generar algo de angustia porque visualmente es evidente y puede llegar a ser bastante molesto.

6 causas más comunes de la dishidrosis

Las causas exactas de la dishidrosis siguen siendo un misterio para los médicos, pero se han identificado varios factores que pueden desencadenar o empeorar la afección. La dishidrosis suele ser más común en personas que tienen antecedentes de dermatitis atópica o eccemas, porque parece ser que existe una predisposición genética a desarrollar enfermedades cutáneas. También hay otros factores que entran en juego, como:

1 Estrés: el estrés es uno de los principales desencadenantes de la dishidrosis. Resumiéndolo mucho, cuando estamos bajo presión, nuestro cuerpo libera hormonas que pueden alterar el equilibrio de nuestra piel, favoreciendo la aparición de este tipo de eccema.

2 Temperaturas extremas: ya sea el frío intenso del invierno o el calor excesivo del verano, los cambios bruscos de temperatura pueden afectar la piel, haciendo que se vuelva más propensa a sufrir irritaciones.

3 Exposición a sustancias irritantes: el contacto frecuente con productos químicos como detergentes o ciertos cosméticos puede causar que la piel se inflame, lo que puede dar lugar a brotes de dishidrosis.

4 Humedad: mantener las manos o los pies en un ambiente húmedo durante largos períodos de tiempo también puede ser un factor de riesgo. Esto se debe a que la humedad favorece la maceración de la piel, lo que hace que sea más vulnerable a sufrir alteraciones como las ampollas que se sufren con la dishidrosis.

5 Alergias: algunas personas pueden desarrollar dishidrosis como respuesta a ciertas alergias específicas, como alergia a ciertos alimentos, pólenes, o metales como el níquel.

6 Infecciones y hongos: aunque no es muy común, a veces una infección fúngica puede desencadenar la aparición de estos brotes, especialmente si la piel tiene un exceso de sudor o humedad.

A modo de prevención, además de tratar de controlar el estrés o la exposición a ciertos metales, puedes proteger tu piel con limpiadores suaves sin jabones, graduando el agua a templada, secarse bien las manos, y utilizar humectante un par de veces al día.

¿Cuáles son los síntomas de la dishidrosis?

Identificar los síntomas de la dishidrosis es relativamente sencillo. Las personas que la padecen experimentan una serie de señales que se van intensificando, aunque muchas veces de primeras no saben que lo que padecen es dishidrosis:

+ Ampollas: son el síntoma más característico de la dishidrosis. Las ampollas son pequeñas, redondas y están llenas de un líquido claro. Aparecen, como explicábamos antes, principalmente en las palmas de las manos, los laterales de los dedos y las plantas de los pies.

+ Picor y ardor: las personas con dishidrosis suelen experimentar un picor intenso, que puede llegar a ser muy incómodo. A veces, también se puede sentir cierto dolor o ardor en la zona afectada.

+ Inflamación y enrojecimiento: la piel se pone roja y se hincha considerablemente en el área donde han aparecido las ampollas. Esto puede hacer que la zona se vea irritada y, a menudo, se siente caliente al tacto, como si la zona "tuviera fiebre".

+ Descamación: después de que las ampollas estallan (lo cual no siempre ocurre), la piel afectada tiende a descamarse y a agrietarse. Esto puede causar dolor y si no se cuida la zona bien, aumenta el riesgo de infección.

+ Fisuras y grietas: en casos más graves, la piel puede agrietarse o incluso abrirse, lo que puede hacer que la dishidrosis sea aún más incómoda.

Tratamientos más efectivos para manejar la dishidrosis

El tratamiento de la dishidrosis varía dependiendo de la gravedad de los síntomas y de sus causas. Si bien la enfermedad en sí misma no suele representar un peligro para la salud, puede causar molestias importantes. A continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones para manejar mínimamente la dishidrosis:

+ Cremas y ungüentos con esteroides: los corticosteroides de baja potencia pueden ser recetados por el médico para reducir la inflamación y aliviar el picor. Este tipo de productos lo que hacen es calmar la piel y reducir la aparición de ampollas.

+ Hidratación de la piel: las cremas emolientes o humectantes sin fragancia son las más recomendables para mantener la piel hidratada siempre. Es importante aplicarlas después de lavar las manos o los pies.

+ Antihistamínicos: si el picor es muy intenso, los antihistamínicos pueden ayudar a aliviar la sensación de picazón.

+ Evitar factores desencadenantes: como hemos mencionado, el estrés y las sustancias irritantes pueden empeorar la dishidrosis. Evitarlas será lo mejor.

+ Terapias de luz: en casos más complicados, la fototerapia (tratamiento con luz ultravioleta) parece poder ser útil para reducir los brotes de dishidrosis.

+ Antibióticos: si la piel se infecta debido a la ruptura de las ampollas, será necesario tomar antibiótico para tratar la infección.

¿Cuándo consultar a un médico? Básicamente cuando sientas alguno de los síntomas que te hemos comentado, o bien para resolver cualquier tipo de duda. Si ves que los síntomas no desaparecen, o la infección se expande más allá de las manos y de los pies, es necesario acudir a un médico especialista o a un dermatólogo ya que será quien mejor te pueda ayudar según cuál sea tu caso.

¿Habías escuchado hablar de esta incómoda afección? La dishidrosis no presenta una amenaza grave para nuestra salud, pero sin duda es un engorro, y algo notablemente molesto. Al menos, si conocemos mínimamente las causas podemos ofrecer a la piel un tratamiento adecuado, que sin duda minimizará al máximo los síntomas, hasta que la dishidrosis vaya desapareciendo.

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