Cabello quebradizo y sin brillo
Un ??cabello?? quebradizo y de lento crecimiento?? sufre con las deficiencias nutritivas de la mujer, sobre todo de la carencia de vitaminas así como proteínas y agua. El cabello, como las uñas, son modificaciones del tejido epitelial que tienen una función esencialmente protectora. A los hombres primitivos, los cubría una espesa capa de vellos que se distribuía por casi todo el ??cuerpo?? y les servía para resguardarse del frío, del sol, de las picaduras de insectos...
Muchos de estos pelos fueron quedando en el largo camino de la evolución y afortunadamente el vello protector que nos recubre hoy es muchas veces imperceptible excepto en algunas zonas donde es más notorio como el pubis, las axilas y la cabeza.
Para que lo conozca mejor, el cabello es un filamento proteico que nace en los folículos pilosos de los poros cutáneos. Su dureza y grosor varían en función de los cambios hormonales. Otras, como la forma y el color, integran la herencia genética; mientras que la apariencia y vigor del pelo habla de tus hábitos alimentarios.
Una cabellera quebradiza y de lento crecimiento más que hablar, grita acerca de las deficiencias nutritivas de una persona, sobre todo de la carencia de vitaminas A, B, C, biotina, y los minerales cobre, hierro y zinc, así como proteínas y agua.
El pelo, en su extensión, no tiene terminales nerviosas, por tanto no duele, solo emite señales, a través de su apariencia, que no siempre son tomadas en cuenta. Hay quien, incluso, lo perjudica mucho más sometiéndolo, una y otra vez, a tirones, tintes, químicos, decolorantes, y altísimas temperaturas, sin darle un tiempo a la naturaleza para que reponga su equilibrio.
El efecto del rizado?? o el alisado permanente??, por ejemplo, se consigue gracias a que los químicos empleados penetran la superficie externa del cabello o cutícula, debilitándola; los tientes y decoloraciones, por su parte, rompen las uniones proteicas del filamento; mientras que el peinado a tirones o el cepillado?? con cerdas inadecuadas producen una fricción que estira, quiebra el pelo??.
Las hebillas, broches, felpas y bandas elásticas, así como la sal o el cloro que no se retiran a tiempo luego de ir la playa o piscina también perjudican su apariencia. Otro agente externo sumamente agresivo es el sol, que cuando es muy intenso y continuado puede llegar a cambiar el color natural del cabello y con mayor facilidad, degradar los tintes.
Afortunadamente la cosmetología ha conseguido una eficaz alianza con otras ciencias y son muchos los productos que nos ayudan mejorar la apariencia del cabello, al menos de manera temporal, pues logran reparar la excesiva porosidad, recubren el tallo capilar y cierran las escamas de la cutícula produciendo un efecto mayor de docilidad, brillo y suavidad al cabello??.
El imprescindible saber que ninguna mascarilla o loción revierte los perjuicios instaurados en los filamentos, solo los repara de manera temporal; como tampoco un corte es garantía de que el cabello crezca con mayor vigor. Lo importante es combinar esos productos y acciones con terapias más específicas que actúen sobre el cuero cabelludo y a la par que usamos champús, acondicionadores, cremas y siliconas, equilibremos la dieta con granos, verduras, frutas, lácteos bajos en grasa, carnes, pescados, legumbres y grasas insaturadas, regulemos el consumo de alcohol, evitemos el tabaco?? e incorporemos el ejercicio físico a nuestra rutina diaria.
A nivel doméstico existen productos naturales que pueden ser útiles para preparar lociones y tratamientos de efecto positivo sobre el cabello y el cuero cabelludo. Tal es el caso, por ejemplo, del jugo de limón y el vinagre, que diluido en agua, torna los filamentos más sedosos y fáciles de peinar.
El aguacate en forma de puré, al igual que el huevo batido mezclado con una cucharada de aceite de oliva, actúa a nivel del folículo piloso, aportándole importantes nutrientes restauradores por lo que se recomienda aplicarlo durante 15 minutos una vez al mes.
Muchos de estos pelos fueron quedando en el largo camino de la evolución y afortunadamente el vello protector que nos recubre hoy es muchas veces imperceptible excepto en algunas zonas donde es más notorio como el pubis, las axilas y la cabeza.
Para que lo conozca mejor, el cabello es un filamento proteico que nace en los folículos pilosos de los poros cutáneos. Su dureza y grosor varían en función de los cambios hormonales. Otras, como la forma y el color, integran la herencia genética; mientras que la apariencia y vigor del pelo habla de tus hábitos alimentarios.
Deficiencias nutritivas y el pelo quebradizo
Una cabellera quebradiza y de lento crecimiento más que hablar, grita acerca de las deficiencias nutritivas de una persona, sobre todo de la carencia de vitaminas A, B, C, biotina, y los minerales cobre, hierro y zinc, así como proteínas y agua.
El pelo, en su extensión, no tiene terminales nerviosas, por tanto no duele, solo emite señales, a través de su apariencia, que no siempre son tomadas en cuenta. Hay quien, incluso, lo perjudica mucho más sometiéndolo, una y otra vez, a tirones, tintes, químicos, decolorantes, y altísimas temperaturas, sin darle un tiempo a la naturaleza para que reponga su equilibrio.
El efecto del rizado o el alisado permanente
El efecto del rizado?? o el alisado permanente??, por ejemplo, se consigue gracias a que los químicos empleados penetran la superficie externa del cabello o cutícula, debilitándola; los tientes y decoloraciones, por su parte, rompen las uniones proteicas del filamento; mientras que el peinado a tirones o el cepillado?? con cerdas inadecuadas producen una fricción que estira, quiebra el pelo??.
Las hebillas, broches, felpas y bandas elásticas, así como la sal o el cloro que no se retiran a tiempo luego de ir la playa o piscina también perjudican su apariencia. Otro agente externo sumamente agresivo es el sol, que cuando es muy intenso y continuado puede llegar a cambiar el color natural del cabello y con mayor facilidad, degradar los tintes.
Afortunadamente la cosmetología ha conseguido una eficaz alianza con otras ciencias y son muchos los productos que nos ayudan mejorar la apariencia del cabello, al menos de manera temporal, pues logran reparar la excesiva porosidad, recubren el tallo capilar y cierran las escamas de la cutícula produciendo un efecto mayor de docilidad, brillo y suavidad al cabello??.
El imprescindible saber que ninguna mascarilla o loción revierte los perjuicios instaurados en los filamentos, solo los repara de manera temporal; como tampoco un corte es garantía de que el cabello crezca con mayor vigor. Lo importante es combinar esos productos y acciones con terapias más específicas que actúen sobre el cuero cabelludo y a la par que usamos champús, acondicionadores, cremas y siliconas, equilibremos la dieta con granos, verduras, frutas, lácteos bajos en grasa, carnes, pescados, legumbres y grasas insaturadas, regulemos el consumo de alcohol, evitemos el tabaco?? e incorporemos el ejercicio físico a nuestra rutina diaria.
A nivel doméstico existen productos naturales que pueden ser útiles para preparar lociones y tratamientos de efecto positivo sobre el cabello y el cuero cabelludo. Tal es el caso, por ejemplo, del jugo de limón y el vinagre, que diluido en agua, torna los filamentos más sedosos y fáciles de peinar.
El aguacate en forma de puré, al igual que el huevo batido mezclado con una cucharada de aceite de oliva, actúa a nivel del folículo piloso, aportándole importantes nutrientes restauradores por lo que se recomienda aplicarlo durante 15 minutos una vez al mes.
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