Cuida y reafirma tus senos
Consejos para retardar los efectos del envejecimiento de los senos
Una de las diferencias fenotípicas que nos distingue de los hombres son los pechos. Con el despertar de la adolescencia ellos comienzan a emerger cual nacientes volcanes y años después adoptan la forma definitiva que nos acompañará durante una buena parte de nuestras vidas.
Pero sus propias características, lo componen grasa, tejido mamario glandular y piel, hace que el aspecto de los senos varíe con el paso del tiempo. Y lo peor , que nada, salvo la cirugía estética, pueda detener su declinar en la vejez.
El hecho de carecer de músculos, los pectorales le sirven solo de soporte, limitan la efectividad del ejercicio físico que no obstante, cuando son localizados, contribuye a tonificarlos y a que no acumulen demasiada adiposidad, tejido responsable en gran medida de su flacidez a largo plazo.
Caída y flacidez de los pechos
A pesar de los esfuerzos, ningún remedio existe para evitar la caída y flacidez de los pechos, como tampoco se ha podido pactar contra el envejecimiento. No obstante, tanto en uno como en otro caso, existen consejos que permiten retardar los efectos, remedio mucho más efectivo que intentar corregir los pechos cuando ya están caídos y flácidos.
- Conserva un peso corporal constante. La piel de los senos es muy delgada y sensible y ante el aumento de peso puede abrir surcos que al adelgazar se harán mucho visibles en forma de estrías. Bastante riesgo correrás en este sentido con el embarazo y la lactancia, para exponerte antes de tiempo.
- Mantén la espalda recta, eso te obligará también a mantener el pecho erecto, una postura mucho más atractiva y seductora.
- Emplea sujetadores. Si tus senos son voluminosos y pesan, ayuda usarlos ajustados, que no apretados. En cambio si son chicos y algo desparramados, vale el empleo de sostenes con ballenas para mejorar su apariencia.
Algunas mujeres cuando están menstruando, embarazadas o lactando sienten los pechos hipersensibles o cargados. No es éste un síntoma para preocuparnos más de la cuenta pues es solo el resultado de la acción de ciertas hormonas femeninas.
Lo recomendable en estos casos es usar sujetadores cómodos que amortiguaran los movimientos bruscos, como pueden ser los de una tanda de ejercicios aeróbicos, por ejemplo, y también funcionaran como una especia de barrera protectora contra la hipersensibilidad.
- Aplica masajes y cremas. Cualquier parte del cuerpo agradece mimos y cuidados. El masaje es uno de los más efectivos en este sentido por lo que cada noche, antes de acostarte, podrías dedicarte unos minutos a ti misma.
Coloca una mano bajo tu cabeza y con la otra aplica crema hidratante -con elastina mejor- sobre el seno contrario. Usa movimientos ascendentes de la aureola hacia afuera, dibujando sucesivos 8.
Es aconsejable que este masaje sea mucho más superficial en los días de la menstruación y que profundices en los días posteriores para que de paso realices el tan recomendado autoexamen de mama. Recuerda que éste es esencial en la detección precoz del cáncer de mama y que se realiza luego de dividir el seno (imaginariamente, por supuesto) en cuadrantes.
- Evita el agua caliente sobre los senos y si no te desagrada demasiado, termina el baño aplicando agua fría sobre ellos.
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